POESÍA ANARQUISTA – SIGLO XX
Coordinación de OMAR ARDILA
Biografía y foto de es.wikipedia.org
ROSARIO DE ACUÑA
(1850-1923)
Librepensadora española. Cultivó todos los géneros literarios reflejando en ellos sus ideas comprometidas con la emancipación de la mujer y el anticlericalismo. También hizo manifiestas sus convicciones republicanas y su apasionada defensa de la libertad y el humanismo en medio de la España del Concordato, por lo que fue calificada como “harpía laica”, “hiena de putrefacciones” o “trapera de inmundicias”. O.A.
Rosario de Acuña y Villanueva (Madrid, 1 de noviembre de 1850 - Gijón, 5 de mayo de 1923) fue una escritora, pensadora y periodista española.1 Considerada ya en su época como una de las más avanzadas vanguardistas en el proceso español de igualdad social de la mujer y el hombre —y los derechos de los más débiles en general. Nacida en una familia emparentada con la aristocracia,a se mostró desde muy pronto como una mujer íntegra, creativa e indomable. Su talante librepensador de ideología republicana y su corta pero valiente y provocadora producción teatral, la convirtieron en una figura polémica y en objetivo de las iras de los sectores más conservadores de la España de la segunda mitad del siglo XIX y primer cuarto del siglo XX. (...)
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
ANTOLOGÍA ANARQUISTA ... siglo XXI. Selección, prólogo & reseñas de Omar Ardila. Bogotá: Un Gato Negro Editores, 2013. 191 p. ‘ ISBN 978-958-46-24-89-5 Ex. bibl. Antonio Miranda
LA MAREA
Ya se escucha en las orillas
el rumor de la marea;
vendavales de Dolores
traen sus olas turbulentas.
Son lamentos y sollozos de incontables
muchedumbres
que sufrieron el martírio bajo el yugo de la fuerza;
viene henchida de agonias;
¡Ya se acerca!
Es el grito del espanto del minero que sucumbe
asfixiado por el fuego en la entraña de la tierra,
siendo el lodo del abismo tenebroso su mortaja,
no dejando más que el hambre
por herencia.
Es el grito del que cae de una cumbre del
palácio,
jaspeando con su sangre el vestibulo de piedra,
donde luego, vanamente, clamarán sus
pequeñuelos
cuando vayan mendigando
por las puertas.
Es el grito sin consuelo de la inmensa
desventura,
de la virgen que se vende, de la virgen que se
entrega
fustigada en su abandono por el látigo del
hombre
y agobiada de cansancio
y de miseria.
Es el llanto de amargura de la infancia sin
amparo,
que tirita, escarchada por el hielo su cabeza,
disputando fieramente con los perros
vagabundos
el mendrugo enmohecido
de la cena.
Son los ayes de los pobres desvalidos viejecitos
que agotaron trabajando como honrados, la
existencia,
y se mueren solitarios en rincón abandonado
siendo escarnio de los hombres
su tristeza.
Son los gritos de los seres humillados y
vencidos
que formaron hondos mares con sus lágrimas
de pena;
¡hondos mares tormentosos de corrientes
desbordadas,
donde rugen huracanes
y centellas!
Ya se escucha en las orillas
el rumor de la marea;
no habrá rocas, ni aún las altas,
que resistan los embates de sus olas turbulentas;
viene henchidas de agonias;
¡Ya se acerca!...
LA GAVIOTA
Océano, no tiemblo, no me espantas;
tus olas imponentes
se quiebran espumosas a mis plantas
y los pardos celajes de tu cielo,
de la centella henchidos,
siempre quedan vencidos
por mi gigante y poderoso vuelo;
busco en tus tempestades
la codiciada presa,
cruzo sin descansar tus soledades,
arrostro el huracán y salgo ilesa,
y en el peñón desierto,
por los cielos tan solo conocido,
tengo el tranquilo puerto,
alcázar de mi amor y de mi miedo.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
A MARÉ
Já se escuta pelas margens
o rumor da maré;
vendavais de Dolores
trazem suas ondas turbulentas.
São lamentos e soluços de incontáveis
multidões
que sofreram o martírio sob o jugo da força;
vem repleta de agonias;
Já se aproxima!
É o grito do espanto do mineiro que sucumbe
asfixiado pelo fogo na entranha da terra,
sendo o lodo do abismo tenebroso sua mortalha,
não deixando mais que a fome
como herança.
É o grito de quem cai de uma cumeeira do
palácio,
jaspeando com seu sangre o vestíbulo de pedra,
onde logo, vãmente, clamarão por seus
meninos
quando saiam mendigando
pelas portas.
É o grito sem consolo da imensa
desventura,
da virgem que se vende, da virgem que se
entrega
fatigada em seu abandono pelo látigo do
homem
e exausta de cansaço
e de miséria.
É o pranto de amargura da infância sem
amparo,
que tirita, congelada pelo gelo sua cabeça,
disputando feramente com os cães
vagabundos
o pedaço mofado
da cena.
São os ais dos pobres desvalidos velhinhos
que se esgotaram trabalhando como honrados,
a existência,
e se morrem solitários em um canto abandonado
sendo escárnio dos homens
sua tristeza.
São os gritos dos seres humilhados e
vencidos
que formaram profundos mares com suas lágrimas
de pena;
profundos mares tormentosos de correntes
desbordadas,
onde rugem furacões
e relâmpagos!
Já se escuta nas margens
o rumor da maré;
não haverá rochas, nem mesmo as altas,
que resistam os embates de suas ondas turbulentas;
vêm cheias de agonia;
Já se aproximam!...
A GAVIOTA
Oceano, não tiemo, não me espantas;
tuas ondas imponentes
se rompem espumosas em minhas plantas
e as pardas clarabóias de teu céu,
de centelha enchidos,
sempre ficam vencidos
por meu gigante y poderoso voo;
busco en tuas tempestades
a cobiçada presa,
cruzo sem descansar tuas soledades,
assado o furacão e saio ilesa,
e no penhasco deserto,
pelo céu apenas conhecido,
tenho o tranquilo porto,
fortaleza do meu amor e de meu medo.
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Página publicada em outubro de 2018
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