POESIA ANARQUISTA
Coordinación de OMAR ARDILA
MIGUEL ALONSO SOMERA
Lugar y año de nacimiento desconocidoss. En 1937 aparecieron tres poemas escritos em extremeño en las revistas, Nosotros y Fragua social de Valencia, en la sección dedicada a la Lira extremeña, junto a otros versos de Pedro Garfias, Felix Paredes, Emilio Prados y Antonio Agraz. Es un poeta ignorado en Extremadura a pesar de haber compuesto sus obras en el habla sencilla y característica de las gentes de esa región. Ademáss, escribía en el Órgano del Comité Regional de la CNT.
TEXTO EN ESPAÑOL - TEXTO EM PORTUGUÊS
ANTOLOGÍA ANARQUISTA poesía / siglo XX …/ Selección, prólogo & reseña de Omar Ardila. Bogotá: Un Gato Negro Editores, 2013. 200 p. ISBN 978-958-46-2490-1. 14 x 21 cm. Ex. bibl. Antonio Miranda.
YA NO CANTA EL LABRADOR
Mordiscos del azadón
cortan, a cachos, la tierra;
y las gotas de sudor
que el labrador vierte en ella
mimosamente la empapan
y dulcemente la besan...
Hecha guitarra de plata
y de cristal, uma acequia
pone música al paisaje
de perspectivas labriegas.
El aire en el olivar,
de los ramajes se cuelga,
para que alegres, la ramas,
repiquen sus castañuelas
adornadas con modroños
de aceitunas verdinegras...
Graciosas risas de esquilas
se persiguen por la sierra;
y cantan entre los surcos,
las alondras mañaneras...
—Díme, labrador amigo
¿Por qué tu voz ya no alegra
con sus tonadas las horas
monótonas de la brega?...
¿No tiene amores,
con aquella moza morena
como el pan que lentamente
cuece en el horno la leña?
Canta el pájaros; la esquirla,
el olivar y la acequia...
¿Por qué no canta el labriego?
¿Por qué está serio? ... Contesta.
Me miró, fijo, a la cara.
Siguió, luego, su tarea;
y estas palabras me dijo
con la voz rota de pena:
— ¿Cómo quié usté que yo canti
ni canti quien jondu sienta
cuando lo mejó d´España
está muriendo en la guerra
que nos trajeron cobardes
sin corazón ni verguenza?...
Mordiscos del azadón
cortan a cachos, la tierra...
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
JÁ NÃO CANTA O LAVRADOR
Mordidas de enxada
cortam, um punhado, de terra;
e as gotas de suor
que o lavrador verte nela
graciosamente a encharcam
e docemente a beijam...
Como violão de prata
e de cristal, um canal de irrigação
põe música na paisagem
de perspectivas laborais.
O ar no olival,
desliza nas ramagens,
soem as castanholas
adornadas com cascas
de azeitonas verdinegras...
Risos divertidos de chocalhos
perseguem pela serra;
e cantam entre os sulcos,
as cotovias matinais...
—Diga-me lavrador amigo:
¿Por que tua voz já não alegra
com suas toadas as horas
monótonas da labuta?
Não tens amores,
com aquela moça morena
como o pão que lentamente
assa no forno a lenha?
Canta o pássaro, a tosquia,
o olivar e o canal de irrigação...
Por que não canta o lavrador?
Por que está tão sério? ... Responda.
Mirou-me, fixamente, a cara.
Continuou, depois, sua tarefa:
e estas palavras me disse
com a voz rota de pena:
—Cumé que vosmicê qué eu canti
nem cantá quem fundo sente
quandu o mió d´Espanha
está morrendo na guerra
que nos trouxero os covarde
sem coração nem vergonha?...
Mordidas de enxada
cortam, um punhado, de terra...
Página publicada em dezembro de 2018
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