POESÍA ESPAÑOLA
Coordinación de AURORA CUEVAS CERVERÓ
ÉRIKA MARTÍNEZ
(Jaén, 1979) es una poeta española residente en Granada.
Es doctora en Filología Hispánica y licenciada en Teoría de la Literatura por la Universidad de Granada. Su primer libro de poemas, Color carne (Ed. Pre-Textos, 2009), fue galardonado con el Premio de Poesía Joven Radio Nacional de España. Su segundo libro de poemas, El falso techo (Pre-Textos, 2013), fue finalista del premio Quimera y resultó seleccionado entre los cinco mejores poemarios del año por los críticos de El Cultural. También ha publicado la colección de aforismos Lenguaraz (Ed. Pre-Textos, 2011). Su último libro de poemas se titula Chocar con algo (Ed. Pre-Textos, 2017).
Poesía
Color carne (Valencia, Ed. Pre-Textos, 2009). 72 págs. ISBN 978-84-8191-956-1
Lenguaraz (Valencia, Ed. Pre-Textos, 2011). 84 págs. ISBN 978-84-15297-16-1
El falso techo (Valencia, Ed. Pre-Textos, 2013). 68 páginas. ISBN 978-84-15576-71-6
Chocar con algo (Valencia, Ed. Pre-Textos, 2017). 88 páginas, ISBN 978-84-16906-36-9
Fuente: wikipedia
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
ALBADA VERTICAL
Escalador de mi fachada,
artesano del aire,
el hombre que contemplo
ensaya técnicas de altura,
conoce con sus manos la ciudad.
Cada mañana posa sus zapatillas de ave
sobre mi alféizar:
descende sistemático, pontual
como las pesas de un relógio de cuco
y remueve con su cabeza
la paz de mis cortinas.
A veces imagino que sus arnés,
celoso de mis besos, le retira el abrazo.
Mi amante vertical me mira entonces,
suspendido un instante entre las nubes,
y se esfuma
dejándome um rumor de cuerdas.
LA CASA ENCIMA
Tantos siglos removiendo esta tierra
que ha pisado el ganado
y alimentado al ganado y a los hombres
que regaron esta tierra
con el cauce negro de su sangre
–la sangre cambia de color fuera del cuerpo–.
Tantos siglos alineando ladrillos,
aquí hubo un establo
sobre el que se construyó una iglesia
sobre la que se construyó una fábrica
sobre la que se construyó un cementerio
sobre el que se construyó un edificio
de protección oficial.
Tantas mujeres fregando sus baldosas,
pariendo en sus baldosas,
escondiendo la mierda debajo de las baldosas
y sus santos maridos
que trabajaron y fornicaron
por el bien de un país en el que no creían.
Tantos siglos para que yo,
miembro de una generación prescindible,
pierda la fe en la emancipación,
mire el techo de mi dormitorio
y se me venga la casa
encima.
GENEALOGÍA
El día que me atropellaron
mi madre, en la consulta,
sintió que le crujía
de pronto la cadera,
mi hermana la clavícula,
mi sobrina la tibia,
mi pobre prima la muñeca.
Les siguieron mis cuatro tías
y mis firmes abuelas,
con sus costillas y sus muelas,
con sus sorpresas respectivas.
Entre todas, aquel extraño día,
se repartieron
hueso por hueso
el esqueleto
que yo no me rompía.
Les quedo para siempre agradecida.
(Color carne, Pre-Textos, 2009)
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA
ALVORADA VERTICAL
Escalador da minha fachada,
artesão do ar,
o homem que contemplo
ensaia técnicas de altura,
conhece com suas mãos a cidade.
A cada manhã pousa suas sandálias de ave
sobre meu peitoril:
desce sistemático, pontual
como as cordas de um relógio de cuco
e remove com sua cabeça
a paz de minhas cortinas.
Às vezes imagino que seu arnês,
ciumento de meus beijos, retira o abraço.
Meu amante vertical me olha então,
suspenso um instante entre as nuvens,
e se dissipa
deixando-me um rumor de cordas.
A CASA POR CIMA
Tantos séculos removendo esta terra
que o gado atravessou
e alimentou o gado e aos homens
que regaram esta terra
com o curso negro de seu sangue
— o sangue muda de cor
quando sai do corpo —.
Tantos séculos alinhando ladrilhos,
que havia um estábulo
onde se construiu uma igreja
onde se construiu uma fábrica
onde se construiu um edifício
de proteção oficial.
Tantas mulheres esfregando pisos,
parindo sobre seus pisos,
escondendo a merda debaixo dos pisos
que seus filhos ébrios pisaram
e seus sóbrios maridos
que trabalharam e fornicaram
pelo bem do país no qual não acreditavam.
Tantos séculos para que eu,
membro de uma geração prescindível,
perca a fé na emancipação,
mire o teto de meu dormitório
e caia a casa
em cima de mim.
GENEALOGIA
No dia que me atropelaram
minha mãe, durante a consulta,
sentiu que rangia
de repente o quadril,
minha irmã, a clavícula,
minha sobrinha, a tíbia,
minha pobre prima, o pulso.
Depois, minha quatro tias
e minhas firmes avós,
com suas costela e seus molares,
com as surpresas respectivas.
Entre elas, aquele estranho dia,
repartiram
osso por osso
o esqueleto
que eu não rompia.
Fiquei para sempre agradecida.
Página publicada em fevereiro de 2018
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