Foto: Archivo CNL-INBA
JORGE ASBUN BOJALIL
Nació el 18 de abril de 1977 en la ciudad de México. Poeta. Licenciado en ciencias de la comunicación por la Universidad del Valle de México. Cursó la maestría en apreciación y creación literaria en el Centro de Cultura Casa Lamm y la especialización en literatura mexicana del siglo XX en la UAM. Colaborador de Casa del Tiempo, Cultura Urbana, Palestra y La Pluma de Ganso. Investigador del archivo personal de Alí Chumacero. Fue coordinador y entrevistador del documental Palabras en reposo, acerca del poeta Alí Chumacero. Asistió a talleres de poesía coordinados por Enriqueta Ochoa, Dolores Castro y Raúl Renán. Ganador del Concurso de Poesía Los Transtextuales 2009. En 2010 obtuvo la Medalla al Mérito Universitario, otorgado por la UAM-A. Parte de obra ha sido incluída en las antologías Homenaje a Oliverio Girondo, De los cuatro vientos, Argentina, 2003; Poetas y narradores contemporáneos 2004, De los cuatro vientos, Argentina, 2004; Más allá de las fronteras, Nuevo Espacio, EUA, 2004; Rayo de esperanza, Centro de Estudios Poéticos, España, 2004 y Juegos florales, AbraceCultura, Uruguay, 2011. Algunos poemas suyos han sido traducidos al portugués y al serbio.
TEXTO EN ESPAÑOL - TEXTO EM PORTUGUÊS
ESPEJOS DE LA PALABRA / ESPELHOS DA PALAVRA 3 (POEMAS EN DOS IDIOMAS– POEMAS EM DOIS IDIOMAS) Org. Roberto Bianchi. Montevideo: aBrace editora, 2013. 120 p. Inclui os poetas brasileiros: Angela Togeiro, Brenda Mar(qu)es, Christina Hernandes, Claudio Márcio Barbosa, Clevane Pessoa, Dymythryus Padilha, Fátima Sampaio, Fernando Braga, Gacy Simas, Giselle Serejo, Kydia Mateos, Lucas Guimaraens, Marcelo de Oliveira Souza, Marco Llobus, Marcos Freitas, Maria Angélica Bilá Bernardes, Mariney Klecz, Neuza Ladeira,Nida Chalegre, Nilza Amaral, Nina Reis, Noralia de Melo Castro, Novais Neto, Oleg Almeida, Pedro Franco, Roberto Ferrari, Rodrigo Marinho Starling, Rozelene Furtado de Lima, Tânia Diniz e Tarcísio Pádua. Col. Bibl. Antonio Miranda
PERDURABLE BOSQUEJO DE LO EFÍMERO
Esta noche en que el caracol no quiere renacer
es la misma en que muere
tu cuerpo a mis espaldas.
Hoy Ia lluvia no humedece
ni con una simple llamada de tus lábios
mas tengo presente el huracán:
La cuaresma de mis anos concluía,
la vida ahorrada se derramaba en carnavales.
Oriente y occidente, el viaje sagrado de la purificación
todo con los colores de tu cuerpo todo se tenía.
Sin la multiplicación bíblica mi inmortalidad se evaporaba
al calor del gozo.
Antes cegaba tu luz y exprimias sudor a mi frente
iluminaba tu pecho el despertar de mis ojos
y era la sonrisa de tus piernas mi alegria.
Tu la cama flotante y yo los muros que nos erigían en templo.
Esa eternidad instantánea la recuerdo como años:
todo palpitaba en un corazón a dos cuerpos:
adentro yo bombeando
contrayendo afuera tú
ritmo que enloquecía los relojes, uniendo cielo y tierra con el
mar
vuelta al paraíso de vuelta al gran todo.
El tronco por el que ascendíamos tenía por frutos besos
los vellos hacían terso el paisaje sin castigos a la vista.
Era un bosque esa isla y recuerdos sus árboles
Tú cuerpo húmedo alimentaba mis raíces crecía
mientras fluías como lo'que se evapora y se aleja.
Todo lo construías con tus lábios
alargabas los minutos con mi piel a cuestas
cuando el ruiseñor y la alondra se desplumaban en círculos
concentrícos.
Eres pasado, agua, vapor.
Mi cuerpo cabía en tu boca y tu dentadura me deletreaba.
Eres cenizas.
Pienso, y el pensamiento se deshoja
te miro y toda tu yerba que me envuelve
te hablo y contesta tu lengua con signos intermitente
código Morse que no sé descifrar: tres toques y tres lamidas
otra vez tres toques.
Me quedo quieto y tú me llevas en oleajes
me hipnotizas con el remolino de tu cuerpo.
Los cabellos relampaguean iluminando tu paisaje sinuoso.
Encallamos en un musgo luminoso: verde, casi blanco
casi pasto.
El ojo parpadea mientras la luciérnaga escribe sin reproche.
Me crecen las pesuñas y la barba
pastan los cameros sus ovejas.
Nos damos la distancia. El cuerpo es fría ya
mi mano vibra por última vez. tus notas musicales.
Requiem asternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.
DURADOURO ESBOÇO DO EFÊMERO
Esta noite em. que o caracol não quer renascer
é a mesma em que teu corpo morre atrás de num.
Hoje a chuva não molha
nem com uma simples chamada de seus lábios
mas tenho presente o furacão:
A quaresma de meus anos terminava,
a vida poupada se derramava em carnavais.
Oriente e ocidente/ a jornada sagrada da purificação
tudo com as cores de seu corpo tínhamos tudo.
Sem a multiplicação bíblica minha imortalidade se evaporava
com o calor do gozo.
Antes sua luz toe cegava e saia suor da minha testa
seu peito iluminava o despertar dos meus olhos
e o sorriso de suas pernas era minha alegria.
Você a cama flutuante e eu os muros que nos erguiam em templo.
Recordo essa eternidade instantaneamente, quantos anos:
tudo palpitava em um coração batendo em dois corpos:
dentro eu palpitava
fora você contraía
ritmo que enlouquecia os relógios, unindo o céu e a terra com o
mar
dá volta ao paraíso de volta ao grande tudo.
O tronco por onde subíamos tinha como frutas beijos
os pelos faziam suaves a paisagem sem castigo ao olhar.
Era um bosque essa ilha e relembro suas árvores.
Teu corpo molhado alimentava minhas raízes crescia
enquanto fluías igual ao que se evapora e se distancia.
Tudo construías com teus lábios
aumentavas os minutos carregando minha pele
quando o rouxinol e a cotovia se desplumavam em círculos
concêntricos.
Você é passado, água, vapor.
Meu corpo cabia em sua beca e seus dentes me soletravam.
Você é cinza.
Penso, e o pensamento se desfaz
olho para você e toda sua erva que me envolve
falo com você e sua língua responde com sinais intermitentes
código Morse que não sei decifrar: três toques e três lambidas
novamente três toques.
Fico parado e você me leva em ondas
me hipnotizas com as voltas de seu corpo.
Os cabelos como um relâmpago iluminando sua ondulante silhueta.
Encalhamos em um musgo brilhante: verde, quase branco,
quase grama.
O olho pisca enquanto o vagalume escreve sem reproche.
Crescem em mim os cascos e barba
Pastam os carneiros suas ovelhas.
Distanciamos-nos. O corpo já está frio
minha mão vibra pela última vez em tuas notas musicais.
Requiem seternam dona eis, Domine, et lux perpetua hiceat eis.
Página publicada em fevereiro de 2014
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