JESÚS GRAVÁN 

De El Puerto de Santa María, Cádiz, España, 1983.   Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Cádiz, es educador social y director de la revista Horizonte.  Es autor del poemario Anochece y de vários videopoemas. Há obtenido el Premio de Poesía Padra Villoslada (2001), el Premio de Poesía en el XVII Concurso Antonio Gala y el premio Andalucía Joven em Medios de Comunicación.

INVENTARIO PSICOPATOLÓGICO PARAFRASEADO

Doctora: Grandes lagos son mis memorias. Hay veces que no reacciono. Nunca he recebido un cumplido. Mis brazos y mis piernas empiezan a moverse inadecuadamente. Siempre estoy distraído. Mi vida es un cúmulo de cosas por recoger, pequeños ruidos que se quiebran, pequeños besos que se olvidan. Al andar mantengo la sensación de que mis pasos borran los que anduve junto a ella. Con frecuencia, al pensar todo está turbio y me es molesto. Las cosas me empiezan a ser desconocidas. Soy como Kevin Bacon en el Hombre sin sombra. A veces floto em el vacío. Ese vacío inmenso por el que siempre me extravío, y por el que a veces sin remédio ni esperanza, me busco.

INVENTÁRIO PSICOPATOLÓGICO PARAFRASEADO                                                Sessão 1, 14:30 Doutora: Grandes lagos são as minhas memórias Tem horas em que não reajo. Nunca eu recebi um obséquio. Meus braços e minhas pernas começam a mover-se inadequadamente. Sempre estou distraído Minha vida é um acúmulo de coisas por recolher, pequenos ruídos que se rompem, pequenos beijos que se olvidam. Ao andar tenho a sensação que meus passos apagam os que andem junto dela. Com frequência, ao pensar tudo resulta turvo e me incomoda.

As coisas começam a ser desconhecidas: Sou como Keven Bacon em Homem sem Sombra. Às vezes flutuo no vazio. Esse vazio imenso por onde sempre me perco, e por onde às vezes sem remédio nem espero, me busco.

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LUNES Las seis de la mañana. Lo he intentado, sin embargo, has vuelto a impedir que arroje el despertador por la ventana. He querido agarrarme a la oscuridad de las sábanas, pero un olor a quemado dentro de mi estómago há sentenciado, sin ningún gênero de dudas, que vuelve a ser lunes. El tiempo, ya se sabe, nunca dispone de hoja de reclamaciones.

SEGUNDA-FEIRA Às seis da manhã. Eu tentei, no entanto, voltaste a impedir que eu jogasse o despertador

pela janela. Tentei agarrar-me à escuridão dos lençóis, mas um cheiro de queimado dentro de meu estômago sentenciou, sem dúvida alguma, que outra vez é segunda-feira. O tempo, já se sabe, nunca permite um livro de reclamações.

Página publicada em dezembro de 2009