XAVIER VILLAURRUTIA
(1903-1950)
Poeta mexicano do grupo dos “Contemporâneos”, com José Gorostiza, de grande importância na história da poesia de seu país.
Obra poética: Nocturnos (1933); Nostalgia de la muerte (1938); Décima muerte y otros poemas collecionados (19410; Canto a la primavera y otros poemas (1948); Poesía y teatro completo (1953); Obras (1966).
TEXTO EM ESPAÑOL / TEXTO EM PORTUGUÊS
NOCTURNO DE LA ESTATUA
Soñar, soñar la noche, la calle, la escalera
y el grito de la estatua desdoblando la esquina.
Correr hacia la estatua y encontrar sólo el grito,
querer tocar el grito y sólo hallar el eco,
querer asir el eco y encontrar sólo el muro
y correr hacia el muro y tocar un espejo.
Bailar en el espejo la estatua asesinada,
sacarla de la sangre de su sombra,
vestirla en un cerrar de ojos,
acariciarla como a una hermana imprevista
y jugar con las fichas de sus dedos
y contar a su oreja cien veces cien cien veces
hasta oírla decir: «estoy muerta de miedo».
(De Nostalgia de la muerte)
NOCTURNO MUERTO
Primero un aire tibio y lento que me ciña
Como la venda al brazo enfermo de un enfermo
y que me invada luego como el silencio frío
al cuerpo desvalido y muerto de algún muerto.
Después un ruido sarda, azul y numeroso,
preso en el caracol de mi oreja dormida
y mi voz que se ahogue en ese mar de miedo
cada vez más delgada y más enardecida.
(Quién medirá el espacio, quién me dirá el momento
en que se funda el hielo de mi cuerpo y consuma
el corazón inmóvil como la llama fría?
La tierra hecha impalpable silencioso silencio,
la soledad opaca y la sombra ceniza
caerán sobre mis ojos y afrentarán mi frente.
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
NOTURNO DA ESTÁTUA
Sonhar, sonhar a noite, a rua, a escada
e o grito da estátua dobrando a esquina.
Correr para a estátua e achar apenas o grito,
querer tocar o grito e só encontrar o eco,
querer agarrar o eco e achar apenas o muro
e correr até o muro e tocar um espelho.
Achar no espelho a estátua assassinada,
retirá-la do sangue de sua sombra,
vesti-la rapidamente,
acariciá-la como a uma irmã imprevista
e jogar com as cristas de seus dedos
e repetir em sua orelha cem vezes cem vezes
até ouvir dela:”estou morta de medo”.
(De Nostalgia de la muerte)
NOTURNO MORTO
Primeiro o ar tépido e lento que me rodeia
Como a atadura ao braço enfermo de um enfermo
e que me invada logo como o silêncio frio
o corpo desvalido e morto de algum morto.
Depois um ruído surdo, azul e numeroso,
preso no caracol de minha orelha dormida
e minha voz que se afogue nesse mar de medo
cada vez mais débil e inflamada.
Quem medirá o espaço, quem dirá o momento
em que se funda o gelo de meu corpo e consuma
o coração imóvel como a chama fria?
A terra como silêncio silencioso e impalpável,
a soledade opaca e a sombra cinzenta
cairão sobre meus olhos e enfrentarão minha fronte.
(De Canto a la primavera y otros poemas)
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