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SILVIA PRATT
MÉXICO, 1949. Poeta, traductora e intérprete de conferencias y promotora de la cultura. Ha publicado los poemarios: Caldero ciego, Encendido espacio, Crujir de la hojarasca, Espiral irrepetible, Isla de luz, ile de lumiére (traducción al francés por Louis Jolicoeur), De tarde en tarde el arco iris, así como la plaquette Trazos. Traductora de una veintena de libros de autores franceses y quebequenses. En 2006 obtuvo la Gran Orden de Honor Nacional al Mérito Autoral, otorgada por la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional del Derecho de Autor, por la relevancia de su obra. En 2009 recibió la Condecoración de los Francófonos de América, que le otorgó el gobierno de la provincia de Quebec.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
PRATT, Silvia. Urdimbre circular. México, DF: Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional par la Cultura y las Artes, 2009. 101 p. (Práctica mortal) ISBN 978-607-455-199-0 Ex. bibl. Antonio Miranda
Ante la hoguera
observo el ritual de los días.
Una lágrima tógubre
unge con añoranza mi ropa.
Mientras escucho el crujir de extintos pétalos,
el candor convierte en margaritas las mañanas.
Los huecos murmurantes
retoman la vacuidad estrepitosa del abismo.
Los leños irremediablemente se consumen,
las miradas languidecen.
Me vislumbro en tus ojos.
Somos espejismos sin fulgor.
A través del ventanal
miro pasar el invierno encanecido.
CONSUMADA REDONDEZ
Desde el sosiego que me acosa,
como yesca incinero punzantes manecillas,
entre abrojos emerjo renovada,
con certeros ríos respondo a las cenizas,
abato en el aire desamores y penurias.
Con dolor mancillo el agua que mi piel rezuma,
calcino suelos con arcilla impía,
entre furtivas ráfagas suspiros petrifico.
El fuego al fuego ofrendo.
Pero también transfiguro
la Palabra en trepidantes lenguas,
ramo de luz en marejadas.
Invoco la arena
y en el viento arraigo mi nombre.
Alas de fénix la memoria.
Rito consumado.
NOCHE DE LOS BOSQUES
Parda lechuza
anuncia oscuridad.
Los árboles entretejen sus ramas,
conjuran la entrada de la noche,
absorben el verdor cerradizo del follaje.
Espesura.
Una corona de luz la luna ciñe.
Tímidos filamentos
penetran el sabor del paisaje.
Hervidero de voces
aleteando.
Refulgen miradas amarillas.
Lechuzas titilantes
en boscoso universo parlotean.
Y yo que nací en la umbría,
que soy hija de los robles,
¿he de quedarme atrapada entre el ramaje?
¿He de buscar la luz
que me deslumbre hasta quedarme muda?
Voz de bosque.
Canto seductor de seductoras aves.
Como cánticos antiguos
de antiquísimas sirenas,
frondas de agua.
Con caricias milenarias
me arropan árboles añejos.
Pervive el insaciable tiempo.
Los insectos ensordecen,
frescor el hálito de la umbría.
En verde estalla el verde.
Afuera
la soledumbre aguarda.
Mi nombre
la luna huérfana
repite.
Sigue el rito de las voces su destino.
Buhos
ojos de estrellas
conmigo lo comparten.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
Diante da fogueira
observo o ritual dos dias.
Uma lágrima lúgubre
unge com nostalgia minha roupa.
Enquanto escuto o ranger de peles extintas,
a candura converte maçãs em margaridas.
Os ocos murmurantes
retomam a vacuidade estrepitosa do abismo.
Lenhas irremediavelmente se consomem,
as miradas languidescem.
Me vislumbro em teus olhos.
Somos espelhismos sem fulgor.
Através da claraboia
vejo passar o inverno grisalho.
REDONDEZ CONSUMADA
Desde o sossego que me acossa,
como lenha incinero pungentes manchas,
entre urtigas emerjo renovada,
com certeiros rios respondo às cinzas,
abato no ar desamores e penúrias.
Com dor mancho a água que minha pele destila,
calcino solos com barro ímpio,
entre furtivas rajadas suspiros petrifico.
O fogo ao fogo ofereço.
Mas também transfiguro
a Palavra em trepidantes línguas,
ramo de luz em marejadas.
Invoco a areia
e no vento enraízo meu nome.
Asas de fênix a memória.
Rito consumado.
NOITE DOS BOSQUES
Parda coruja
anuncia escuridão.
As árvores trançam seus ramos,
conjuram a entrada da noite,
absorvem o verdor cortável da folhagem
Espessura.
Uma coisa de luz de lua cerca.
Tímidos filamentos
penetram o sabor da paisagem.
Fervedouro de vozes
esvoaçando.
Olhares amarelos fulgem.
Corujas cintilantes
em universo florestal fuxicam.
E eu que nasci na sombra,
que sou filha dos carvalhos,
hei de ficar encurralada na ramagem?
Devo buscar a luz
que me deslumbra até ficar muda?
Voz de bosque.
Canto sedutor de aves sedutoras.
Como cânticos antigos
de antiquíssimas sereias,
frondes de água.
Com carícias milenares
me agasalham árvores vetustas.
Sobrevive o tempo insaciável.
Os insetos ensurdecem,
frescor de hálito sombrio.
Em verde explode o verde.
Lá fora
a solidão aguarda.
Meu nome
a lua órfã
repete.
Segue o rito das vozes seu destino.
Corujas
olhos de estrelas
comigo compartilham.
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