POESÍA ESPAÑOLA
Coordinación de AURORA CUEVAS CERVERÓ
Universidad Complutense de Madrid
José de Espronceda,
por Antonio María Esquivel. Ca. 1842-1846.
(Museo del Prado, Madrid).
JOSÉ DE ESPRONCEDA
José Ignacio Javier Oriol Encarnación de Espronceda Delgado (Almendralejo, España; 25 de marzo de 1808-Madrid; 23 de mayo de 1842) fue un escritor de la época del Romanticismo, considerado como el más representativo poeta del primer Romanticismo español.
Nació en Almendralejo en la provincia de Badajoz, Extremadura, en 1808. Estudió en el colegio de San Mateo de Madrid, donde tuvo como profesor a Alberto Lista, a quien siguió en el colegio fundado por el mismo. A los quince años creó con sus amigos Ventura de la Vega, y Patricio de la Escosura una sociedad secreta a la que llamaron los "Numantinos" (1823-1825), según decían, para vengar la muerte de Rafael del Riego. En 1823 funda junto a otros alumnos de Alberto Lista la Academia del Mirto, para continuar con las enseñanzas del clausurado colegio que Lista fundara. Denunciado por sus actividades intelectuales en 1825 fue condenado a exiliarse de Madrid durante cinco años, si bien finalmente su pena fue rebajada a tres meses que cumplirá en un monasterio de Guadalajara donde su padre estaba destinado. En verano de 1827 marchó a Portugal (donde se enamoró de Teresa Mancha, hija del coronel liberal emigrado Epifanio Mancha), y después a Inglaterra, a donde llegó el 15 de septiembre de ese año, para establecerse finalmente en Francia en su condición de exiliado liberal.
Participó en las oleadas revolucionarias de 1830 en París junto con unos antiguos amigos suyos. Poco después Teresa se casaría por orden de su padre con un comerciante llamado Guillermo del Amo. Con ella regresó a España, junto con otros liberales, gracias a la amnistía declarada tras la muerte del soberano Fernando VII, en 1833. En 1838 Teresa se apartó de Espronceda y murió poco después.
A partir de la muerte del rey, Espronceda se dedicó a la política y al periodismo. Se enroló en la Milicia Nacional llegando a ser primer teniente de la Compañía de Cazadores de Madrid. En 1834 ingresa en la Guardia Real, pero Cea Bermúdez lo aleja de Madrid, temiendo sus inclinaciones de liberal exaltado, y le destina a Cuéllar, donde comienza a escribir su novela histórica Sancho Saldaña o el castellano de Cuéllar. Sin embargo sigue activo en la vida literaria de la capital, pues ese año trabaja como redactor del periódico El Siglo, que Martínez de la Rosa (también escritor romántico, moderado, que sucedió en el gobierno de España a Cea Bermúdez) censuró, lo cual provocó la desafección de Larra y Espronceda, los dos escritores más destacados del romanticismo más liberal, y el destierro del poeta en septiembre, esta vez a Badajoz.
En 1836 es nombrado secretario de la Legación española en La Haya y poco después es elegido diputado progresista en Almería, al tiempo que Larra lo era por Ávila, pero estas elecciones fueron anuladas. Finalmente fue elegido parlamentario ante las Cortes Generales en 1842 por el Partido Progresista. Su actividad como diputado ocupó sus dos últimos meses de vida. Murió a los treinta y cuatro años de garrotillo (difteria) en ese mismo año de 1842, cuando se iba a casar con Bernarda de Beruete.
Durante su estancia en el monasterio, y alentado por su maestro, el erudito y poeta sevillano Alberto Lista, comenzó a escribir el poema histórico El Pelayo en octavas reales, que dejó inacabado. Más tarde escribió la novela histórica Sancho Saldaña o el castellano de Cuéllar. En 1835 escribió El pastor Clasiquino. En 1840, un tomo de Poesías que tuvo gran éxito y repercusión. Los temas de esta compilación son el placer, la libertad, el amor, el desengaño, la muerte, la patria, la tristeza, la duda, la protesta social, etc.
Se considera a Espronceda el poeta romántico español por excelencia a causa de su talante byroniano y a que su poesía muestra una ideología liberal exaltada que está en sintonía con el periodo inicial de apogeo del romanticismo español, que se sitúa en la década de 1830 tras la muerte de Fernando VII y el retorno de los exiliados liberales. En efecto, su poesía presenta ecos de la de Lord Byron, sobre todo en sus dos poemas narrativos más extensos: El estudiante de Salamanca, sobre el tema del seductor donjuanesco, que se puede considerar como un acabado exponente del género romántico leyenda, considerado el mejor poema en su género del siglo XIX, y el incompleto El Diablo Mundo (1841), heterogéneo poema filosófico en donde describe al hombre como un ser de inocencia natural que sufre la realidad social y sus maldades, en el que se incluye el famoso «Canto a Teresa», dedicado a su amante Teresa Mancha, una de las más grandes entre las elegías amorosas. También escribió gran cantidad de poemas cortos que denominó 'Canciones', de entre los que destaca como el más conocido la «Canción del pirata»; también figuran «A Jarifa en una orgía», «El verdugo», «El mendigo», «El reo de muerte» o «Canción del cosaco». Todos estos poemas se inspiran en personajes marginados o excluidos de la sociedad, con lo que por primera vez aparece claramente formulado el tema social en la lírica española. Es habitual la confusión de la autoría del poema «Desesperación», durante largo tiempo atribuido a Espronceda. El autor fue Juan Rico y Amat. En su «Himno al sol» y en el poema «Óscar y Malvina» Espronceda se acerca también a la poesía de James Macpherson, inventor del vate céltico Ossian. El estilo, más cultivado por el autor extremeño, es algo amante de los efectos retóricos, pero es flexible e inspirado en sus mejores momentos.
Para José Moreno Villa, estuvo seducido "por el misterio, por la bondad primitiva, amiga de los postergados, enemiga de normas caducas. No es extraño que sumase más admiradores que otros románticos". Fuente: es.wikipedia
TEXTO EM ESPAÑOL - TEXTO EM PORTUGUÊS
LA CANCIÓN DEL PIRATA
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Istambul:
"Navega, velero mío
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá; muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de "¡barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá; en su propio navío
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor, aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
TEXTO EM PORTUGUÊS
Obs. A tradução em língua português feita por José da Silva Mendes Leal, publicada por Sérgio Milliet em "Obras primas da poesia universal" — 2ª. edição ampliada (Livraria Martins Editora, 1955)— é de um texto que não encontramos em espanhol, apesar de revisarmos dezenas de originais na internet e em antologias ao nosso alcance. Mas vamos reproduzir a versão que está na obra de Sérgio, que é mais ampla do que a corrente e mais conhecida.
A CANÇÃO DO PIRATA
Com doze canhões por banda,
Vento em popa, a todo pano
Voa, não corre, no oceano
Um veleiro bergantim;
Baixel pirata, que chamam
Por seus feitos "O Temido",
Em todo o mar conhecido
De Marselha a Bombaim.
Treme a lua sobre as águas;
Nos rinzes suspira o vendo,
E ergue em brndo movimento
Orlas de prata e de azul.
Ei-lo, o capitão pirata,
Que vai cantando na popa,
Ásia a um bordo, a outro a Europa.
E pela proa Estambul.
"Voga, meu barco, navega
"Sem temor;
"Nem forte nau na refrega,
"Nem procela, ou calmaria
"Do teu rumo te desvia,
Ou sujeita o teu valor.
"Vinte presas
"Tenho feito
"Em despeito
"Té do inglês:
"E abateram
"Pendões vários
"Cem contrários
"A meus pés.
"O meu barco é meu tesouro,
"A liberdade o meu Deus,
"É-me o pego única pátria,
"Lei a força, o vento e os céus!
"Além movem feroz guerra
"Cegos reis
"Por mais um palmo de terra;
"Que eu aqui tenho por meu
"Quanto avisto em mar e céu,
"A quem nada vem dar leis.
"Nem bandeira
"Sobranceira
"Nem bandeira
"De esplendor,
"Que não ceda
"De repente,
"E me alente
"Meu valor.
"O meu barco é meu tesouro,
"A liberdade o meu Deus,
"E-me o pego única pátria,
"Lei a força, o vento, e os céus!
"A voz: — "D´avante uma vela!
"É de ver
"Como tudo se acautela
"Panos cheios a escapar;
"Que eu sou déspota do mar,
"Minha fúria é de temer.
"Nos despojos
"O escolhido
"Eu divido
"Por igual,
"E só guardo
"Dessa presa
"A beleza
"Sem rival.
"O meu barco é meu tesouro,
"A liberdade o meu Deus,
"É-me o pego única pátria,
"Lei a força, o vento e os céus.
"Condenado estou à morte!
"Disso rio.
"Se não me abandona a sorte
"O mesmo que me condena
"Penderá de alguma antena
"Talvez no próprio navio.
"Sucumbindo
"Que é a vida?
"Já perdida
"Não a vi,
"Quando o jugo
"Vil de escravo
"Como um bravo
"Sacudi?
"O meu barco é meu tesouro,
"A liberdade o meu Deus,
"É-me o pego única pátria,
"Lei a força, o vento e os céus!
"São a minha orquestra melhor
"Aquilões
Mas o horríssono tremor
"Desses cabos sacudidos;
"E das vagas os bramidos,
"E o rugir dos meus canhões.
"Quando o raio
"Cruza aos centos
"Eu, dos ventos
"Ao troar,
"Adormeço
"Sossegado,
"Emabalado,
"Pelo mar!
"O meu barco é meu tesouro,
"A liberdade o meu Deus,
"É-me o pego única pátria,
"Lei a força, o vento e os céus!
(Trad. de José da Silva Mendes Leal)
Página publicada em março de 2017