LUIS SUARDÍAZ
Luis Suardíaz Rivero (Camagüey, 5 de febrero de 1936 - La Habana, 6 de marzo de 2005) fue un poeta, ensayista, crítico, editor y periodista.
Fue miembro del Movimiento 26 de Julio. En 1953 se vincula a los grupos literarios de Camagüey junto a Severo Sarduy, Rolando Escardó y otros escritores camagüeyanos.
En 1976 se graduó como licenciado en Ciencias Sociales.
Se desempeñó como coordinador provincial de Cultura, director general de Literatura, Publicaciones y Editoriales del extinto Consejo Nacional de Cultura, y miembro ejecutivo de la Editorial Nacional de Cuba (que dirigía Alejo Carpentier).
Fue director del Biblioteca Nacional "José Martí" y de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, vicepresidente primero de la UNEAC (Unión de Escritores de Cuba), subdirector general de Prensa Latina y director de la Editora Política, jefe de redacción de Cultura e Historia de la revista Bohemia, consejero cultural en la Expo-67 de la ciudad de Montreal (Canadá) y en la Unión Soviética.
TEXTOS EN ESPAÑOL – TEXTOS EM PORTUGUÊS
Deuda externa
Nada se marchita
tan rapidamente
como el dinero fresco
en las fúnebres
bóvedas bancarias
de los países pobres.
El venado
Es como la tristeza.
Mira como los hombres en invierno.
Y, como el huérfano, apenas pone
Sus huellas en la yerba.
Es como la tarde.
Crece su piel hacia la soledad oliendo el monte.
(Por su perfil transcurren el disparo y la noche,
La memoria imprecisa del acoso.)
Pero bajo su angustioso ramo de cuernos
No cabe el pensamiento y muere, como de un salto,
Con los ojos abiertos.
Los héroes
Unos están por arriba de los hechos
E instrumentan la historia. Otros
Acometen acompasadamente los múltiples
Oficios y hacen la humanidad, la masa
Que nunca irá delante de lo ya expresado
Y sin la cual nada sería posible.
Ante las disyuntivas memorables,
El héroe desabotona su camisa en público
Y toma, directamente, el toro por los cuernos.
Como la esposa que distribuye el orden doméstico,
Él suma los engranajes de una época y bebe su agua
O duerme (únicamente lo necesario) o se pone a pensar
En los amigos de mucho antes, por ahora
Fatigados entre la muchedumbre.
Con cuántos de nosotros están hechos
Estos desapacibles, estos desemejantes.
Creo que fueron siempre inmortales;
Pero no como los dioses de la mitología,
Sino porque no se anticiparon a sí propios,
Sino porque anduvieron al ritmo de sus vidas,
Hasta moldear todo ese mundo
Que les cupo en las manos.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
Dívida externa
Nada murcha
tão rapidamente
como o dinero fresco
nos fúnebres
cofres de bancos
dos países pobres.
O veado
É como a tristeza.
Olha como os homens no inverno.
E, como um órfão, apenas ponha
Suas pegadas sobre o capim.
É como a tarde.
Cresce sua pele até a solidão com o cheiro do monte.
(Por seu perfil percorrem disparo e a noite,
A memória imprecisa do assédio.)
Mas debaixo de seu angustiante ramo de chifres
Não cabe o pensamento e morre, como em um salto,
Com os olhos abertos.
Os heróis
Uns estão além dos fatos
E instrumentam a história. Outros
Realizam pausadamente os múltiplos
Ofícios e criam a humanidade, a massa
Que nunca irá adiante do já expressado
E sem a qual nada sería possível
Diante de dilemas memoráveis,
O herói desabotoa sua camisa em público
E agarra, diretamente, o touro pelos chifres.
Como a esposa que organiza a ordem doméstica,
Ele soma as engrenagens de uma época e bebe sua água
Ou dorme (unicamente o necessário) ou se põe a pensar
nos amigos de muito antes, mas agora
Fatigados na multidão.
Com quantos de nós estão moldados
Estes desagradáveis, estes dessemelhantes.
Creio que sempre foram imortais;
Mas não como os deuses da mitologia,
Porque não se anteciparam a si mesmos,
Apenas porque caminharam no ritmo de suas vidas,
Até moldarem todo esse mundo
Que cabia em suas mãos.
Página publicada em fevereiro de 2019
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