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Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


MARGARITA LASO

MARGARITA LASO

nació en Quito en 1963. Escritora y cantante, hizo estudios de sociología, literatura y música. Ha forjado su espacio artístico como intérprete de música popular, productora de espectáculos y grabaciones. Ha trabajado como editora para varias publicaciones y proyectos y presentado siete discos con diversidad de contenidos, pero con énfasis en la exploración de la música ecuatoriana de géneros tradicionales.

 

Aunque en el Ecuador es más conocida como cantante, en los últimos años ha extendido su trabajo literario. Participa en lecturas y recitales y ha sido invitada a múltiples encuentros internacionales de escritores y poetas.

 

Con /os /oí»os desarmados, Ediciones Archipiélago inicia su colección de poesía.

 

 

TEXTOS EN ESPAÑOL    /    TEXTOS EM PORTUGUÊS


oso

y sale del bosque el oso
su musculatura oculta
trae abrigo y debajo un brujo
sedoso no se desnuda
ante la sola idea de trozar mis partes
no se detiene
ávido el oso
de arrancar los lomos de las truchas con los dientes
en el corazón del remolino
hincar entre mis piernas el hocico
la ansiedad la sed la zozobra
el tirón de muerte que la succión mitiga

un dominio de demonios tus patas y mis muslos
maroma marcial llave poderosa runa y mándala

oso que muerdes los finos lomos de mi sexo

ya volverás al bosque
como el tigre a la arena
como al verdugo la máscara y la soga
ya volverás
como vuelve esta contorsionista
a bañar sus partes por partes
en los cultivos piscícolas del rio

 

Sangre fría

 

Es un cajón de 90 x 90 x 90.

En él se exhibe la espléndida pitón.

Carnívora de bronce y estaño.

No oye a su mandíbula elástica quebrantar

                   los huesos calientes de su comida.

 

Está enroscada sobre su lujuria.

Sorda y satisfecha.

No puede estirarse pero sus anillos de serpentina

se tocan como presas heladas.

Espera su merienda.

Por medio de una persiana

un ratón de blanco impecable

ha sido llamado a esta cena.

Será tragado sin que medie de cascabel o crótalo

advertencia alguna.

Sin que una orquesta de metales le despida.

Sin una danza funeraria.

 

El público está atento al momento del asalto.

El ratón merodea con unos saltímetros

esos pasitos que da en la epidermis el escalofrío.

Sus bigotes transparentes pronto temblarán

de una vez para siempre.

 

II

También yo

como la gorda constrictora

gozaré en la quietud estos banquetes.

Cada vez mis glándulas termosensibles me dirán

si has venido a lucir tu miserable gabardina

tu cola aguzada de escalpelo.

Si has venido quizás a llevarte la piel que mudo

o acaso

a mirarte en las placas y escudos de mi cuerpo.

 

¿No ves que tendrías que limar mis escamas?

¿Que arrancarme un colmillo?

 

III

Ven pues

que toda yo soy brazo que abrasa y destroza.

Y antes de engullirte

sabrás volar

con la sustancia tóxica que traigo en mi saliva.

 

Sabrás meterte en cintura.

Y engrosarme.

 

Ven

que notarás que soy ciega y siseo.

Que toda yo soy cuello y talle.

Que soy una víbora modesta.

 

Ven ratón que he perdido la línea.

Pero no el apetito.

 

Y tampoco el veneno.

 

 

mano

 

nadie te llama pero vienes

 

eres cual ricitos de oro

rompes la cama pequeña

y te tomas la avena

 

tal como en los misteriosos Cárpatos

en el mercado negro de los bosques

te comes además la mano del oso

servida así en su aceite

de ella extraes las garras

como del atún la espina

— la pieza más tierna y costosa- comentas

filtrando entre los labios una larga falange

 

bárbaros tramperos y músicos

celebran

y ricitos que se divierte

         —pero si es de cría mejor- explicas

         —si es de cría

         mejor—

 

 

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TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda

urso

e sai do bosque o urso
sua musculatura oculta
traz abrigo e debaixo um bruxo
sedoso não se despe
diante da única idéia de despedaçar minhas partes
não se detém
ávido o urso
por arrancar os lombos das trutas com os dentes
no coração do moinho
fincar entre minhas pernas o focinho
a ansiedade  a sede  o soçobro
o estirão da morte que a sucção mitiga

um  domínio de demônios tuas patas e meus músculos
maroma marcial chave poderosa  runas e mandala

urso que mordes os finos lombos de meu sexo

logo  voltarás ao bosque
como tigre à areia
como verdugo à máscara e à soga
logo voltarás
como volta esta contorcionista
a banhar suas partes por partes
nos cultivos piscosos do rio


Sangue frio

I
É uma caixa de 90 x 90 x 90.
Nela se exibe a esplêndida píton.
Carnívora de bronze e estanho.
Não ouve sua mandíbula elástica
         moer os ossos quentes de sua comida.

Está enroscada sobre a própria luxúria.
Surda e satisfeita.
Não pode estirar-se mas seus anéis de serpentina
                   se roçam como peças geladas.
Espera a merenda.
Através da persiana
um rato de branco impecável
foi chamado a esta cena.
Será tragado sem que medie como crótalo a serpente
nenhuma advertência.
Sem que uma orquestra de metal a despida.
Sem uma dança funerária.

O público está atento para o momento do assalto.
O rato vaga com uns saltímetros
esses passinhos que produzem calafrio na pele.
Seus bigodes transparentes logo tremerão
de uma vez para sempre.

II
Também eu
como a gorda constritora
gozarei na quietude estes banquetes.
Toda vez minhas glândulas termosensíveis medirão
se vais luzir tua miserável gabardine
teu rabo aguçado de escalpelo.
Se viestes talvez para levar a pele que mudo
ou acaso
a reconhecer-te nas placas e escudos de meu corpo.

Não vês que deverias limar minhas escamas?
Arrancar-me um colmilho?

III
Vem então
que eu toda sou braço que abrasa e destroça.
E antes de engolir-te
saberás voar
com a substância tóxica que trago na saliva

Saberás recuperar a razão.
E engrossar-me.

Vem
e notarás que sou cega e silvo.
Que eu toda sou pescoço e talhe.
Que sou uma víbora modesta.

Vem rato, que perdi a linha.
Mas não o apetite.

E tampouco o veneno.


mão

ninguém te chama mas vens

és como cachinhos de ouro
rompes a cama pequena
e tomas a aveia

tal como nos misteriosos cárpatos
no mercado negro dor bosques
também comes a mão do urso
         servida assim em seu óleo
         dela extrais as garras
         como do atum a espinha
         — a parte mais branda e custosa — comentas
         filtrando entre os lábios uma longa falange

bárbaros ardilosos e músicos
celebram
os cachinhos com que se diverte
         — mas se é de criação, melhor — explica
         — se é de cria
         melhor —

 

Antonio Miranda, Margarita Laso, Martin Salas Ávila y Enrique Hernández D´Jesus

Antonio Miranda, Margarita Laso, Martin Salas Ávila y Enrique Hernández D´Jesus en el Hotel Alba, durante el VI Festival Mundial de Poesía de Venezuela, Caracas, junio de 2009.




Página publicada em julho de 2009


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