Foto: presencia.unah.edu.hn
MAYRA OYUELA
Nació el 29 de junio de 1982 en Tegucigalpa, Honduras. Obtuvo el Primer lugar en el IV Concurso poético de la Escuela Nacional de Bellas Artes, 2001. Es miembro fundadora del Colectivo de Poetas Paíspoesible. Ex integrante del Taller Altazor. Publicaciones: "Escribiéndole una casa al barco", Editorial II Miglior Fabbro (2006), Poesía. Además ha sido publicada en revistas y periódicos de Honduras. Antologada en: la edición del CD Versofónica, 20 poetas-20 frecuencias, Editorial Sexta Vocal-II Miglior Fabbro Editores. "Papel de Oficio", cuadernillos de Poesía, Ministerio de Cultura de Honduras, (2006). Ha tenido lecturas en todo el país y, fue invitada por la Asociación Camino de Nicaragua para una lectura de poesía joven femenina realizada en Managua. Poemas suyos han sido traducidos al catalán.
TEXTO EN ESPAÑOL - TEXTO EM PORTUGUÊS
X FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE GRANADA 2014. Memória Poética 104 poetas / 50 países. Managua, Nicaragua: 2015. 260 p. ISBN 978-9964-896-9-3
BALLENA DE SAL
Una ballena de sal apareció muerta
en la Plaza Central de Tegucigalpa.
Nadie sabe nada,z
la expectativa a puerta cerrada
y el miedo, como una piedra torcida en la mano,
se abalanza sobre el crepitar de los pasos.
Rifles despuntando esperanzas,
palabras cuánticas midiendo injusticias.
Se ha levantado un triángulo de humo
sobre la plaza
y perfora a cuadros
el grito glacial de la multitud.
Una sustancia violenta ronda las esquinas,
hombres verduscos con bombas tragapalabras
llenan alforjas de desesperación,
cuento común para empezar el día.
Sólo seis heridos pronosticó el diario.
Nadie veio nada, nadie sabe nada,
y la ballena de sal
vuelta piedra,
por la impotencedid de rostros
que siempre serán ajenos.
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TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
BALEIA DE SAL
Uma baleia de sal
apareceu morta
na Praça Central de Tegucigalpa.
Ninguém sabe nada,
a expectativa à porta fechada
e o medo, como uma pedra torcida na mão,
movendo-se pelo crepitar dos passos.
Rifles despontando esperanças,
palavras quânticas medindo injustiças.
Levantou-se um triângulo de fumaça
pela praça
e perfura em quadros
o grito glacial da multidão.
Uma substância violenta ronda as esquinas,
homens verdosos com bombas transmissíveis
enchem morrais do desespero,
conto comum para começar o dia.
Apenas seis feridos previu o jornal.
Ninguém viu nada, ninguém sabe nada,
e a baleia de sal
virou pedra,
pela impotência de rostos
que sempre serão alheios
Página publicada em abril de 2107