ERNESTO CARRIÓN
Ecuador. (Guayaquil, 1977). Ha colaborado con la prensa escrita, realizado trabajos de crítica literaria, ejercido la docencia y participado en encuentros literarios fuera y dentro de su país. Entre ellos: Encuentro Nacional de Literatura Ecuatoriana “Alfonso Carrasco Vintimilla”, Ecuador (2002 y 2005). Festival Internacional de Poesía Novíssima Verba, Lima (2005). Encuentro Latinoamericano de Poesía Actual Poquita Fe, Santiago de Chile (2006). Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia (2007). Festival Internacional de Poesía “País Imaginario”, Lima (2007). Ha trabajado en poesía el libro “LA MUERTE DE CAÍN”, cuarteto formado por los poemarios: “El libro de la desobediencia” (2002), “Carni vale”, Premio Nacional de Literatura “César Dávila Andrade”(2002), “Labor del extraviado” (2005) y “La bestia vencida” (inédito). También participó en el libro colectivo “Porque nuestro es el exilio”, Eskeletra Editores, Quito (2006). El poemario “Demonia Factory” ganó el VI Premio Latinoamericano de Poesía Ciudad
de Medellín (2007), otorgado por el Festival Internacional de Poesía de Medellín.
Fuente: TRÁNSITO DE FUEGO / TRÂNSITO DE FOGO - Selección de jóvenes poetas latinoamericanos / Selecção de jovens poetas latinoamericanos 1972-1990. Selección y compilación / Seleção e compilação Raquel Molina. Traducción al português / Tradução ao português Gladys Mendía. Caracas: Casa de las Letras Andrés Bello, 2009.
TEXTOS EM ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
IMPERIO
El cielo es agua que está en tiempo pasado. Que en piedra fugaz a veces
vuelve para ser nombrada. Pero aquí el ofcio de ordenar el mundo con
palabras, de dar vida a las cosas, muchas veces de espaldas al oído, es sólo
a ciertos hombres que tienen una alianza con los dioses. Que recobran sus
cuerpos en el mensaje que decreta el vértigo y los sueños. La tierra entonces, extraña, indestructible, comienza a hacer su forma en un refejo.
Comienza a ser sitiada.
Me dijeron que nuestras costumbres eran aves vigilantes. Que apenas caminamos nos cuidan del error y la fatiga. Pero una incertidumbre invade
nuestras casas desde que hicimos el Imperio con las quijadas mojadas de la
piedra; con la quietud de los declives, donde un puñado de sueños, echado
al mediodía, ardía como el madero golpeado por el mar en su intrusión
sagrada.
Y esta incertidumbre que ha tomado sitio. Que invade en silencio y a orillas de la fuerza. Que toma uno a uno a todos mis hermanos, es como el
gesto aniquilado del rocío bajo nuestro viento. Es como un tajo invisible,
moviéndose paciente bajo los amuletos de la guerra.
Ha habido aquí masacres por bienes, por mujeres. Y a pesar de que parecen
aún obedecernos, son más sigilosas cuando están alegres, cuando quieren
algo. Y cuando se descubren torpes en su anhelo, se dejan golpear por los
hombres con la misma fuerza con que se apoderan de sus miembros.
Sospecho que, incluso detrás de los guerreros, son sus mujeres quienes tra-
zan estrategias para la invasión de nuevas tierras. Para la expansión de nuestro Imperio.
DEAD OR ALIVE
sé que si huye mi aliento mi cuerpo irá tras de él • mi desinterés de hombre
jamás tendrá reposo • mi desinterés de hombre: lo único que hurté del pa-
raíso... que mi juicio tendrá por principal candelabro lo que no pude tocar
cada segundo cada minuto. Yo he querido deambular por la vida como una
voz sin cuerpo y éste es mi castigo: adornar fnalmente la memoria donde
se desliza la grasa...
MANUAL DE LOS ASESINOS
Esto que se abre sobre ti, ahora es el cielo. Podría pensarse es un cuerpo, con intenciones de instaurarse, entre el zarpazo del ojo y tu hoja tendida 0.25 de grama testaruda. Pero esto es una choza nipona donde aparece tu madre, de sólo 30 años, sollozando. El temblor de su silencio rayando las paredes / formando rostros en las manchas de la losa. Su abrazo como un mantel enorme encendiendo tu fuego. Cerrándote en su torno. Cobrando un sentido extraño, pero completo, en todas las erupciones de lo confesado. Días hirviendo su acero sobre los párpados ávidos de cordeles. La piel trabada en los labios, moviéndose a la sombra.
Estás sucio y desmembrado todo el tiempo como formando un muro. Des-
cribiendo las armas. Participando como una máquina para la exploración
de un nombre. Eres la boca dilatando su carcoma, negándose a volverse
esta escritura. Negando en repararse. La alberca -con carteles- donde los sapos cavan tu infancia en un charco de luces. Las cuentas que no brinda tu madre. Tu propiedad privada. El Ávalon encerrado en este bloque de dedos que acaban por borrarse en un río de fósforo, innecesariamente. Un triángulo de tigres que amenaza la simetría de su lepra. La única ciudad que fue saqueada por la respiración de sus maderos, mas no por la venganza de sus habitantes. Las cuentas que no brinda tu padre. La ausencia de condena.
Las aspas de los órganos tendidos sobre arenas industriales.
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TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Gladys Mendía
ERNESTO CARRIÓN
Equador. (Guayaquil, 1977). Colaborou com a imprensa escrita, realizado trabalhos de crítica literária, exercita a docência e participa de encontros literários fora e dentro de seu país. Entre eles: Encontro Nacional de Literatura Equatoriana “Alfonso Carrasco Vintimilla”, Equador (2002 e 2005). Festival Internacional de Poesia Novíssima Verba, Lima (2005). Encontro Latinoamericano de Poesia Actual Poquita Fé, Santiago de Chile (2006). Festival Internacional de Poesia de Medellín, Colômbia (2007). Festival Internacional de Poesia “País Imaginario”, Lima (2007). Trabalhou em poesia o livro “A MORTE DE CAÍN”, cuarteto formado pelos poemarios: “O Livro da Desobediencia” (2002), “Carni vale”, Prêmio Nacional de
Literatura “César Dávila Andrade”(2002), “Labor do Extraviado” (2005) e “A Besta Vencida” (inédito). Também participou no livro coletivo “Porque nosso é o exílio”, Eskeletra editores, Quito (2006). O poemario “Demonia Factory” ganhou o VI Prêmio Latinoamericano de Poesia Cidade de Medellín (2007), outorgado pelo Festival Internacional de Poesia de Medellín.
IMPÉRIO
O céu é água que está em tempo passado. Que em pedra fugaz às vezes volta para ser nomeada. Mas aqui o ofício de ordenar o mundo com palavras, de dar vida às coisas, muitas vezes de costas ao ouvido, é só a certos homens que têm uma aliança com os deuses. Que recobram seus corpos em a mensagem que decreta a vertigem e os sonhos. A terra então, estranha, indestrutível, começa a fazer sua forma num reflexo.
Começa a ser sitiada.
Disseram-me que nossos costumes eram aves vigilantes. Que mal caminhamos nos cuidam do erro e a fadiga. Mas uma incerteza invade nossas casas desde que fizemos o Império com as queixadas molhadas da pedra; com a quietude dos declives, onde um punhado de sonhos, jogado ao médio dia, ardia como a madeiro batida pelo mar em seu intrusão sagrada.
E esta incerteza que tomou lugar. Que invade em silêncio e a orlas da força.
Que toma um a um a todos meus irmãos, é como o gesto aniquilado do
orvalho sob nosso vento. É como um talho invisível, se movendo paciente
sob os amuletos da guerra.
Teve aqui massacres por bens, por mulheres. E apesar de que parecem ainda nos obedecer, são mais discretas quando estão alegres, quando querem algo. E quando se descobrem torpes em seu anseio, se deixam bater pelos homens com a mesma força com que se apoderam de seus membros.
Suspeito que, inclusive por trás dos guerreiros, são suas mulheres quem traçam estratégias para a invasão de novas terras. Para a expansão de nosso Império.
DEAD OR ALIVE
sei que se foge meu alento meu corpo irá depois atrás dele • meu desinteresse de homem jamais terá repouso • meu desinteresse de homem: o único que furtei do paraíso... que meu julgamento terá por principal candelabro o que não pude tocar a cada segundo a cada minuto. Eu quis deambular pela vida como uma voz sem corpo e este é meu castigo: enfeitar finalmente a memória onde se desliza a gordura...
MANUAL DOS ASSASSINOS
Isto que se abre sobre ti, agora é o céu. Poderia pensar-se é um corpo, com
intenções de instaurar-se, entre o rasgão do olho e tua folha tendida 0.25
de grama teimosa. Mas isto é uma choça nipônica onde aparece tua mãe, de só 30 anos, soluçando. O tremor de seu silêncio raiando as paredes / formando rostos nas manchas da lousa. Seu abraço como um mantel enorme acendendo teu fogo. Fechando-te em seu torno. Cobrando um sentido estranho, mas completo, em todas as erupções do confessado. Dias fervendo seu aço sobre as pálpebras ávidas de fos. A pele travada nos lábios, movendo-se à sombra.
Estás sujo e desmembrado o tempo todo como formando um muro. Descrevendo as armas. Participando como uma máquina para a exploração de um nome. És a boca dilatando sua carcoma, negando-se a voltar-se esta escritura. Negando em consertar-se. A alverca -com cartazes- onde os sapos cavam tua infância num charco de luzes. As contas que não brinda tua mãe. Tua propriedade privada. O Ávalon encerrado neste bloco de dedos que acabam por se apagar num rio de fósforo, desnecessariamente. Um triângulo de tigres que ameaça a simetria de sua lepra. A única cidade que foi saqueada pela respiração de seus madeiros, mas não pela vingança de seus habitantes. As contas que não brinda teu pai. A ausência de condenação. As aspas dos órgãos tendidos sobre areias industriais.
Página publicada em abril de 2009
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