POESÍA ESPAÑOLA / POESIA ESPANHOLA
Coordinación/coordenacão de AURORA CUEVAS CERVERÓ
Fuente: www.enfocarte.com
JAIME GIL DE BIEDMA
(1929-1990)
Poeta español nacido en Barcelona. Inició sus estudios de Derecho en Barcelona y los continuó en Salamanca, por cuya universidad se licenció.
Su poesía, de tono elegíaco, enlaza con la de Vallejo, Antonio Machado y con el delicado erotismo de Cernuda. Aunque su obra no es muy extensa, es una de las que más influencia ha ejercido en las generaciones recientes.
Su primer libro, «Según sentencia del tiempo», se publicó en 1953. Luego, «Compañeros de viaje» en 1959, «En favor de Venus» en 1965, «Moralidades» en1966, «Poemas póstumos» en1968, «Las personas del verbo» en 1975 y 1982, donde recoge su poesía hasta esas fechas. Escribió agudos ensayos literarios, y después de su muerte se editó un diario suyo, «Retrato del artista».
Fuente: http://amediavoz.com
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
NO VOLVERÉ A SER JOVEN
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
— como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
— envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
RESOLUCIÓN
Resolución de ser feliz
por encima de todo, contra todos
y contra mí, de nuevo
— por encima de todo, ser feliz –
vuelvo a tomar esa resolución.
Pero más que el propósito de enmienda
dura el dolor del corazón.
De Poemas Póstumos, 1968
POESIA SEMPRE – Revista Semestral de Poesia. ANO 4 – NÚMERO 7 – JULHO 1996. Rio de Janeiro: Fundação Biblioteca Nacional, Ministério da Cultura, Departamento Nacional do Livro, 1996. Ex. bibl. Antonio Miranda
Infancia y confesiones
A Juan Goytisolo
Cuando yo era más joven
(bueno, em realidad, será mejor decir
muy joven)
algunos años antes
de conoceros y
recién llegado a la ciudad,
a menudo pensaba en la vida.
Mi família
era bastante rida y yo estudiante.
Mi infancia eran recuerdos de una casa
con escuela y despersa y llave en el ropero,
de cuando las familias
acomodadas,
como su nombre indica,
veraneaban infinitamente
en Vila Estefania o en la Torre
del Mirador
y más allá continuaba el mundo
con senderos de grava y cenadores
rústicos, decorado de hortensias pomposas,
todo ligeiramente egoísta y caduco.
Yo nací (perdonadme)
en la edad de la pérgola y el tenis.
La vida, sin embargo, tenía extraños limites
y lo que es más extraño: uma certa tendencia
retráctil.
Se contaban historias penosas,
inexplicables sucedidos
donde no se sabía, caras tristes,
sótanos fríos como templos.
Algo sordo
perduraba a los lejos
y era posible, lo decían em casa,
quedarse ciego de un escalofrío.
De mi pequeño reino afortunado
me quedó esta costumbre de calor
y una imposible propensión al mito.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
NÃO VOLTAREI A SER JOVEM
Que a vida ia em sério
a gente começa a entender mais tarde
— como todos os jovens, eu vim
a levar a vida adiante
Deixar rastro queria
e marchar entre aplausos
— envelhecer, morrer, eram apenas
dimensões do teatro.
Mas o tempo passou
e a verdade desagradável assoma:
envelhecer, morrer,
é o único enredo da obra.
DECISÃO
Decisão de ser feliz
acima de tudo, contra todos
e contra mim, outra vez
— acima de tudo, ser feliz —
volto a toma esta decisão.
Mais que o propósito da emenda
dura a dor do coração.
De Poemas Póstumos, 1968
Infância e confissões
Para Juan Goytisolo
Quando eu era mais jovem
(mas, na realidade, será melhor dizer
bem jovem)
alguns anos antes
de conhece-los e
recém chegado à cidade,
quase sempre pensava na vida.
Minha família
era bastante rica e eu estudante.
Minha infância era de lembranças de uma casa
com escola e despensa e chave no guarda-roupa,
de quando as famílias
afortunadas,
como seu nome indica,
veraneavam infinitamente.
Na Vila Estefânia ou em La Torre
del Mirador
e mais adiante seguia o mundo
em caminhos de cascalho e caramanchões
rústico, decoração de hortênsias vistosas,
tudo ligeiramente egoísta e caduco.
Eu nasci (perdoem-me)
na idade da pérgula e o tênis de mesa.
A vida, no entanto, tinha estranhos limites
e o que é mais estranho: uma certa tendência
retrátil.
Contavam histórias incômodas,
inexplicáveis acontecimentos
onde não se sabia, caras tristes,
sótãos frios como templos.
Algo surdo
perdurava à distância
e era possível, diziam em casa,
ficar cego com um calafrio.
De meu pequeno reino afortunado
restou este costume de calor
e uma impossível propensão ao mito.
Página ampliada e republicada em abril de 2019
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