POESÍA ESPAÑOLA
Coordinación de AURORA CUEVAS CERVERÓ
Universidad Complutense de Madrid
JUAN CARLOS MESTRE
nació en Villafranca del Bierzo, en 1957.
Su primer poemario fue "Siete poemas escritos junto a la lluvia". A éste le siguió "La visita de Safo". Con su tercer poemario, “Antífona del otoño en el valle del Bierzo", publicado en 1982, resultó ganador del Premio Adonáis.
En 1987, durante su estancia de varios años en Chile, publicó "Las páginas del fuego" y, más tarde, de regreso a España, "La poesía ha caído en desgracia", por el que se le otorgó en 1992 el Premio "Jaime Gil de Biedma".
Con "La tumba de Keats", escrito y editado durante su estancia en Italia como becario de la Academia de España en Roma, fue galardonado con el "Premio Jaén de poesía" de 1999.
Como grabador ha obtenido la Mención de Honor, 1999 en el Premio Nacional de Grabado de la Calcografía Nacional (1999) y en la VII Bienal Internacional de Grabado de Orense (2002). Ha expuesto su obra gráfica y pictórica en España, Europa y América, editado libros de artista y realizado grabaciones discográficas junto a músicos como Amancio Prada, Luis Delgado, José Zárate o Pedro Sarmiento. En sus recitales poéticos se suele acompañar musicalmente con un acordeón o cualquier otro instrumento que considere oportuno. Fuente: wikipedia
TEXTO EM ESPAÑOL - TEXTO EM PORTUGUÊS
XII FESTIVAL DE POESIA DE GRANADA, NICARAGUA, 2016. 14 ql 20 de Febrero de 2016. Memoria poética. 105 poetas, 50 países. Managua: 2017. 186
CAVALO MORTO
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lêdo Ivo. Un poema de Ledo Ivo es una luciérnaga que busca una moneda perdida. Cada moneda perdida es una golondrina de espaldas, posada sobre la luz de un pararrayos. Dentro de un pararrayos hay un bullicio de abejas prehistóricas alrededor de una sandía. En Cavalo Morto las sandías son mujeres semidormidas que tienen en medio del corazón el ruido de un manojo de llaves.
Cávalo Morto es un lugar que existe en un poema de Ledo Ivo.
Lêdo Ivo es un hombre viejo que vive en Brasil y sale en las antologías con cara de loco. En Cavalo Morto los locos tienen alas de mosca y vuelven a guardar en su caja las cerillas quemadas como si fuesen palabras rozadas por el resplandor de otro mundo. Otro mundo es el fondo de un vaso, un lugar donde lo recto tiene form de herradura y hay una sola calle forrada con tela de gabardina.
Cávalo Morto es un lugar que existe en un poema de Ledo Ivo.
Un lugar que existe en un poema de Ledo Ivo es un río que madruga para ir a fabricar el agua de las lágrimas, pequeñas mentiras de lluvia heridas por una púa de acacia. En Cavalo Morto los aviones atan con cintas de vapor el cielo como si las nubes fuesen un regalo de Navidad y los felices y los infelices suben directamente a los hipódromos eternos por la escalerilla del anillador de gaviotas.
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lêdo Ivo.
Un poema de Ledo Ivo es el amante de un reloj de sol que abandona de puntillas los hostales de la mañana siguiente. La mañana siguiente es lo que iban a decirse aquellos que nunca llegaron a encontrarse, los que aún así se amaron y salen del brazo con la brisa del anochecer a celebrar el cumpleaños de los árboles y escriben partituras para el timbre de las bicicletas.
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lêdo Ivo. Lêdo Ivo es una escuela llena de pinzones y un timonel que canta en el platillo de leche. Lêdo Ivo es un enfermero que venda las olas y enciende con su beso las bombillas de los barcos. En Cavalo Morto todas las cosas perfectas pertenecen a otro, como pertenece la tuerca de las estrellas marinas al saqueador de las cabezas sonámbulas y el cartero de las rosas del domingo a la coronita de luz de las empleadas domésticas.
Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lédo Ivo.
En Cavalo Morto cuando muere un caballo se llama a Lêdo Ivo para que lo resucite, cuando muere un evangelista se llama a Lêdo Ivo para que lo resucite, cuando muere Lêdo Ivo llaman al sastre de las mariposas para que lo resucite. Háganme caso, los recuerdos hermosos son fugaces como las ardillas, cada amor que termina es un cementerio de abrazos y Cavalo Morto es un lugar que no existe.
DISIDENTES - ANTOLOGÍA DE POETAS CRÍTICOS ESPAÑOLES (1990-2014) Selección y edición de Alberto García-Teresa. Madrid: La Oveja Roja, 2015. 449 p. 13,5x21,5 cm. ISBN 978-84-16227-04-4 Ex. bibl. Antonio Miranda
1986
“Y hubo negación en los niños y en los que resisten
la tortura por causas justas y en los que estaban
poseídos por la amistad.” ANTONIO GAMONEDA
Hoy onde de septiembre y en estado de sitio junto al mar muy
tristemente cito lo que veo em um cáliz de arena bebe la sed cu-
chillos vivos en un jardin de piedra cantan los pájaros ahogados
el mideo es un oscuro animal resplandeciente que vive en un
paisaje con campos de mercúrio la muerte un astro ciego de
párpados cansados la muerte es uma estatua con ojos de rocío.
Hoy once de septiembre y en estado de sitio mi corazón es uma
calle por donde v ala sange dando gritos lo cruel es la ceniza
el perro moribundo qu lame junto al río los ojos de la luna
por el aire van los lábios de las muchachas muertas hablándole a la vida com brasas perfumadas por el aire v ala hierba com tallos de cristal tumbas de menta y uma claridade de autora y una oscuridad de celda.
Hoy onde de septiembre y en estado de sitio, junto al mar muy tristemente cito lo que veo como la blanca sábana que envolviera um cuerpo cruzan la ciudad caballos de cal viva cruza la noche desolada amargo el corazón en la ciudad cercada uma bestia de melancolía libertad que anoche todo el día mi voz no es la belleza passa un ángel
sobre el inmóvil filo de uma espada.
De La poesía há caído en desgracia (2014)
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
1986
“E houve negação nas crianças e nos que resistem
a tortura por causas justas e nos que estavam
possuídos pela amizade. ANTONIO GAMONEDA
Hoje onze de setembro e em estado de sítio junto ao mar muito
tristemente cito o que vejo em um cálice de areia bebe a sede facas vivas
em um jardim de pedra cantam os pássaros afogados o medo é um
escuro animal resplandecente que vive numa paisagem com campos de
mercúrio a morte um astro cego de pálpebras cansadas a morte é uma
estátua com olhos de névoa.
Hoje onze de setembro e em estado de sítio meu coração é uma rua
por onde vai o sangue gritando o cruel é a cinza o cão moribundo que
lambe junto ao rio os olhos da lua pelo ar vão os lábios das moças mortas
dizendo-lhe à vida com brasas perfumadas pelo ar vai a erva com talos de cristal túmulos de menta e uma claridade de aurora e uma escuridão
de cela.
Hoje onde de setembro e em estado de sítio, junto ao mar muito
tristemente cito o que vejo como o branco lençol que envolvera o corpo
cruzam a cidade cavalos de cal vivo cruza a noite desolada amargo o
coração na cidade cercada uma besta de melancolia liberdade sob palavra
de liberdade que ontem à noite todo o dia minha voz não é a beleza passa
o anjo sobre o fio imóvel de uma espada.
CAVALO MORTO
Cavalo Morto é um lugar que existe em um poema de Lêdo Ivo.
Um poema de Lêdo Ivo é um vaga-lume que busca uma moeda perdida. Cada moeda perdida é um pombo de costas, pousada sobre a luz de para-raios. Dentro de um para-raios tem um ruído de abelhas pré-históricas arredor de uma melancia. Em Cavalo Morto as melancias são mulheres quase dormidas que têm dentro do coração o ruído de um molhe de chaves.
Cavalo Morto é um lugar que existe em um poema de Lêdo Ivo.
Lêdo Ivo é um homem idoso que vive no Brasil e sai nas antologias com cara de louco. Em Cavalo Morto os loucos têm asas de mosca e voltam a guardar em sua caixa as ceras queimadas como se fossem palavras rosadas pelo esplendor de outro mundo. Outro mundo é o fundo de uma vaso, um lugar onde o reto tem forma de ferradura e existe uma única chave forra da com tela de gabardina.
Cavalo Morto é um lugar que existe em um poema de Lêdo Ivo.
Um lugar que existe em um poema de Lêdo Ivo é um rio que madruga para ir fabricar a água das lágrimas, pequenas mentiras de chuva feridas pela pua de acácia. Morto os aviões atam com fitas de vapor o céu como se as nuvens fossem um presente de Natal e os felizes e os infelizes sobrem diretamente aos hipódromos eternos pela escadaria do argolador de gaivotras.
Cavalo Morto é um lugar que existe em um poema de Lêdo Ivo.
Um poema de Lêdo Ivo é o amante de um relógio de sol que abandona na ponta dos pés os albergues da manhã seguinte. A manhã seguinte é o que iam dizer aqueles que nunca chegaram a encontrar-se, os que ainda assim se amaram e saem de braço com a brisa do anoitecer a celebrar o aniversário das árvores e escrevem partituras para o timbre das bicicletas.
Cavalo Morto é um lugar que existe em um poema de Lêdo Ivo.
Lêdo Ivo é uma escola cheia de pintassilgos e um timoneiro que canta no prato de leite. Lêdo Ivo é um enfermeiro que venda as ondas e
acende com um beijo as lâmpadas dos navios. Em Cavalo Morto todas
as coisas perfeitas pertencem a outro, como pertence a chave das
estrelas marinhas ao saqueador das cabeças sonâmbulas e o carteiro
das rosas de domingo a coroa de luz das empregadas domésticas.
Cavalo Morto é um lugar que existe em um poema de Lêdo Ivo.
Em Cavalo Morto quando morre um cavalo ele se chama Lêdo Ivo para
que ressuscite, quando morre um evangelista ele se chama Lêdo Ivo
para que o ressuscite, quando morre Lêdo Ivo chamam o alfaiate das
mariposas para que o ressuscite. Levem a sério, as lembranças belas são fugazes como os esquilos, cada amor que termina é um cemitério
de abraços e Cavalo Morto é um lugar que não existe.
Página publicada em dezembro de 2016; amp[liada em março de 2017