POESIA ESPAÑOLA
Coordinación de AURORA CUEVAS-CERVERÓ
Universidad Complutense de Madrid
ESTRELLA BELLO FERNÁNDEZ
ESTRELLA BELLO FERNÁNDEZ, nace en Cenlle (Orense), enero de 1942. Ya desde muy joven, empieza a despertarse su inclinación por la poesía. Estudia magisterio y se traslada a Sevilla donde ejerce de profesora de primaria desde hace años. Está casada y es madre de dos hijas. Ha dado recitales en Sevilla y otras ciudades; ha colaborado en numerosas revistas especializadas y en programas de radio.
Ha publicado varios libros de poesía: Añoranza, Escrito sobre el viento de la noche, Viaje a la noche y El sabor de la lluvia. Entre los premios que ha recibido cabe destacar los siguientes: 2º premio "Noches del Baratillo" (1979), Flor de Plata en los "VI Juegos Florales de Andalucía" (1983), 1º pemio en los "Juegos de Otoño de Málaga (1984), 2º Premio "Searus" (1985), 1º premio "Noches del Baratillo" (1988), 1º premio "Barro" (1988) y, recientemente, 1º premio "Carmen Conde" (Grupo Aldea, 2002).
Reseña biográfica tomada de la Antología 25 años de Poesía Searus, 2002
NORTE – REVISTA HISPANO-AMERICANA. Cuarta Época. No. 503/504. Enero - Abril 2015. Ciudad de México. Publicación del Frente de Afirmación Hispanista, A. C. Director Fredo Arias de la Canal. Ex. bibl. Antonio Miranda
Carta a Alfonsina
Dentro de ti, naciéndote,
crisálida del alba,
por destellos de luz inconfundible
te vas creando, aurora,
irresistible Venus,
desnuda floración del universo.
Canción de espuma blanca
regida por sirenas y delfines,
al espirar la noche
te envuelves entre algas y luceros
y ondas de nostalgia submarina.
Tu frente traslumbrada,
que supo la fragancia de los lirios
navega por espejos de galernas.
Azules nomeolvides
florecen en las aguas cristalinas.
Dientes de espuma, sangre de corales,
se enredan en tu piel,
lluvia salada sobre tus ojos tristes,
y un llanto de nenúfares y estrellas
cual cíngulo sagrado,
rodea suavemente tu cintura.
La noche te abarcó,
paloma perseguida,
cansada de volar en tempestades.
Gavilanes, azores y buitres,
quisieron devorarte
en la selva del mundo
regida por hombres implacables
que imponían sus leyes.
Pero tú conseguiste
que el grito de tu inmensa rebeldía
estallara en el aire
como un dardo infinito
que rompía cadenas ancestrales.
Hoy, Alfonsina herida,
me ha llegado tu voz
a través de las olas
que revientan de espuma.
Y era un lamento cálido en el céfiro
rasgando sufrimientos y pesares
como la noche misma
que despojada de la luz y el viento
sobre la arena triste y soñolienta
fuiste a dormir tu drama.
El mar abrió su abismo y su misterio
y con luces de sangre
escribió delirante tu epitafio.
Tu cuerpo descansó
en el sudario de las olas frías.
Arrecifes de plata,
espejos de coral,
bordaron tu mortaja, Venus triste,
sirena enamorada del océano,
que naufragó de amor.
Te llenaste de mar,
alondra misteriosa del poniente,
para volver al cauce de tu origen.
Envíame el aliento de tus versos,
etérea conjunción de fuego y sombra,
que el viento del retorno
nos trae el sabor de eternidad.
(De su libro Escrito sobre el viento de la noche.)
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
Carta a Alfonsina
Dentro de ti, nascendo,
crisálida da alvorada,
por brilhos de luz inconfundível
vais criando, aurora,
irresistível Vênus,
desnuda floração do universo.
Canção de espuma branca
regida por sereias e delfins,
ao espirar a noite
te envolves entre algas e luceros
e ondas de nostalgia submarina.
Tua frente traslumbrada,
que soube da fragrância dos lírios
navega pelos espelhos de galernas.
Azuis não me esqueças
florescem nas águas cristalinas.
Dentes de espuma, sangue de corais,
se enredam em tua pele,
chuva salgada sobre os teus olhos tristes,
e um pranto de nenúfares e estrelas
como cíngulo sagrado,
rodeia suavemente tua cintura.
A noite te abrangeu,
pomba perseguida,
cansada de voar em tempestades.
Gaviões, açores e abutres,
quiseram devorar-te
na selva do mundo
regida por homens implacáveis
que impunham suas leis.
Mas tu conseguiste
que o grito de tua imensa rebeldia
estalasse no ar
como um dardo infinito
que rompia correntes ancestrais.
Hoje, Alfonsina ferida,
chegou-me a tua voz
através das ondas
que rebentam de espuma.
E era um lamento cálido no zéfiro
rasgando sofrimentos e pesares
como a própria noite
que despojada da luz e o vento
sobre a areia triste e sonolenta
foste dormir o teu drama.
O mar abriu seu abismo e seu misterio
e com luzes de sangue
escreveu delirante o teu epitáfio.
Teu cuerpo descansou
no sudario das ondas frias.
Recifes de prata,
espelhos de coral,
bordaram tua mortalha, Vênus triste,
sereia enamorada pelo oceano,
que naufragou de amor.
Te encheste de mar,
cotovia misteriosa do poente,
para regressar ao canalde tua origem.
Envia-me o alento de teus versos,
etérea conjuação de fogo e sombra,
que o vento de regresso
nos traz o sabor da eternidade.
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Página publicada em dezembro de 2020
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