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BELKIS CUZA MALÉ
nació en la provincia de Guantánamo, Cuba, en 1942, su vasta y reconocida obra poética comprende, entre otros, los poemarios El viento en la pared (1962), Cartas a Ana Frank (1966), Juego de damas (2002), La otra mejilla (2007) y Los poemas de la mujer de Lot (2011). Los libros de prosa Elvis, La tumba sin sosiego o la verdadera historia de Jon Burrows (1994) y En busca de Selena (1997). A la par de su labor poética, ha creado una vigorosa obra pictórica. En 1967 se casó con el célebre poeta cubano Heberto Padilla, junto a quien fue encarcelada en 1971 acusada de “escritura subversiva”, en lo que constituyó el llamado “Caso Padilla”.
LA NUEVA POESÍA LATINOAMERICANA. Org. Jorge A. Boccanera. México: Editores Mexicanos Unidos S.A., 1999.
Diseño de portada: Mabel Laclau Miró. ISBN 968-15-0969-2
MUJER BRAVA QUE CASO CON DIOS
A Sor Juana Inés de la Cruz
Me la imagino toda de blanco,
pintando las paredes del convento con malas
palabras,
abrumada por el calor, por los mosquitos,
y el desierto que era su celda.
Supongo que mucho antes, había cometido un desliz
con un caballero que por aquel tiempo
ya era casado, pero que reconstruía su vida de soltero
cada vez que la besaba.
Estoy segura de que cuando él la abandono,
ella quiso entregar su cuerpo al diablo,
hacerse una mujer práctica e indigna,
y que compró dos o tres trapos femininos,
lloró un poco,
y luego se dijo: “Toda la maldad del mundo son
los hombres”.
Creo, es más,
que no procuro olvidarlo,
que llevó un récord de las batallas que ganaba,
y que solamente cuando lo mataron
en aquel lío de mujeres
ella puso sus ojos en outro,
y que casó com Dios, el impotente.
MULHER QUE SE CASOU COM DEUS
A Sor Juana Inés de la Cruz
Eu a imagino toda de branco
pintando as paredes do convento com as más palavras:
oprimida pelo calor, pelos mosquitos,
e o deserto que era sua cela.
Suponho que bem antes, havia cometido um deslize
com um cavalheiro que por aquele tempo
era casado, mas que reconstruía sua vida de solteiro
cada vez que a beijava.
Estou segura de que quando ele a abandonou,
ela quis entregar seu corpo ao diabo,
tornar-se uma mulher prática e indigna,
e comprou dois ou três trapos femininos,
chorou um pouco
e logo disse: “toda a maldade do mundo são
os homens”.
Creio, é mais,
que não procurará esquecê-lo,
que levou um registro das batalhas que ganhava,
e que apenas quando o mataram
naquele lio de mulheres
ela pôs seus olhos em outro,
e se casou com Deus, o impotente.
Página publicada em março de 2020
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