foto: Luis Urbina
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FÉLIX GRANDE
Poeta, editor, ensayista, letrista y guitarrista español. Nació en Mérida (Badajoz) en el año de 1937. Fue jefe de redacción de la revista Cuadernos Hispanoamericanos. Entre sus libras publicados están: Las piedras (1964), Música amenazada (1966), Blanco spirituals (1967) —con el que obtuvo el Premio Casa de las Américas de Cuba-, Por ejemplo doscientas (1968), Apuntes sobre poesía española de posguerra (1970), Lugar siniestro este mundo, caballeros (1985).
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
RECUERDO DE INFANCIA
Hoy el periódico traía sangre igual que de costumbre
venía chorreando como la tráquea de un ternero sacrificado
he visto chotos cabras vacas durante su degüello
bajo el agujero del cuello una orza se va llenando de sangre
los animales se contraen en sacudidas cada vez más nimias
de pronto ya no respiran por la nariz ni por la boca
sino por la abertura que la navaja hizo en la tráquea
en la cual aparecen burbujas a cada nueva respiración
a menudo parece que están completamente muertos
y no obstante aún se agitan una o dos veces suavemente
ahora sus ojos ya no miran tienen como una niebla
un teloncillo de color indeterminado que recuerda al ceniza
entonces el carnicero se incorpora con las manos manchadas
y procede a desollar y trocear al animal cadáver
para después pesarlo venderlo en porciones hacer su negocio
hoy el periódico traía sangre lo mismo que otros días
acaso unos cuantos estertores más que de hábito
pero cómo saberlo hay países que no especifican
por ejemplo el departamento de estado no da las cifras
de sus bajas,
únicamente les agrega apellidos
bajas insignificantes bajas ligeras bajas moderadas
hoy el periódico traía sangre en volumen considerable
y mientras leo pacientemente civilizadamente el intento
de justificación de esos destrozos escrito de sutil manera
recuerdo vacas cabras chatos la gran orza en el suelo
y recuerdo imagino pienso que unos cuantos carniceros
continúan desollando troceando pesando en sus básculas
haciendo su negocio mediante esos pobres animales
sacrificados.
Extraído de ALFORJA REVISTA DE POESÍA XXII, Otoño 2002. p. 23-24
ELOGIO DE LO IRREPARABLE
Sé involuntaria. Sé febril. Olvida
sobre la cama hasta tu propio idioma.
No pidas. No preguntes. Arrebata y exige.
Sé una perra. Sé una alimaña.
Resuella busca abrasa brama gime.
Atérrate, mete la mano en el abismo.
Remueve tu deseo como una herida fresca.
Piensa o musita o grita «¡Venganza!»
Sé una perdida, mi amor, una perdida.
En el amor no existe
lo verdadero sin lo irreparable.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Traducciones de Antonio Miranda
RECORDAÇÃO DA INFÂNCIA
Hoje o jornal trazia sangue como de costume
vinha jorrando como a traquéia de um novilho sacrificado
Eu vi cabritos cabras vacas durante sua degola
no buraco do pescoço um saco se enchendo de sangue
os animais se contraem em sacudidelas cada vez mais nímias
de repente já não respiram pela narina nem pela boca
mas pela abertura que a navalha fez na traquéia
em que aparecem borbulhas a cada nova respiração
amiúde parece que estão completamente mortos
e no entanto ainda se agitam uma ou duas vezes lentamente
agora seus olhos já não miram têm como uma névoa
uma telinha de cor indeterminado que lembra a cinza
então o açougueiro se incorpora com as mãos manchada
e procede a desossar e a fatiar o animal cadáver
para depois pesa-lo vende-lo em porções fazer seu negócio
hoje o jornal trazia sangue como em outros dias
apenas uns quantos estertores mais que de costume
mas como sabe-lo há países em que não especificam
por exemplo o departamento de estado não dá cifras de suas baixas
unicamente acrescenta sobrenomes
baixas insignificantes baixas ligeiras baixas moderadas
hoje o jornal trazia sangue em volume considerável
e enquanto leio pacientemente civilizadamente a tentativa
de justificar esses destroços escrito de maneira sutil
relembro vacas cabras cabritos o grande saco no chão
e lembro imagino penso uns quantos açougueiros
continuam esquartejando escalpelando pesando em suas balanças
fazendo seu negócio mediante esses pobres animais sacrificados
ELOGIO DO IRREMEDIÁVEL
Seja involuntárioa. Seja febril. Esqueça
Sobre a cama até o próprio idioma.
Não peças. Não perguntes. Arrebata e exige.
Seja uma cadela. Seja uma alimária.
Resfolega busca abrasa brama geme.
Amedrontada, mete a mão no abismo.
Remove teu desejo como uma ferida fresca.
Pensa ou mussita ou grita “Vingança!”
Seja uma perdida, meu amor, uma perdida.
No amor não existe
O verdadeiro mas o irremediável.
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