FRANCISCO SERRANO
(n. Ciudad de México, 27 de junio de 1949) es un escritor y poeta mexicano, entre sus múltiples publicaciones también se encuentran libretos operísticos y libros realizados en colaboración con pintores. Durante más de 10 años colaboró en diferentes áreas relacionadas con la cultura dentro del gobierno de México.
Serrano realizó sus primeros estudios en el Colegio Madrid de su ciudad natal. Más tarde cursó estudios de Ciencias Políticas y Realización cinematográfica en la Universidad Nacional Autónoma de México y de Literatura francesa en la Universidad de la Sorbona en París. Fue becario de poesía del Centro Mexicano de Escritores y del Sistema Nacional de Creadores de Arte.
Durante varios años trabajó en la administración pública cultural de su país. Fue director de Relaciones Internacionales del Instituto Nacional de Bellas Artes y coordinador de asesores en la Subsecretaría de Cooperación Internacional de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia.1 Durante varios años dirigió la revista México en el Arte, sus colaboraciones se han publicado en otros medios como la revista Casa del Tiempo; los periódicos El Nacional, La Jornada Semanal y El Universal; la Revista de Bellas Artes y la Revista Universidad de México, entre otros.
En 1971 apareció su primer libro, Canciones egipcias. Discípulo de Octavio Paz, Serrano experimentó con la utilización de procesos aleatorios en la composición poética. En 1980, participó con el pintor Arnaldo Coen y el compositor Mario Lavista en la creación de Mutaciones, Jaula, In/cubaciones, obra que conjunta el diseño, la música y la poesía y que fue concebida como un homenaje al compositor estadounidense John Cage. En 1982, Serrano publicó Libro de hexaedros, conjunto de 64 poemas que reinterpretan y sintetizan las imágenes y los procesos descritos por los hexagramas del I Ching, y que sirvió de base a la creación de la pieza de poesía estocástica El cubo de los cambios, realizada en colaboración con el mismo Arnaldo Coen.
Ha incursionado también en la poesía visual y en el teatro. Es autor de los poemas dramáticos La rosa de Ariadna,4 utilizado como libreto de la ópera homónima por el compositor italiano Gualtiero Dazzi, estrenada en el festival Musica de Estrasburgo, Francia, en 1995, y En susurros los muertos, obra de teatro-musical, también con G. Dazzi, presentada en el festival Música y Escena en México en 2005.
Es coautor de varios libros de artista con los pintores mexicanos Manuel Felguérez, Vicente Rojo, Gabriel Macotela y Roberto Cortázar. Ha publicado trece títulos de poesía, entre ellos No es sino el azar (1984), Confianza en la materia (1997), Música de la lengua (1999), Aquí es ninguna parte (2000), Prosa del Popocatépetl (2005) y Cuenta de mis muertos (2006). Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, portugués, italiano, alemán, flamenco, sueco y japonés. Es autor de varias antologías de poesía mexicana y latinoamericana y de algunos libros para niños. Ha vertido al español poesía de los trovadores provenzales, las Carmina Burana, el Libro de Job y diversas obras de poetas ingleses y franceses principalmente. Reunió estas traducciones en el volumen titulado Movimiento de traslación.5 Vive y trabaja en la Ciudad de México.
Libros de Poesía: Canciones egipcias (1979); Poema del fino amor (1981); Libro de hexaedros (1982); No es sino el azar (1984); Alicuanta (1984); La rosa de Ariadna (1992); Música de la lengua (1999); Confianza en la materia (1997); Aquí es ninguna parte (2000); Al raso (2000); Poemas (1969-2000) (2003); Prosa del Popocatépetl (2006); Cuenta de mis muertos (2006).
POESIA SEMPRE - ANO 9 – NÚMERO 15 – NOVEMBRO 2001. Rio de Janeiro: Fundação Biblioteca Nacional, 2001. 243 p. ilus. col. Editor Geral: Marco Lucchesi. Ex.bibl. Antonio Miranda
Monumento erigido no meio do oceano à glória do vento
A Joan Miró, também
1
Um garfo erguido contra
o céu azulíssimo.
E estás no bronze,
na polpa do ácido.
Movendo-se
apenas
— sonata em pleno dia —
um pássaro,
desdentado meteoro plumífero,
ainda que perfilhe a cauda no oco
do eixo diametral.
Não subas, lua, quando
nuvem
espuma abastada, elevam-se
as ondas que proclamam
acima
a balança do vento.
2
Aérea superfície: escuma
ou o reverso da sombra
cujo corpo
rechaça e roça o vento.
Azul
emerge o garfo
como um farol de lábios no ar
de bronze.
E cinza.
(Um indício: a curva
na escada.)
Bergamota.
A patina do ácido,
passarinheira ou
um ornamento nazarí
ou uma uva sajarí.
3
Miro como mira Miró
engrossarem as linhas
do mundo
em guardanapos
em bilhetes de metrô,
em pedaços de papel,
em cadernos rabiscados;
em sexo de mulher,
estrela decifrável:
uma infalácia
banal.
E o vermelho sobre o verde, amarelando.
Trad. Ivan Junqueira
Página publicada em Fevereiro de 2019
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