Fuente: www.revista.agulha.nom.br
THELMA NAVA
Nació en la ciudad de México, D.F. en 1932. Fue cofundadora, con otras escritoras de la revista El Rehilete y con el crítico e investigador Luis Mario Schneider fundó la revista Pájaro Cascabel y la editorial del mismo nombre. Participó también en la dirección colectiva de las revistas Manatí, Xilote y La Brújula en el Bolsillo.
Ha fungido como jurado en diversos certámenes de México y el extranjero, entre ellos el premio de la revista Punto de Partida de la UNAM, Premio Internacional Jaime Sabines de Chiapas, Premio Ramón López Velarde de Zacatecas, Premio Internacional Benito Juárez de Oaxaca, Premio Internacional de Poesía Rubén Darío de Nicaragua y el Premio Internacional Casa de las Américas en Cuba.
Ha publicado a lo largo de su vida poemas en suplementos culturales y revistas literarias de México y el resto de América Latina, así como España, la India y Canadá. Ha sido incluida en cerca de treinta antologías, nacionales e internacionales, entre ellas Poesía en Movimiento del poeta Octavio Paz. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, portugués y búlgaro. Obtuvo en 1962 el Premio de Poesía Ramón López Velarde y la presea Rosario Castellanos de Chiapas, en el marco del Segundo Encuentro de Escritoras, organizado por el Instituto Chiapaneco de Cultura de esa entidad, en 1993.
Entre sus libros publicados se encuentran La orfandad del sueño (1964), Colibrí 50 (1966), El primer animal (1986), El libro de los territorios (1992). Antología en la Serie Material de Lectura de la UNAM (1992), El verano y las islas (1998), Paisajes interiores (2000) y El primer animal. Poesía Reunida 1964-1995, Conaculta , Cuarta Serie de Lecturas Mexicanas (2000), Los pasos circulares. Antología personal. Ediciones El Cocodrilo Poeta, Col. Monte Gargano (2003).
Realizó la selección y prólogo de Poetas de Tierra Adentro III. Conaculta, Fondo Editorial Tierra Adentro, 1997, así como la presentación del libro Espiral de los latidos, Poesía joven de la Zona Centro del país, Fondo Regional para la Cultura y las Artes. Zona Centro, Conaculta, Col. Fragua de voces, 2002.
Fuente de la biografia: www.geocities.com/athens/aegean/7407/thelmanava.html
Poemas extraídos da Revista de Poesia Barataria, Buenos Aires, número triple 18- 19- 20 de Octubre de 2007.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
EN EL LÍMITE
A Luis Ignacio Hilguera, in memoriam
Justo al borde
no hay regreso
se rompieron las reglaS
no establecidas
cambio de juego
¿qué escucharon los silentes espejos?
¿acaso el grito
el último
o solo simplemente el resbalarse
congra un muro de tezontle?
Esa sombra invadiendo paulatina
los espacios del cuerpo.
No existieron invocaciones o blasfêmias
solo um desasosiego invasor
que rompió la mañana
o la tarde de la desesperanza.
15-16 de mayo de 2003
LOPE DE VEGA 510
Primera evocación
Para Efarín
Repentinamente
el desierto edificio
barca mecida bajo el âmbar de la tarde
sin paredes frontales que resguarden los sueños
ni ventanas que celebren el nacimiento de los días
es apenas una luz un parpadeo
un invisible reflejo en los espelos ausentes.
A pesar de todos los relojes
sagradamente habitan en ese paraíso conquistado
— detrás del ojo que no puede mirarte —
todos los fuegos de tu espíritu
encendidos em tus días terrenales
y el esplendor del água viva de tus manos.
Estás em esos recintos interiores
que algún día fueron nuestros
en las vocês y silêncios evocados
junto a los breves espacios de la dicha
donde renacen ahora tus poemas
como soles antiguos en la estación del viento.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
NO LIMITE
A Luis Ignacio Helguer, in memoriam
Bem na margem
não tem volta
romperam-se as regras
não estabelecidas
troca de jogo
que escutaram os silentes espelhos?
acaso o grito
o último
ou tão somente o resvalar
contra um muro de pedra vulcânica
Essa sombra invadindo
paulatinamente
os espaços do corpo.
Não existem invocações ou blasfêmias
apenas o desassossego invasor
que rompeu a manhã
ou a tarde da desesperança.
15-16 de maio de 2003
LOPE DE VEJA 510
Primeira evocação
para Efraín
Repentinamente
o edifício deserto
barco embalado sob o âmbar da tarde
sem paredes frontais que resguardem os sonhos
nem janelas que celebrem o nascimento dos dias
é tão somente uma luz um pestanejar
um invisível reflexo nos espelhos ausentes.
Apesar de todos os relógios
sagradamente habitam esse paraíso conquistado
— detrás do olho que não pode ver-te —
todos os fogos de teu espírito
acesos em teus dias terrestres
e o esplendor de água viva de tuas mãos.
Estás nestes recintos interiores
que algum dia foram nossos
na vozes e silêncios evocados
junto aos breves espaços na sorte
onde renascem agora teus poemas
como sóis antigos na estação do vento.
Página publicada em janeiro de 2009
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