ALBERTO DESTÉPHEN
Alberto Destephen. Honduras. Ingeniero Electricista Industrial (UNAH) Msc. En Matemática Educativa (UPNFM). Poeta, periodista, editor y gestor cultural. Reconocido en Perú.
Obras Publicadas: "Raíces Nocturnas", "Palabras con Tierra", "Manzanos del Edén", "La Cortesana", "Rugidos y Cantos de Pájaros", "Salve Invierno", las últimas 2 obras con CD musicalizado. Fundador y presidente de Grupo Literario "El Estoque", enlace por Honduras de ADECA; Presidente Representación de la Casa del Poeta Peruano en Honduras.
Otras Actividades: Director y coordinador de 5 ediciones del Boletín Cultural e Informativo "TRECE LUNAS" Coordina junto a Nancy Lara, la sección Cultural del Programa "Interpretando la Noticia" para Radio Globo, TV Globo digital e internet, promoviendo la lectura y la literatura. Anteriormente coordinó la sección cultural en el programa radial Tras La Verdad. Realiza actividades de lecturas de poesía en distintas comunidades y colegios de Honduras junto a otros miembros del Grupo Literario "El Estoque". Aparición en múltiples blogs y páginas web con poesías, ensayos, artículos y entrevistas.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
VARGAS, José Guillermo, compilador. Las Voces Encantadas. Lima: Maribelina – Casa del Poeta Peruano, 2016. 246 p. Ex. bibl. Antonio Miranda
UNIVERSOS PARALELOS
Yo era un número finito,
el interior de una noche, cuando te conocí.
Desembocaba en tantas orillas, recomiendo épocas y tiempos inmemorables, mucho antes que la nebulosa fuera.
Reinventaba al Dios Apolo
quien no perdía de vista los anaranjados limbos del otoño.
Existía dentro de esta esfera hacía miles de soles,
al otro lado de la formación del agua;
alrededor del libro de la existencia y las curvas del tropiezo.
Subsistía en el lineal tiempo de la desesperación, en la distorsión de la angustia por tu cuerpo.
Tú estabas en el universo paralelo de mis pretensiones,
donde respirabas mi angustia,
mi luz, mis partículas, mis moléculas...
lejana, a la otra orilla de mi caos;
a la orilla de la inconvexidad delirante.
Yo sofocaba las ambiciones recorriendo galaxias para conseguir los espacios de tus piélagos.
Descubrí las fuentes que germinaban de tus costillas, el secreto del tiempo; el padecimiento amarillo, el árbol de la vida... el vino que consume eternamente la desolación.
HIJO DE UNA DIOSA Y UN MORTAL
Confinado en la esfera de Dios,
abrigo tus espaldas con armaduras de amapolas.
Alcanzo el fuego que palpa el futuro.
Balanceándote en la cuerda ñoja del instante, caminas el sentido contrario de los besos, desapareces en los espirales de los deseos; fugitivo, tu cuerpo surca los muros de las neuronas.
Invisible a las gravedades de mis manos fecundas,
azarosamente no te encuentro,
te escapas como el agua en las manos inciertas.
Frente a los límites de la derrota, cumplo penas: el desequilibrio del caos, la distancia que no medí, el efecto dopler del dolor de lo que quedó afuera.
Eternidad, memoria de las pupilas
que encontraron en tus ojos los números reunidos,
el universo de un mar dilatado.
Son esferas descendentes desde cero,
subiendo la escala sin fin de los minutos del sufrimiento.
Estoy despierto
imputando la venganza,
el caos reaparece desesperado
en el aleph mundo en que estamos sacrificados.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA
UNIVERSOS PARALELOS
Eu era um número finito,
o interior de uma noite, quando te conheci.
Desembocava em tantas margens, recomendo épocas e tempos imemoriais, muito antes que a nebulosa fosse embora.
Reinventava o Deus Apolo
que não perdia de vista os alaranjados limbos do outono.
Existia dentro desta esfera há milhares de sóis,
do outro lado da formação de água;
arredor do livro da existência e as curvas do tropeço.
Subsistia no tempo linear do desespero, na distorção da angustia por teu corpo.
Tu estavas no universo paralelo de minha pretensões,
onde respiravas minha angústia,
minha luz, minhas partículas, minhas moléculas...
distante, na outra margem de mau caos;
na margem da convexidade delirante.
Eu sufocava as ambições recorrendo galáxias para conseguir os espaços de teus mares.
Descobri as fontes que germinavam de tuas costas, o segredo do tempo; o padecimento amarelo, a árvore da vida... o vinho que consome eternamente a desolação.
FILHO DE UNA DEUSA E UM MORTAL
Confinado Na esfera de Deus,
abrigo tuas costas com armaduras de amapolas.
Alcanço o fogo que apalpa o futuro.
Balançando-te na corda rude do instante, caminhas no sentido contrário dos beijos, desapareces nas espirais dos desejos; fugitivo, teu corpo sulca os muros de neurônios.
Invisível às gravidades de minhas mãos fecundas,
casualmente não te encontro,
escapas como a água em mãos incertas.
Diante dos limites da derrota, cumpro penas: o desequilíbrio do caos, a distância que não medi, o efeito duplo de dor do que restou por fora.
Eternidade, memória das pupilas
que encontraram en teus olhos os números reunidos,
o universo de um mar dilatado.
São esferas descendentes desde zero,
subindo na escala sem fim dos minutos de sofrimento.
Estou acordado
imputando a vergonha,
e o caos reaparece desesperado
no aleph mundo em que estamos sacrificados.
Página publicada em novembro de 2020
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