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Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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CARLOS EDUARDO JARAMILLO

 

(Loja, 1932). Reside en Guayaquil. Poeta y abogado. Es autor, entre otros, de La trampa (1964), Maneras de vivir y de morir (1965), La noche y los vencidos (1967), El hombre que quemó sus brújulas (1970), Las desvelaciones de Jacob (1970), Una vez la felicidad (1972), Crónica de la casa, los árboles y el río / Viaje al planeta Eurídice (1973), Perseo ante el espejo (1974), La edad del fuego (1977), Tralfamadore (1977), Blues de la calle Loja (199), Canciones levemente sadomasoquistas (2000) y la antología Poesía junta (vol. 6, 2006). En 2007 recibió el galardón Eugenio Espejo.

 

TEXTOS EN ESPAÑOL    -  TEXTOS EM PORTUGUÊS

 

 

UNA VEZ LA FELICIDAD

 

Una vez la felicidad vivió bajo mis hombros

asustó pájaros y vampiros

 

rompió los dientes y los sortilegios de los brujos

puso el mundo a mi lado como un saco cerrado

                                       juzgado y comprendido

sin abrir una puerta me hizo saber que había transpuesto

                                       la región del secreto

la gran verdad olía como un jardín

mi amada y yo éramos dos ángeles vagamente obscenos

ios sexos flores luminosas en la niebla primaveral

                                       de los deseos

la felicidad me separó de mi parentela y de todos los que

                                       gozaban bienestar

pero que no alcanzaron el estado de gracia

la felicidad asimismo me dejó

dándome firmes compensaciones

                    virtudes solidarias

                    mujeres en el lecho

y anduve otra vez a caza de la verdad como un ángel

                                       amnésico.

He tratado de reconocer el olor de aquel jardín

el color de ese sueño

hurgarme por alguna señal guardada al fondo

por la cicatriz de las alas.

El mundo me rodea como una cintura.

Un tiempo la felicidad me hizo desear y temer la soledad

el dolor me ha devuelto a la vida

a su esplendor y a sus estercoleros.

 

De Una vez Infelicidad, 1972.

 

 

NEFERTITI SE MIRA EN EL ESPEJO

 

Nefertiti

dime que al mirarte en mis ojos

no era a tí a quien mirabas sino a mí

dime que yo no era solamente

el animado espejo que te amaba

el instrumento

del amor incestuoso de ti misma

dime que

en el instante de tu gozo

no estuve afuera

aullando

de placer y de furia solitarios

Dímelo aunque no fuera más que en el cifrado

lenguaje de tus ojos sin memoria.

 

 

De Nefertiti la bella ha venido.

 

 

CANCIÓN TRIBAL DE MIS YO

 

          Digamos desde hoy. Pero así ha sido siempre.

Un yo mío se irá por un camino

tras el amor de Ella o empujado por su amor

otro yo seguirá acostándose con cualquiera

limpio feliz sin remordimiento

trabajará alguno para toda la comunidad

para la tribu entera de mis yo

hormiguita incansable samurai

un yo obsoleto se habrá quedado con las cartas

                              de las antiguas novias

tatuadas por el recuerdo de los actos de amor

otro jamás preguntará por nadie.

          ¿Quién está en buen camino?

          ¿quién es el extraviado?

          ¿con cuál te has encontrado tú?

                    ¿con cuál te amigas? .

          ¿cuál es tu rostro mío

hermano / hermana?

¿con cuál te amo?

¿con qué beso te venderé?

          ¿con qué mano

me juegas a los dados?

Ah pero descartando mi yo amargo

y un escondido yo puro agradecimiento

mi yo que canta es aquel que hace tiempo

marcha feliz e indiferente por un camino equivocado.

 

De Trafalmadore, 1977.

 

 

 

JARAMILLO, Carlos EduardoManeras de vivir y de morir... Quito: Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, 2010.  446 p.  (Poesía Junta)  ISBN 978-9978-62-594-1   Ej. bibl. Salomão Sousa.  

 

         EL DIOS QUE PUDRE

        Quizá no soy, no existo.
        Y mi Voz se perdió.
        Y solamente el Eco me reviste
        con su falso poder, y a veces grande,
        mutilado, incompleto
        como todos los ecos,

        En esta edade, en outro tempo.

        El pie no es proprietario de su huella
        pero sí responsable.
        La huella es lo que importa mientras dure
                la edad de la memoria.
        Pero el pie caminhante
                y la Gargantaa
                melada por inútiles palavras
        engendradas fueron de la huella y el canto
        dioses de nuestro barro
        que pudren con nosotros.

 

        SÓLO POR NO MORIR

        En coexistencia pacífica
        con todos los cretinos del mundo
        con todos los talentosos
        y todos los como yo
        nada heroico
                (estamos en crisis de heroísmo)
        tampoco vil
                (está mal visto de todos modos).
        Tropezando
        saltando
        caminando
        pese a la trampa de los complejos
        del sexo y Dios
                que nos tritura
        más el cérebro de los huesos.
        ¿Y qué le vamos a hacer?
        Hemos decidido vivir
                y eso es pujar
                        morder
                        luchar
        sólo por no morir
        sólo
               por no
                         morir.


       
        LA CASA Y LA JAULA

        El corazón vuelve a la casa
        como el caballo a su querência.
        La costrumbre es una especie de amor
        cuando el gozo la dora por dentro.
        Las cuatro paredes de la casa
        como los cuatro puntos cardinales
        sus sillones el mejor álbum
        para el que suña o el que recuerda.
        Todos los paisajes en los ojos
        de las mujeres de la casa
        la sabiduría del mundo
        en los libros sobre las butacas.

        Cuando el pie no puede llegar
        y el próprio umbral lo rechaza
        esse pie vaga en el exilio
        pero la casa no es la casa.
        La casa es grande como el mundo
        el mundo cabe en una jaula
        pero a veces la jaula se achica
        y el pájaro muere o se escapa..

 

        EL ÁRBOL ROJO

        El corpo rojo va perdendo sus flores
        su encendido color
        que era una llamarada en el paisaje.
        Cada mujer hermosa que envejece
        devasta y fossiliza su memoria
        corta el vuelo al recuerdo
        mal lbera el encanto de l agracia.

El árbol rojo y yo
vamos perdiendo
ya demasiadas flores.

 

 

 

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda

 

CERTA VEZ A FELICIDADE


Certa vez a felicidade viveu sob meus ombros
assustou pássaros e vampiros
rompeu os dentes e os sortilégios dos bruxos
pois o mundo do meu lado com um saco fechado
                                       julgado e incluído
sem abrir uma porta fez-me saber que havia transposto
                                       a razão do segredo
a grande verdade cheirava como um jardim
minha amada e eu éramos dois anjos vagamente obscenos
os sexos flores luminosas na névoa primaveril
                                        dos desejos
a felicidade me separou de minha parentela e de
                                       todos os que gozam o bem-estar
mas não alcançaram o estado de graça
a felicidade mesmo assim me deixou
dando-me firmes compensações
                                       virtudes solidárias

                                       mulheres no leito
e andei outra vez à caça da verdade como um anjo
                                       amnésico
Tentei reconhecer odor daquele jardim
a cor desse sonho
coçar-me por algum sinal guardava no fundo
pela cicatriz das asas
O mundo me cerca com um cintura.
Um tempo a felicidade me fez desejar e temer a solidão
a dor me devolveu à vida
a seu esplendor e a seus estrumes

                    De Uma vez a felicidade, 1972

 

 

NEFERTITE MIRANDO-SE NO ESPELHO

Nefertite
diga-me que ao mirar-te em meus olhos
não era a ti que miravas, mas a mim
diga-me que não era apenas
o espelho animado que te amava
o instrumento
do amor incestuoso de ti mesma
diga-me que
no instante de ter gozo
não estive fora
uivando de prazer e de fúria solitários
Diga-me mesmo não sendo mais que a cifrada
linguagem de teus olhos sem memória.

 

                    De Nefertite la Bella ha venido, 1977

 

 

CANÇÃO TRIBAL DE MEUS EUS

          Digamos desde hoje. Mas sempre foi assim.
Um eu meu irá por um caminho
atrás do amor d´Ela ou empurrado por seu amor
outro eu seguirá deitando-se com qualquer um
limpo feliz sem arrependimento
alguém trabalhará por toda a humanidade
para a tribo inteira de meus eus
formiguinha incansável samurai
um eu obsoleto terá ficado com as cartas
                                       de antigas namoradas
tatuadas pela lembrança dos atos de amor
outro jamais perguntou por alguém
          Quem está no bom caminho?
          quem é o extraviado?
          com qual te encontraste?
                    com qual te amigas?
          qual é teu rosto meu
irmão/irmã?
com qual te amo?
com que beijo te beijarei?
                    com que mão
jogas os dados?
Ah mas descartando meu eu amargo
e um escondido eu puro agradecimento
meu eu que canta é aquele que já faz tempo
segue feliz e indiferente por um caminho equivocado.

 

          De Trafalmadore, 1977.

 

 

EL ÁRBOL ROJO

        El corpo rojo va perdendo sus flores
        su encendido color
        que era una llamarada en el paisaje.
        Cada mujer hermosa que envejece
        devasta y fossiliza su memoria
        corta el vuelo al recuerdo
        mal lbera el encanto de l agracia.

El árbol rojo y yo
vamos perdiendo
ya demasiadas flores.

 

 O DEUS QUE APODRECE

 Talvez não sou, não existo.
 E minha Voz se perdeu.
 E apenas o Eco me reveste
 com seu falso poder, às vezes grande,
 mutilado, incompleto
 como todos os ecos.

 Em outra idade, em outro tempo.

 O pé não é dono de sua pegada
 mas sim responsável.
 A pegada é o que importa enquanto dura
        a idade da memória.
  Mas o pé caminhante
        e a Garganta
        melada por inúteis palavras
 criadoras foram da pegada e o canto
 deuses de nosso barro
 que apodrecem conosco.

 

APENAS POR NÃO MORRER

Na coexistência pacífica
com todos os cretinos do mundo
com todos os talentosos
e todos como eu
 nada heroico
        (estamos em crise de heroísmo)
tampouco vil
        (está mal visto de qualquer maneira).
Tropeçando
pulando
caminhando
apesar do golpe dos complexos
do sexo e Deus
        que nos tritura
mais o cérebro que os ossos.
Que vamos então fazer?
Decidimos viver
        e por isso pelejar
                        morder
                        lutar
apenas para não morrer
apenas
           para não
                        morrer.

 

A CASA E A JAULA

O coração volta pra casa
como o cavalo à sua querência.
O costume é um tipo de amor
quando o gozo doura-o por dentro.
As quatro paredes da casa
como os quatro pontos cardiais
suas poltronas o melhor álbum
para quem sonha ou quem rememora.
Todas as paisagens nos olhos
das mulheres da casa
a sabedoria do mundo
nos livros sobre as poltronas.

Como o pé não pode chegar
e até o umbral o rechaça
esse pé vaga no exílio
mas a casa não  é a casa.
A casa é grande como o mundo
o mundo cabe numa jaula
mas às vezes a jaula encurta
e o pássaro morre ou escapa.

 

A ÁRVORE VERMELHA

A árvore vermelha vai perdendo as flores
sua cor acesa
que era um fogaréu na paisagem.
Cada mulher formosa que envelhece
devasta e fossiliza sua memória
corta o voo à lembrança
apenas libera o encanto da graça.

A árvore vermelha e eu
vamos perdendo
flores demais.
       

 

 

 

Página publicada em março de 2014, página ampliada e republicada em setembro 2017.


 

 

 
 
 
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