POESÍA ESPAÑOLA
Coordinación de AURORA CUEVAS CERVERÓ
(Universidad Complutense de Madrid)
Foto: http://www.cervantesvirtual.com
GUILLERMO CARNERO
Guillermo Carnero es un poeta español, nacido en Valencia en el año 1947. Se licenció en Ciencias Económicas y obtuvo el doctorado en Filología Hispánica, para luego dar cátedra de Literatura Española en la universidad de su ciudad. Asimismo, ha dictado clases en distintas facultades norteamericanas y participa del Consejo Asesor de la Fundación March, entre otras sociedades de interés cultural. Ha colaborado con el departamento editorial de diversas revistas, tales como Dieciocho, Hispanic Review, Castilla, Ínsula y La Nueva Literatura Hispánica. Como escritor, pertenece a la corriente poética renovadora identificada en la obra Nueve novísimos poetas españoles por el crítico José María Castellet, en la década del 70.
En su obra poética, que está comprendida por una quincena de libros, encontramos los títulos "Dibujo de la muerte", "Variaciones y figuras sobre un tema de La Bruyère", "Dibujo de la muerte", "Poemas arqueológicos" y "Cuatro Noches Romanas". Su trabajo ha sido galardonado en más de una ocasión, y entre sus premios se cuentan el de la Crítica de poesía castellana, el Nacional de Poesía y el Internacional de Poesía Fundación Loewe. Algunos de sus poemas están disponibles a continuación, y destacan "Capricho de Aranjuez", "El embarco para Citerea" y "Museo de Historia Natural". Fonte: http://www.poemas-del-alma.com
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
EL EMBARCO PARA CITEREA
Hoy que la triste nave está al partir,
con su espectacular monotonía,
quiero quedarme en la ribera, ver
confluir los colores en un mar de ceniza,
y mientras tenuemente tañe el viento
las jarcias y las crines de los grifos dorados,
oír lejanos en la oscuridad
los remos, los fanales, y estar solo.
Muchas veces la vi partir de lejos,
sus bronces y brocados y sus juegos de música:
el brillante clamor
de un ritual de gracias escondidas
y una sabiduría tan vieja como el mundo.
La vi tomar el largo,
ligera bajo un dulce cargamento de sueños,
sueños que no envilecen y que el poder rescata
del laberinto de la fantasía,
y las pintadas muecas de las máscaras
un lujo alegre y sabio,
no atributos del miedo y el olvido.
También alguna vez hice el viaje
intentando creer y ser dichoso
y repitiendo al golpe de los remos:
aquí termina el reino de la muerte.
Y no guardo rencor,
sino un deseo inhábil que no colman
las acrobacias de la voluntad,
y cierta ingratitud no muy profunda.
PIERO DELLA FRANCESCA
Con qué acuidad su gestuario
pone en fuga la luz, la verticalidad,
la insulación de las figuras vuelve dudoso el símbolo,
hace abstracción del aire, censura de la flora,
sucumben los jinetes
al vértigo del tacto con su brillo.
No hay llaga, sangre, hiél: no son premisa.
Dormición de la sarga, crucifixión del lino;
última instancia del dolor celeste
angustia de la esfera, de los troncos de cono.
La geometría de los cuerpos
y la vaga insistencia de su enunciado único:
no hay hiél, la multitud
no es síntoma del mal, no es un signo del daño.
L'ENIGME DE L'HEURE
Considera el posible objeto del poema: lo intratable
por otras formas de saber, un lenguaje llamado
a la función de emocionar, por mucho que Girando
propugnara para la poesía una ley seca.
Conmover con una palabra mencionada mil veces,
definida por repetición cuando es oscura,
que cautiva la sensibilidad por su monodia
y se hace evidente a la razón: en los Libros Proféticos.
Su gravidez no hacia el significado sino hacia el signo mismo;
y como el signo, traidor por excelencia, ha de crear
su propia [carne
puesto que de la nuestra es un mal mensajero,
hazlo crecer por redundancia, y su presencia repetida
nos convenza de que sí existe algo tras él: menciona, crea.
El poema es un complejo artesanado, un gran reloj de cuco;
conocemos su engranaje y cómo da la hora
que es, con todo, un enigma: también nos duele confesar
una secreta admiración por Donizetti.
Extraído de
POESIA SEMPRE – Revista Semestral de Poesia. ANO 4 – NÚMERO 7 – JULHO 1996. Rio de Janeiro: Fundação Biblioteca Nacional, Ministério da Cultura, Departamento Nacional do Livro, 1996. Ex. bibl. Antonio Miranda
Elogio de Linneo
El poder de una ciência
no es conocer el mundo dar orden al espíritu.
Formular con tersura
el arte magna de su léxico
en orden de combate: el repertorio mágico
de la nomenclatura y las categorias,
su tribunal preciso, inapelable prosa
bella como una máquina de guerra
y recorrer con método
los desvaríos de su lógica; sí de pájaros hablo,
prestar más atención a las aves zancudas.
Erótica del marabú
Mirad el marabú, el pájaro sagrado
Escuta el devenir, busca marsupio
en la tragedia,
degusta la carroña, picotea cucuyos;
cuando regresa al nido con el buche bien lleno
pliega las alas VED el valioso pulmón,
escruta el devenir es el sagrado
avizora los ojos de las muertas
los deglute no es un animal tierno
y sin embargo vela a luz de su buche
zancas de marabú, pico amarillo,
torpes inclinaciones olfatórias,
su digerir es uma ontologia,
plumas negruzcas, su plumopoemas
el valioso plumón para el aposteriori
y exhibiciones-de-las-damas.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
O EMBARQUE PARA CYTEREA
Sicut dii erities.
GENESIS VII, 4.
Hoje a nave triste está por partir,
com sua espetacular monotonia,
quero ficar na ribanceira, ver
confluir as cores num mar de cinza
e enquanto tenuemente tanger o vento
as jarcidas e as crinas das torneiras douradas
ouvir distante na escuridão
os remos, os faróis, e estar só.
Muitas vezes eu a vi partir de longe,
seus bronzes e brocados e seus jogos de música:
o brilhante clamor
de um ritual de graças escondidas
e uma sabedoria tão velha quanto o mundo.
Eu a vi ganhar distância
ligeira sob um doce carregamento de sonhos,
sonhos que não envilecem e que resgatam o poder
do labirinto da fantasia,
e os gestos pintados das máscaras
um luxo alegre e sábio,
e não atributos do medo e do olvido.
Alguma vez também fiz a viagem
tentando acreditar e ser venturoso
e repetindo no golpe de remos:
aqui termina o reino da morte.
Mas não guardo rancor
apenas um desejo inábil que não culmina
em acrobacias da vontade
e certa ingratidão não muito profunda.
(De Dibujo de la muerte, 1967)
PIERO DE LA FRANCESCA
Com que cuidado sua gesticulação
coloca em fuga a luz, a verticalidade,
ilhar as figuras torna o símbolo duvidoso,
faz abstração do ar, censura da flora,
sucumbem os ginetes
no vertigem do tato com seu brilho.
Não tem chaga, sangue, mel: não são premissas.
Sonolência de saga, crucifixão do linho;
última instância da dor celeste
angústia da esfera, dos troncos do cone.
A geometria dos corpos
e a vaga insistência de seu enunciado único:
não há mel, a multidão
não é sintoma de mal, não é um signo do demo.
(De El sueño de Escipión, 1971)
L´ENIGME DE L´HEURE
Considera o objeto possível do objeto: o intratável
por outras formas de saber, uma linguagem convocada
à função de emocionar, por mais que Girondo
propugnasse a lei seca para a poesia.
Comover com uma palavra mencionada mil vezes,
definida por repetição quando for escura,
que cativa a sensibilidade por sua monodia
torna-se evidente à razão; nos Livros Proféticos.
Sua gravidez não levava ao significado, apenas ao
próprio signo;
e como o signo, traidor por excelência, deve criar sua própria carne
porquanto a nossa é um mal mensageiro,
faça-a crescer por redundância, e sua presença repetida
nos convença de que existe sim algo atrás dele: menciona, cria.
O poema é um complexo artesanal, um grande relógio de cuco;
conhecemos sua engrenagem e de que hora é
contudo, um enigma: também não doi confessar
uma secreta admiração por Donizetti.
(De Variaciones y figuras sobre un tema de La Bruyére, 1974)
Elogio de Linneo
O poder de uma ciência
não é conhecer o mundo: ordenar o espírito.
Formular com pureza
a arte magna de seu léxico
em ordem de combate: o repertório mágico
da nomenclatura e as categorias,
seu tribunal certeiro, inapelável prosa
bela como uma máquina de guerra,
e percorrer com método
os desvarios de sua lógica; se falo de pássaros
prestar mais atenção às aves pernaltas.
Erótica do marabú
Olha o marabú, o pássaro sagrado
Escruta o porvir, bus o marsupial
na tragédia,
degusta a carniça, picam cacujos;
quando volta ao ninho com o bucho bem cheio
dobra asas VEJA a valiosa plumagem,
perscruta os olhos das mortas
engula-os não é um animal delicado
e no entanto vela a luz de seu bucho
pernas de marabú, bico amarelo,
rudes inclinações olfativas,
seu digerir é uma ontologia,
plumas negruscas, sua plumagempoemas
a valiosa plumagem para a posteriori
e exibições-de-damas.
Página publicada em março de 2016; ampliada e republicada em janeiro de 2018
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