POESÍA ESPAÑOLA
Coordinación de Aurora Cuevas Cerveró
(Universidad Complutense de Madrid)
http://www.nyu.edu/
LUIS MUÑOZ
nació en Granada en 1966, en cuya universidad se licenció en Filología Española y en Filología Románica. En su ciudad natal dirigió el Aula de Literatura de la Universidad (1992-2000) y desde su fundación hasta su cierre (1992-2002) la revista de poesía Hélice.
En 1994 preparó el libro colectivo El lugar de la poesía y ha traducido, entre otros autores, a Giuseppe Ungaretti (El cuaderno del viejo, Pre-Textos, 2000). En 2008 comisarió la exposición Gallo. Interior de una revista sobre la publicación dirigida en 1928 por Federico García Lorca.
Su obra poética hasta 2005 está recogida en el volumen Limpiar pescado. Poesía reunida 1991-2005 (Visor, 2005). Ha publicado los libros de poemas Septiembre (Hiperión, 1991), Manzanas amarillas (Hiperión,1995), El apetito (Pre-Textos,1998), Correspondencias (Visor, 2001) y Querido silencio (Tusquets, 2006).
Actualmente es profesor visitante en la Universidad de Iowa, Estados Unidos.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
Sí y no
(Con W. H. Auden)
¿Los recuerdos se alegran si apareces?
¿Duermen su noche eterna y cuando pasas
fingen vigilar?
¿Pueden vivir en una silla
o en los climas cautivos de una conversación?
¿Lo saben si son dulces?
¿Abandonan alguna vez?
¿Pertenecen a quien no los toma en serio?
¿Se cultivan mejor de noche?
¿Se cruzan en el cielo como estelas de avión?
¿Huyen si los convocas?
¿Se hacen pasar por otros?
¿Se encuentran con que tiran
dos del mismo hilo?
¿Son capaces de ideas?
¿Se les nota qué son
entre el resto de espíritus?
¿Terminan estallando como pompas al aire?
¿Han sentido la gana de no ser?
¿Acometen acciones por su cuenta?
¿Se recargan
sin que nadie los toque?
¿Van perdiendo palabras en su ruta?
¿Sufren de vértigo? ¿Nunca se equivocan?
¿Pueden ser inocentes?
¿Se despegan de un sitio
para pegarse a otro?
¿Les atraen sus contrarios, es decir,
los olvidos,
las pistas del presente?
¿De verdad se repiten?
¿Son trozos de película?
¿Son más como conservas?
¿Se creen importantes?
¿Se encuentran atractivos?
¿Detestan competir
con las fotografías?
¿Organizan viajes a la nada ida y vuelta?
Puerta de discoteca al amanecer
Menos de lo que puedes.
Alrededor, luces de sirenas
por la pelea que, de pronto, va a menos.
Intimidad impermeable
a las miradas o al ruido.
La holografía tomada
con un sensor secreto,
pide: lanzarse.
Menos de lo que puedes.
Me das lo que te sobra.
En el viejo bordillo de la acera,
paletadas de luz
con un acercamiento contagioso.
Lo que no vas a usar.
No lo que esperas.
No las semillas.
(De Manzanas amarillas)
Índices
Muchos elegimos lo mismo.
Abrevamos en una sola fuente.
Hablamos con la hiena.
Desgranamos el blanquinegro fruto
de las tardes perpetuas,
constantemente cortas.
Amagamos con ir y no parar,
y con romper del todo.
Miramos desde un borde.
El factor común
Cruzo mi cuerda floja
entre dos árboles.
Cielo de huevas púrpura,
aire hinchado, olor
a gato muerto y rosas.
No estoy pensando en nada
que no sea el siguiente paso,
pero mi pensamiento tira
de los bolsillos
como si acarreara piedras,
y aumentasen.
Alrededor van los demás,
cuerdas flojas cruzadas
que forman una red centelleante.
De cuando en cuando, tiemblan.
Se sacuden de pronto,
igual que un perro el agua.
Contracciones, tirones,
caídas al vacío (pero en sordina,
como si no tuviesen nada
en absoluto que perder)
de cuando en cuando.
(De El apetito)
OCHO DE LA MAÑANA
Le miro cómo duerme enredado en al sábana.
La esponja del descanso le borra los sentidos.
Deja pasar dos planchas moteadas de luz
la ventana entreabierta,
picotea en el borde de un tiesto de geranios
un gorrión tremante
con ojos de cabeza de alfiler
y el picoteo se hace
del ritmo de una frase inquisitiva.
Pero no se despierta.
Se abraza a la almohada, se hunde como en nubes
y me atrapa el volverse alzando una rodilla.
No sé si formo parte de su sueño.
Querer es una escala y no sé si alcanza al sueño.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
Sim e não
(Com W. H. Auden)
As lembranças se alegram se apareces?
Dormem sua noite eterna e quando passas
fingem vigiar?
Podem viver numa cadeira
ou em climas cativos de uma conversa?
Sabem se são doces?
Abandonam alguma vez?
Pertencem a quem não leva a sério?
São cultivados melhor de noite?
Cruzam-se no céu como rastros de avião?
Fogem quando são convocados?
Tentam passar como outros?
Encontram-se com o que tiram
do mesmo fio?
São capazes de ideias?
São percebidos como sendo
parte do resto de espíritos?
Terminam explodindo como pompas no ar?
Sentiram a vontade de não serem?
Realizam ações por conta própria?
E se recarregam
sem que ninguém os toque?
Vão perdendo palavras pelo caminho?
Sofrem alguma vertigem? Nunca se equivocam?
Podem ser inocentes?
Se desprendem de um lugar
para ligar-se a outro?
São atraídos por seus contrário, vale dizer,
os olvidos,
as pistas do presente?
Em verdade, se repetem?
São fragmentos de filme?
São mais como conservas?
Se julgam importantes?
São atrativos?
Detestam competir
com as fotografias?
Organizam viagens ao nada, com ida e volta?
Porta de discoteca no amanhecer
Menos do que podes.
Arredor, luzes de sirenes
pela briga que, de repente, arrefece.
Intimidade impermeável
aos olhares ou ao ruído.
A holografia tomada
com um sensor secreto,
pede: lançar-se.
Menos do que podes.
Me das o que sobra.
No velho meio-fio da calçada,
palhetadas de luz
com uma aproximação contagiosa.
O que não vais usar.
Não o que esperas.
Não as sementes.
(De Manzanas amarillas)
Índices
Muitos de nós elegemos o mesmo.
Abrevamos en una sola fuente.
Hablamos con la hiena.
Desgranamos el blanquinegro fruto
de las tardes perpetuas,
constantemente cortas.
Amagamos con ir y no parar,
y con romper del todo.
Miramos desde un borde.
O fator comum
Pulo minha corda frouxa
entre as árvores.
Céu de ovas púrpuro,
ar inchado, odor
de gato morto e rosas.
Não estou pensando em nada
que não seja o passo seguinte,
mas meu pensamento retira
dos bolsos
como se removesse pedras,
e aumentassem.
Arredor vão os demais,
cordas frouxas cruzadas
que formam um rede cintilante.
De vez em quando, tremem.
Se sacodem de repente,
como um cão a água.
Contrações, puxões,
quedas no vazio (mas em surdina,
como se não tivessem
absolutamente nada que perder)
de vez em quando.
(De El apetito)
OITO DA MANHÃ
Reparo como dorme enrolado no lençol.
A esponja do descanso apaga os sentidos.
Deixar passar pranchas manchadas de luz
a janela entreaberta,
picotada na beirada de um vaso de gerânios
um pardal trêmulo
com olhos de cabeça de alfinete
e picotear se faz
ao ritmo de uma frase inquisitória.
Mas não acorda.
Se abraça à almofada, afunda como em nuvens
e me agarra ao mover-se levantando um joelho.
Não sei se me incorporo ao seu sonho.
Querer é um escala e não sei se alcança o sonho.
Página publicada em março de 2016
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