RAUL TÁPANES
Raúl Tápanes López
(Matanzas, Cuba, 1953- Miami, 2017)
Publicou os poemários De la desesperanza y otros poemas (México, 1999) e Reiteraciones o peregrino al borde de la tierra (edição do autor, 2001), e a Antología de la Poesía Cósmica de Matanzas, Cuba (México, 2002) com I. S. Merlin.
Vivia em Miami, Estados Unidos da América
Faleceu em 18 de dezembro de 1017.
TEXTO EN ESPAÑOL - TEXTO EM PORTUGUÊS
Poema extraído de
NORTE Revista Hispano-americana. Quinta época. No. 507-508. Sep. – Dic. 2015. Ex. bibl. Antonio Miranda
DÉJA-VU
La incertidumbre del aire llenó cada esquina como de un podrido temor,
cada punto cardinal un nervio reblandecido, un gesto
imperceptible erosionando la interna pared que dividía
el verso de la duda y la duda de lo irreal, apenas una certeza
anidando bajo las fachadas derruidas: lo recio
de su empuje, el poder del viento y los poetas
(hoy sólo quedan las pequeñas rosas náuticas dibujadas en los parques).
Los ilusos que suponen (quizás) lo hermoso
inventaron lo habitado, la oscuridad del presagio;
fundaron los decretos de la matanza, la ambigüedad de la niebla,
la grisura de la ciudad y la mano blanca de la mortaja, pero nunca
las coordenadas precisas de lo intangible ni la hechizada cifra,
ni la corriente que ensordece y aterra: sólo memoria somos
y entrar y salir y entrar de los andenes, las casas, las pieles, el llanto
de la lluvia o los rótulos eternos que no dicen (nunca) nada:
únicamente llegar de más allá de la sombra,
de las pisadas, de las huellas otras (las voces de la veleta)
hasta los sueños de los sin nombre:
nunca aprendimos a vivir la ciudad, nunca realmente
(sólo resta el silencio y el filtrado lento de la luz en el alba).
Y es que por los cansados ríos pasean los tontos al tiempo de la tarde
que cae de las altas estrellas y todo lo que quedó (a veces),
en largos años de olvido lo que soñamos y no fue
o lo que fue golpeándonos, rezumando ese desabrido regusto
de los naufragios y del limo verde al borde de la piedra:
hay esa sensación dolorosa de ya lo vi, como tiene
que ser ya todo dicho, como estaba escrito de antiguo,
con idénticas heridas y los mismos fantasmas (pétreos y tristes)
que al final -después de todo- nos acompañan de codos en el puente
hasta el beso purísimo de los ángeles.
(Diciembre de 2000),
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
DÉJA-VU
A incerteza do ar preencheu cada esquina como um temor apodrecido,
cada ponto cardeal um nervo suavizado, um gesto
imperceptível erosionando a parede interna que dividia
o reverso da dúvida e a dúvida do irreal, apenas uma certeza
aninhando sob as fachadas desmoronadas: o difícil
de seu movimento, o poder do vento e os poetas
(agora restam apenas pequenas rosas náuticas desenhadas pelos parques).
Os sonhadores que supõem (talvez) o belo
Inventaram o habitado, a escauridão do presságio;
estabeleceram os decretos da matança, a ambiguidade da névoa,
a mediocridade da cidade e mão branca da mortalha, mas jamais
as coordenadas precisas do intangível nem a enfeitiçada cifra,
nem a corrente que ensurdece e aterra: apenas somos a memoria
e entrar e sair e entrar pelas calçadas, as casas, peles, o pranto
da chuva ou os rótulos eternos que não dizem (nunca) nada:
únicamente vir de além da sombra,
das pegadas, de outros rastros (as vozes da ventoinha)
até os sonhos dos sem nome:
nunca aprendemos a viver na cidade, nunca realmente
(resta apenas o silêncio e o filtro lento da luz na alvorada).
E é que pelos cansados rios passeiam os tontos pela tarde
que caem das altas estrelas e tudo o que restou (às vezes),
pelos longos anos do olvido o que sonhamos e não era
o que foi golpeandos-nos, exalando esse desabrido gosto amargo
dos naufrágios e do limo verde no limite da pedra:
existe essa sensação dolorosa do eu já vi, como deve
que ser o já declarado, como estava escrito antigamente,
com idênticas feridas e os mesmos fantasmas (pétreos e tristes)
que afinal —despois de tudo— nos acompanham, cotevelo com cotobelo,
até ao beijo puríssimo dos anjos.
(Dezembro de 2000),
Página publicada em novembro de 2020
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