JULIETA VALERO
(Madrid, 1971). Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense, es autora de los poemarios Altar de los dias parados (Madrid, Bartleby, 2003), Los Heridos Graves (Barcelona, DVD, 2005, IV Prémio de Poesía Radio Joven de RNE-R3) y Autoría (Barcelona, DVD, 2010, XXII Prémio de Poesía Cáceres Património de a Humanidad) y de un breve ensayo a la reedición de Teatro de operaciones, de António Martínez Sarrión (Madrid, Bartleby, 2010). Ha trabajado siempre como editora y desde 2008 es coordinadora en la Fundación Centro de Poesía "José Hierro".
Domingo. Resaca. El libre albedrío
Asumirse como océano donde pueden acontecer grandes olas
y bancos de peces en realidad muy solitarios.
El verde más sobrenatural lo perderá todo porque en definitiva
[el Sol es quien manda.
El ejercicio de la libertad no existe pero habrá que disimular
— un hallazgo que a menudo sucede en la compra, en el baño —.
Lo posible es entonces manejar el volumen o tiempo que convienen
la exposición, el esponjado, la séptima dermis.
La resaca, por ejemplo, desviste la conciencia
y acontecen cosas así:
Desde mi ventana el vuelo del primer pólen permite anticipar abril
y germino en la falda o infelicidad de esa mujer que carga niña,
periódico, domingo.
Luego subo al tren que toda calle propone hacia el pasado
y concluyo que la desgracia fue siempre el descrédito del amor
tras lo cual queda el paso a la ternura, el resfriado, la finitud con
su ausencia de liguero
Si no se aguanta la intensidad tres recados aseguran la poda de [una vida.
Mucho más estimulante que el cuero, la cópula visible o anidar
[en la secretaria es saberse mortal y pretender compañía
Por mi parte prefiero negociar con la luz y recomiendo la elegancia
como férula y techo.
Pero hay mil maneras de ponerle la letra a este crimen.
En algunas latitudes se limitan a bailar.
Domingo. Ressaca. O livre arbítrio
Assumir-se como oceano onde pode a acontecer grandes ondas
e bandos de peixe em verdade muito solitários.
O verde mais sobrenatural desaparece inteiramente porque em
definitivo o Sol é que manda.
O exercício da liberdade não existe mas devemos dissimular
— uma surpresa que habitualmente acontece na compra, no banho —.
O possível é então controlar o volume o tempo que convém a exposição,
o esponjoso,
E a sétima derme.
A ressaca, por exemplo, desveste a consciência
e acontecem coisas assim:
Desde minha janela o voo do primeiro pólen permite antecipar abril
e germino na saia ou infelicidade desta mulher que carrega criança,
jornal, domingo.
Depois subo no trem que toda rua propõe ao passado
e concluo que a desgraça foi sempre o descrédito do amor
depois do qual um passo à ternura, o resfriado, a finitude com sua ausência
de liga
Se não se agüenta a intensidade três recados garantem a poda de uma
vida.
Muito mais estimulante que o couro, a cópula visível ou aninhar
na secretaria é saber-se mortal e querer companhia
De minha parte prefiro negociar com a luz e recomendo a elegância como
férula e teto.
Mas há mil maneira de colocar a letra neste crime.
Em outras latitudes se limitam a dançar.
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Sidharta no Google
A história do jovem príncipe que sai do palácio
e descobre de repente a doença e a morte,
a estafa. Tudo aconteceu tão de repente. A frustração
encantadora, como o sexo. E necessária. Devemos
comer muita fruta e entender o Islã
e que o dia também desejaria ter vinte e quatro hora
para nós. Mas há, sei lá, um erro
na estrutura; dentro e fora, quem sabe.
O mais grave de tudo, o olhar.
A pele, o mais delicado.
E há uma forma de chateação
saudável, a falta de drogas.
Aqui premiam o fim da juventude com uma água-furtada.
Hoje eu vi uma cigarra aninhando na ponta
de um guindaste descomunal e vi
a diagonal da necessidade traçada por um galgo
Nunca saberei do que fugia o jurado
não levará em conta minha comoção mas sim
a maneira como explico a atividade de atar gente.
Com tempo e um quarto mais
ou menos vazio muitos de nós não decepcionam.
Os que têm filhos acedem a formas netas de desespero.
Os do hemisfério sul não têm problemas com o abstrato.
Mas desconfiam dos furacões.
Siddharta en Google
La historia del joven príncipe que sale de palacio
y descubre de pronto la enfermedad y la muerte,
la estafa. Todo ha sucedido tan rápido... La frustración,
encantadora, como el sexo. Y necesaria. Debemos
tomar mucha fruta y comprender el islam
y que el día también desearía tener veinticuatro horas
para nosotros. Pero hay, no sé, un error
de estructura; afuera y adentro, quizá.
El más grave de todos la mirada.
La piel el más delicado.
Y hay una forma de aburrimiento
saludable, la ausencia de drogas.
Aqui premian el final de la juventud con un ático.
Hoy he visto una cigüena anidar en la punta
de una grúa desmesurada y he visto
la diagonal de la necesidad trazada por un galgo.
Nunca sabre de que huía el jurado
no tendrá en cuenta mi conmoción pero sí
el modo en que explico la afición a atar gente.
Con tiempo y una habitación más
o menos vacía muchos de nosotros no decepcionan.
Los que tienen hijos acceden a formas netas de desesperación.
Los del hemisferio sur no tienen problemas con lo abstracto.
Sí desconfian de los huracanes.
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De
Julieta Valero
LOS HERIDOS GRAVES
Barcelona: DVD Poesía, 2005. 102 p.
"IV Premio de Poesía Jovem Radio 3"
VOLUNTAD DE OLVIDO
Introduciéndole al pulmón de cada hora
el accesorio de vuelo que encontraremos en el bolsillo
se obtendrá
la ingravidez de los niños o de las playas
— que no es tal
sino sutil y amoroso engaño
de sedimentación —
pero no importa.
Porque una cópula perfecta de prisa y luz dejará
a nuestros pies el cadáver pulposo de la cautela
ante los ojos una mañana doncella de cada cual.
Comerá en nuestra mano el perro de la identidad
alumbraremos sueños verticales y dulces en los que
ni los prados ni el mar perderán dignidad al acercarse.
Los recuerdos serán al fin una apócrifa caricia
sin raíces ni sal.
VONTADE DO OLVIDO
Introduzindo-me no pulmão de cada hora
o acessório de voo que encontraremos no bolso
obtêm-se
a ingravidez das crianças ou das praias
— que não é tal
senão sutil e amoroso engano
de sedimentação —
mas não importa.
Porque uma cópula perfeita depressa e luz deixará
aos nossos pés o cadáver polpudo da cautela
ante os olhos uma manhã donzela de cada qual.
Comerá em nosso mão o cão da identidade
alumbraremos sonhos verticais e doce em que
nem os prados nem o mar perderão dignidade ao aproximar-se.
As lembranças serão afinal uma apócrifa carícia
sem raízes nem sal.
Página publicada em novembro de 2010
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