POESÍA ESPAÑOLA - POESIA ESPANHOLA
Coordinación / Coordenacão de AURORA CUEVAS CERVERÓ
Fuente: www.poesia.org.ve
BENJAMÍN PRADO
(Madrid, 1961) Ha publicado las novelas Raro (1995), Nunca le des la mano a un pistolero zurdo (1996), Dónde crees que vas y quién te crees que eres (1996), Alguien se acerca (Alfaguara, 1998), No sólo el fuego (Alfaguara, 1999) y La nieve está vacía (2000), y el libro de relatos Jamás saldré vivo de este mundo (Alfaguara, 2003).
También es autor de los ensayos Siete maneras de decir manzana (2000) y Los nombres de Antígona (Aguilar, 2001; Premio de Ensayo y Humanidades José Ortega y Gasset 2002), y del tomo autobiográfico A la sombra del ángel (trece años con Alberti) (Aguilar, 2002). Su obra poética está reunida en los volúmenes Ecuador (poesía 1986-2001) , Iceberg -ambos aparecidos en 2002- y Marea humana (2006). Sus libros han sido traducidos, hasta el momento, en Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Grecia, Dinamarca, Portugal, Croacia y Hungría.
Fuente: www.lecturalia.com
“Su lectura plantea una forma especifica de relacionar literatura y vida a partir de una reinterpretación del pasado, y siempre desde la conciencia del artificio, del caráter de ficción de la obra literaria. (…) De este modo, el tiempo que transcurre en el poema engloba los fragmentos del pasado y las sensaciones del presente.”
ANTONIO JIMÉNEZ MILLÁN
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
MARGA GIL EN LA ISLA
Es una tarde de verano. Tú hablas
de que las noches son extrañas en las islas.
Yo pienso de repente
—no sé por qué— en la casa de Marga Gil: la torre
cerca de la auto pista y e! desorden salvaje
del antiguo jardín abandonado.
Empiezo
a contarte esa historia,
la manera en que aún sigue dentro de mí
y tú dices:
—Como alguien que anda junto a un río y tiene
sobre su piel la sombra de los árboles.
Estamos en el año
1932 y Marga
se enamora de Juan Ramón Jiménez.
Es una chica oscura. Hay un túnel que une
su corazón y e! ruido de los bosques.
Un día entra en la sala.
Un día escribe
ya nada me separa de ti, salvo la muerte.
Luego, todo termina.
Casi podemos verlo: 28 de julio;
el cielo es muy azul;
puede que unas palomas escapen del jardín
al oírse el disparo.
Ahora los dos estamos en silencio.
Tú miras
la playa,
la marea,
el sol rojo lo mismo que una fuente
en donde un asesino se ha lavado las manos.
Yo pienso en Marga Gil.
Pienso en su miedo
de esa forma en que a veces
ves a un hombre que huele una rosa, imaginas
cómo esa rosa crece hacia dentro de ese hombre,
lo invade poco a poco con su aroma
dulce y enfermo.
Mucho tiempo después
yo entro cada mañana en esa casa,
bajo el desván,
me muevo por los cuartos vacíos,
subo a la torre que veré más tarde
desde un hotel de Nueva York, un día
de lluvia en Buenos Aires, un verano
en el puerto de Barcelona.
El mundo
es un lugar muy frío.
Hay terrazas vacías donde el viento devora
lentamente
los restos de la noche.
Tú y yo lo comprendemos.
Es un viento que viene del mar,
un viento frío
que llena el corazón de pequeños arpones
y de niños ahogados.
Es un viento que dice:
- No se puede salir de una casa vacía.
Todo lo que ha ocurrido alguna vez
ocurre para siempre.
De Todos nosotros, 1998
Extraido de: CENTURIA; CIEN AÑOS DE POESÍA EN ESPAÑOL. 2ed. Madrid: Visor Libros, 2004. 630 p ( Colección Visor de Poesía) ISBN 84-7522 913 1
Se puede adquirir la obra en: www.visor-libros.com
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Traducão de Antonio Miranda
MARGA GIL NA ILHA
É uma tarde verão. Tu falas
que as noites são estranhas nas ilhas.
Penso de repente
- não sei por que – na casa de Marga Gil: a torre
perto da autopista e a desordem selvagem
do antigo jardim abandonado.
Começo
a narrar esta história,
a maneira em que ainda continua em mim
e tu dizes:
- Como alguém que caminha junto a um rio e tem
sobre a pele a sombra das árvores.
Estamos no ano
1932 e Marga
se apaixona por Juan Ramón Jiménez.
E’ uma jovem escura. Há um túnel que une
seu coração e o ruído dos bosques.
Um dia entra na sala.
Um dia escreve
já nada me separa de ti, apenas a morte.
Depois, tudo termina.
Quase podemos assistir: 28 de julho;
O céu é muito azul;
pode ser que alguns pombos escapem do jardim
quando se ouve o disparo.
Agora nós dois estamos em silêncio.
Tu miras
a praia,
a maré,
o sol rubro parecido com uma fonte
onde um assassino lavou as mãos.
Eu penso em Marga Gil.
Penso em seu medo
desta forma em que às vezes
vês um homem que cheira uma rosa, imaginas
como essa rosa cresce para dentro desse homem,
e o invade pouco a pouco com seu aroma
doce e enfermo.
Muito tempo depois
eu entro toda manhã nesta casa,
no desvão,
vago pelos quartos vazios,
subo à torre que verei mais tarde
desde um hotel de Nova Iorque, um dia
de chuva em Buenos Aires, um verão
no porto de Barcelona.
O mundo
é um lugar muito frio.
Terraços vazios onde o vento devora
lentamente
os resíduos da noite.
Tu e eu compreendemos.
É um vento que vem do mar,
um vento frio
que enche o coração de pequenos arpões
e de meninos afogados.
É um vento que diz:
- Não podemos sair de uma casa vazia...
Tudo que aconteceu alguma vez
é para sempre.
De Todos nosotros, 1998
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