ARMANDO RODRIGUEZ PORTILLO
Armando Rodríguez Portillo. Fue un poeta y cuentista romántico, de la poesía y cuento salvadoreño.
Nació en Usulután el 22 de mayo de 1880. Fueron sus padres don Juan Portillo y doña Carmen E. Rodríguez. Su padre murió cuando Armando sólo contaba dos meses de edad, y su madre, aunque no rica, tuvo desde un principio el firme propósito de esforzarse para hacer de él un hombre útil para la sociedad .
En San Vicente hizo sus estudios de preparatoria y los de segunda enseñanza hasta obtener el título de Bachiller en Ciencias y Letras en San Salvador, en el Liceo Salvadoreño. Más tarde matriculó en la Universidad de El Salvador, la carrera de Odontología , la cual no terminó, pues meses antes ocurrió su muerte.
Participó en varios concursos literarios, iniciados por el Ateneo de El Salvador, obtuvo el primer premio y el general aplauso de la prensa. Varios periódicos y revistas de Centro y Sur América, así como algunos de España, acogían sus producciones y las publicaban con frases elogiosas.
En 1902 inició su carrera artística publicando en la revista Minerva y Apolo. También, colaboró para el Diario del Salvador y en 1895 en la revista Repertorio salvadoreño. Su único libro de poemas fue póstumo, publicado en 1922 bajo el título de El ruiseñor oriental. Carmen Enriqueta Rodríguez, su madre, recopiló los poemas y acudió al gobierno para su publicación.
Este poeta está incluido en las antologías Parnaso salvadoreño (1917) de Salvador L. Erazo, Índice ontológica de la poesía salvadoreña (1982) de David Escobar Galindo, Poesía salvadoreña del siglo XX (2002) de María Pumier, y Perdidos y delirantes: 36-34 poetas salvadoreños olvidados (2012) de Vladimir Amaya. Junto a José Calixto Mixco son los poetas más importantes de ese tropel de autores extasiados por el halo romántico de principios del siglo XX en El Salvador. Sin duda, los dos autores encarnaron mejor al poeta trágico de final inesperado.
Se suicidó en San Salvador en 1915.
Biografía: https://www.ecured.cu/
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução: SOLON BORGES DOS REIS
ano lírico
Ano novo, igual a todos,
já chegas, eu te esperava
para contemplar no céu
tuas tardes e manhãs.
Ao chegar a meia noite
a cidade alvoroçada,
cantará sua epifania
de venturas e esperanças.
Amor! dirá todo o mundo;
Amor! os sinos dirão,
dando ao vento, alarido,
sua melodia metálica.
Para mim, ano que vens,
ao ano velho te igualas;
ano de amor para outros,
a mim não me trazes nada.
Ano novo igual a todos,
já chegas, já te esperava;
verei, como só vi sempre
tuas tardes e manhãs.
Página publicada em dezembro de 2019
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