JUAN RUIZ, El ARCIPRESTE DE HITA
(¿1283?‑¿1350?)
Juan Ruiz, mejor conocido por El Arcipreste de Hita, vivió a mediados del siglo XIV, de acuerdo a los datos cronológicos de las publicaciones de sus libros, nunca pudo concretarse el año de nacimiento ni el de su muerte, ni siquiera pudo ubicarse el lugar exacto de su nacimiento, sospechando unos que fue Alcalá de Henares y otros la ciudad de Guadalajara. Pero el caso de El Arcipreste no es el único. Muchos otros escritores de este período medieval corrieron la misma suerte.
Por algunos datos sabemos, o, por lo menos, tenemos suficientes indicios para formar un juicio sobre su vida y famosa obra, El Libro de Buen Amor. Según algunos historiadores parece ser que lo escribió en la cárcel, durante los doce o trece años que duró el castigo impuesto por el poderoso arzobispo cardenal de Toledo, don Gil, quien, a su vez, fue consagrado por uno de los papas espurios de Aviñón que hubo en aquel tiempo.
Fuente: www.los-poetas.com
Tradução ainda inédita especialmente cedida pelo autor José Jeronymo Rivera.
TEXTO EN ESPAÑOL / TEXTO EM PORTUGUÊS
ELOGIO DE LA MUJER CHIQUITA
Quiero abreviar, señores, esta predicación
porque siempre gusté de pequeño sermón
y de mujer pequeña y de breve razón,
pues lo poco y bien dicho queda en el corazón.
De quien mucho habla, ríen; quien mucho ríe es loco;
hay en la mujer chica amor grande y no poco.
Cambié grandes por chicas, mas las chicas no troco.
Quien da chica por grande se arrepiente del troco.
De que alabe a las chicas el Amor me hizo ruego;
que cante sus noblezas, voy a decirlas luego.
Loaré a las chiquitas, y lo tendréis por juego.
¡Son frías como nieve y arden más que el fuego!
Son heladas por fuera pero, en amor, ardientes;
en la cama solaz, placenteras, rientes,
en la casa, hacendosas, cuerdas y complacientes;
veréis más cualidades tan pronto paréis mientes.
En pequeño jacinto yace gran resplandor,
en azúcar muy poco yace mucho dulzor,
en la mujer pequeña yace muy gran amor,
pocas palabras bastan al buen entendedor.
Es muy pequeño el grano de la buena pimienta,
pero más que la nuez reconforta y calienta:
así, en mujer pequeña, cuando en amor consienta,
no hay placer en el mundo que en ella no se sienta.
Como en la chica rosa está mucho color,
Como en oro muy poco, gran precio y gran valor,
como en poco perfume yace muy buen olor,
así, mujer pequeña guarda muy gran amor.
Como rubí pequeño tiene mucha bondad,
color virtud y precio, nobleza y claridad,
así, la mujer chica tiene mucha beldad,
hermosura y donaire, amor y lealtad.
Chica es la calandria y chico el ruiseñor,
pero más dulce cantan que otra ave mayor;
la mujer, cuando es chica, por eso es aún mejor,
en amor es más dulce que azúcar y que flor.
Son aves pequeñuelas papagayo y orior,
pero cualquiera de ellas es dulce cantador;
gracioso pajarillo, preciado trinador,
como ellos es la dama pequeña con amor.
Para mujer Pequeña no hay comparación:
terrenal paraíso y gran consolación,
recreo y alegría, placer y bendición,
mejor es en la prueba que en la salutación.
Siempre quise a la chica más que a grande o mayor;
¡escapar de un mal grande nunca ha sido un error!
Del mal tomar lo menos, dícelo el sabidor,
por ello, entre mujeres, ¡la menor es mejor!
(LIBRO DE BUEN AMOR, 1330)
TEXTO EM PORTUGUÊS
ELOGIO DA MULHER BAIXINHA
(Tradução de José Jeronymo Rivera)
Quero abreviar, senhores, a minha pregação,
pois sempre apreciei o pequeno sermão
e a mulher que é pequena e de breve razão,
pois o pouco e bem dito agrada ao coração.
Riem do falastrão, e quem ri muito é louco;
há na mulher miúda amor grande e não pouco.
À grande eu preferi a pequena, e não troco:
quem o contrário faz se arrepende do troco.
A que as baixinhas louve já o Amor fez-me o rogo:
que lhes cante as nobrezas, recitá-las vou logo.
Louvarei as pequenas, podeis tê-lo por jogo:
são frias como a neve, queimam mais do que o fogo!
São geladas por fora, mas no amor são ardentes;
na cama, diversão, prazenteiras, ridentes;
em casa, laboriosas, cordatas, complacentes;
vereis mais qualidades se esforçais vossas mentes.
Do jacinto menor sempre é grande o esplendor;
em açúcar mui pouco há sobejo dulçor;
da mulher pequenina é muito grande o amor:
poucas palavras bastam ao bom entendedor.
Muito pequeno é o grão da gostosa pimenta,
porém mais do que a noz reconforta e acalenta;
se a mulher é baixinha, quando o amor a aferventa
prazer não há no mundo a que não esteja atenta.
Da rosa mais pequena é muito rica a cor,
e no ouro, ainda se pouco, há beleza e há valor;
do perfume menor se sente mais o olor,
assim mulher miúda esconde um grande amor.
Como o rubi pequeno tem muita qualidade,
virtude, cor e preço, nobreza e claridade,
toda mulher pequena é sempre uma beldade:
tem graça, tem donaire, tem amor, tem bondade.
A calhandra é pequena, o rouxinol menor,
porém mais doce cantam que ave qualquer maior;
a mulher, se é miúda, por isso ainda é melhor,
pois no amor é mais doce que o açúcar e que a flor.
Canários são pequenos, e os há de vária cor,
qualquer deles, porém, sempre é bom cantador;
gracioso passarinho, precioso trinador
como eles é a mulher pequena com amor.
Para a mulher baixinha não há comparação:
paraíso terrestre, ideal consolação,
alegria e recreio, prazer e bendição,
bem melhor é na prova do que na saudação.
Sempre quis à pequena mais que à grande ou maior;
de um mal grande escapar não foi nunca um favor!
Do mal querer o menos, diz o que é sabedor,
por isso, entre as mulheres, a baixinha é a melhor!
(LIBRO DE BUEN AMOR, 1330)
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