Foto: https://www.elespanol.com/
TINA ESCAJA
Tina Escaja, también conocida como Alma Pérez, es escritora, crítica literaria y artista digital nacida en Zamora, España, en 1965. Creció en Bellvitge, y en la actualidad reside en Burlington, Vermont (EE. UU.) en cuya universidad (Universidad de Vermont) ejerce la cátedra de Literatura Iberoamericana y el rango de Profesora Distinguida de Lenguas Romances y Estudios de Género.
Entre los galardones que ha recibido como investigadora y poeta se encuentran el Premio del Decanato por su labor docente y de investigación (Universidad de Vermont, 2010) y el Premio Hispanoamericano de Poesía Dulce María Loynaz en 2003 por su poemario Caída Libre.
Su trabajo digital y electrónico ha sido expuesto en museos y galerías internacionales.
Tina Escaja ha ejercido los cargos de Vicepresidenta y Presidenta de la Asociación de Género y Sexualidad (llamada anteriormente Asociación Internacional de Literatura y Cultura Femenina Hispánica), y de ALDEEU (Asociación de Licenciados y Doctores Españoles en EEUU); Presidenta de Feministas Unidas, Inc., y es Correspondiente de la ANLE (Academia Norteamericana de la Lengua Española).
Ver a extensa bibliografia da autora em https://es.wikipedia.org/
TEXTO EN ESPAÑOL - TEXTO EM PORTUGUÊS
LETRAS DE BABEL 3. Antología multilíngüe. Montevideo: aBrace editora, 2007. 200 p. ISBN 978-9974-8014-6-2
Ex. bibl. Antonio Miranda
Mujeres del mercado
Mujeres del mercado
que posan rutilantes de cachivaches y frutos.
Catálogos de bananas,
confitura de anaqueles,
la família numerosa,
y el adorno por sombrero ocasional.
Las manos reposando
como pájaros cansados en un mandil de sueños suspendidos.
Manos sabias de insistencias y declives,
de manejos de casaba, pan de coco,
paraíso de tubérculos, comadreo habitual
que dibuja una sonrisa
interrogante
o espléndida.
La próxima a las legumbres elabora el desafío y el desplante.
La más joven delibera todavía su condición de ancla sorda.
Casi todas aquilatan su momento de letargo,
serenísimas y justas,
apaciguadas, rendidas.
Mujeres grandes y niñas
que venden en mercados de la costa, de los llanos,
en este lado y en todos,
que ventilan con su escoba cotidiana,
al final de la mañana,
el raro fruto marchito de las jornadas idénticas.
De amores y bares
Los pilares de cerveza que se elevan por encima de los muros. Superan los resortes del trazado al tiempo que ella espera, recostada sobre el marco de madera,
maltratada, carcomido,
espera
las manos enlazadas, la falda corta y de volantes, sandalias
deportivas
y el esmalte
colorado.
El cabello casualmente recogido sobre el hombro
invita la mirada hacia el declive adolescente
de unos senos apresados
en la franja de la tela.
Espera la muchacha con su filtro de sonrisa
al cliente de cervezas,
la caricia de palabras o el desplante,
el asueto de las tardes reposadas con afán de envergadura.
El grito y estupor desmantelados
por la senda de los trece.
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
Mulheres do mercado
Mulheres do mercado
que pousam rutilantes de bugigangas e frutos.
Catálogos de bananas,
confeitos em prateleiras,
a família numerosa,
e o adorno como chapéu de ocasião.
As mãos repousando
como pássaros cansados em um avental de sonhos suspensos.
Mãos sábias de insistências e declives,
de manejos de casaba, pão de coco,
paraíso de tubérculos, fofoca habitual
que esboça um sorriso
interrogante
ou esplêndido.
A próxima aos legumes elabora o desafio e o desplante.
A mais jovem delibera ainda sua condição de ancora surda.
Quase todas aquilatam seu momento de letargo,
sereníssimas e justas,
apaziguadas, rendidas.
Mulheres maduras e meninas
que vendem em mercados da costa, das planícies,
neste lugar e em todos,
que ventilam coma sua escova quotidiana,
no final da manhã,
o fruto raro murcho das jornadas idênticas.
De amores e de bares
Os pilares de cerveja que se elevam por cima dos muros. Superam os recursos do traçado do tempo que ela espera, recostada sobre o quadro de madeira,
maltratada, carcomida,
espera
as mãos entrelaçadas, a saia curta e de babados, sandálias
desportivas
e o esmalte
colorido.
O cabelo casualmente recolhido sobre o ombro
incita a mirada para o declive adolescente
de uns seios comprimidos
na franja de um tecido.
Espera a jovem com seu filtro de sorriso
para o cliente de cervejas,
a carícia de palavras ou o desplante,
o sueto das tardes repousadas com afã de envergadura.
O grito e estupor desmantelados
pela senda dos treze.
Página publicada em agosto de 2020
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