Fuente: www.bibliotecasvirtuales.com
RAFAEL POMBO
(1833-1912)
Fue un poeta colombiano nacido Bogotá, estudió ingeniería, luego se hizo diplomático, fue miembro del Parlamento de su país; y se lo considera uno de los grandes poetas y narradores del romanticismo hispanoamericano. Si bien, a diferencia de los románticos del Río de la Plata, y debido a su permanencia en los Estados Unidos, tomó la influencia del romanticismo anglosajón en lugar de la influencia francesa que había penetrado con sus posturas estéticas y sus ideas liberales en el sur de América.
Entre los temas de sus poesías, se pueden señalar: el amor, la naturaleza, la desesperación y la soledad. Pero la mayor popularidad la alcanzó este autor en su país y en obras antológicas, en la literatura infantil, especialmente los textos contenidos en su libro Cuentos pintados y cuentos morales para niños formales (1854).
Se pueden citar La hora de las tinieblas, Preludio de primavera; y para niños, cuentos rimados como Simón El Bobito, Doña Pánfaga, Renacuajo paseador, Cutufato y su gato, Pastorcita, La Pobre Viejecita, El niño y la mariposa.
Su textos fueron reunidos de forma póstuma en Poesías (1916-1917) y Traducciones poéticas (1917).
Logró recrear los recuerdos de la infancia en su país y muchos de los chicos recuerdan a Rin Rin, el renacuajo, los vestidos de la Pobre Viejecita y las colas de las ovejas de la Pastorcita.
Vea 18 poemas de Rafael Pombo em:
http://www.comunidadandina.org/bda/docs/CO-OC-0002.pdf
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
A LA POESIA
Vicio divino, que a groseros vicios
Me hiciste despreciar,
Y las mil vanidades y artificios
Del tráfico vulgar;
Sacro elixir que al corazón y al alma
Das juventud sin fin,
Y entre abrojos y fango, etérea calma
Y alas de serafín,
Con que volver al aire primitivo,
Al gusto primicial
Y juicio puro, y al entero activo
Ser todo personal.
Libre del yugo de años mil, y de hombres,
Y de hábito y refrán,
Para llamar las cosas por sus nombres
Otra vez, como Adán;
señalar el cauce del derecho,
Y por sobre el saber
Y modo y ley del hombre, siempre estrecho,
Los del Supremo Ser.
Y así del mar ir a su fuente arcana
Y del acto al motor
Y adelantándose a la marcha humana
Servir de gastador.
O revolar por cuantas cosas bellas
Hizo Dios con querer
Y el alma ufana regalando en ellas
Vivir, sentir, creer.
Genio de amor inagotable, ardiente,
Eterno, universal,
Que a pasado y futuro haces presente,
Y real a lo ideal;
Y a un hombre solo, humanidad entera,
Con cuyo corazón
Toda ella lucha, y cree, ama, y espera,
Y llora su aflicción:
Siempre, ¡oh poesÌa! te adoré en privado
Como a dios familiar.
Nunca a exponerte me atreví al mercado,
Ni profané tu altar.
Tu néctar mismo, la embriaguez del canto
Fue mi rico laurel,
Y el tierno abrazo, la sonrisa, el llanto
Que arrebaté con él.
Y una, y ciento, y mil veces te bendigo
Por más de un dulce sí,
Y más de un noble corazón amigo
Conquistados por único, tú sabes,
A que tengo afición,
Yo que no sueño en poseer más llaves
Que las del corazón.
LA MEMORIA
¡Oh perfecto presente del pasado,
Vida de tanto amado ausente y muerto,
Que poblando aquel fúnebre desierto
Burlas del tiempo el hierro despiadado!
En mi hoy, más prosaico y desolado
Que el muerto ayer, me ofreces más de un puerto
Do a buscar vuelvo en mi soñar despierto
Un asilo poético y sagrado:
Un temple a cuya entrada unjo con llanto
El corazón, y en otro mundo, el eco
De inolvidables voces, oro y canto,
¿Será tal fruición juego, embeleso
Y no fiel prenda, misterioso rito,
Aurora boreal de lo infinito?
Enero 4 de 1904
TEXTOS EM PORTUGUÊS
O SOL E O PÓ
Tradução de Solon Borges dos Reis
Alcando-se em furioso torvelinho
O pó eclipsou o Sol,
Gritando-lhe com desprezo: “Astro Divino!
Onde estás? Que foi feito de ti?” E seu destino
Seguiu em silêncio o Sol..
Cessou o furacão, voltou a chão
o pó rasteiro e no azul sereno
de glória e de pompa pleno
seguiu em silêncio o Sol.
À POESIA
Tradução de Antonio Miranda
Vício divino, que os grosseiros vícios
Me fizes desprezar,
E as mil vaidades e artifícios
Do tráfico vulgar;
Sacro elixir que ao coração e à alma
Dás juventude sem fim,
E entre abrolhos e lodo, etérea calma
E asas de serafim,
Com que voltgar ao ar primitivo,
Ao gosto inicial
E juízo puro, e ao inteiro ativo
Ser todo pessoal.
Livre do jugo de mil anos, e de homens,
E de hábito e refrão,
Para chamar as coisas por seus nomes
Outra vez, como Adão;
Assinalar o leito do direito,
E por sobre o saber
E modo e lei do homem, sempre estreito.
Os do Supremo Ser.
E assim do ir à sua fonte arcana
E do ato ao motor
E adiantando-se à marcha humana
Servir de gastador.
Ou revoar por quantas coisas belas
Fez Deus por querer
E a alma ufana oferecendo nelas
Viver, sentir, crer.
Gênio de amor inesgotável, ardente,
Eterno, universal,
Que o passado e futuro fazes presente,
E real ao ideal;
E a um homem só, humanidade inteira,
Com cujo coração
Toda ela luta, e crê, ama, e espera,
E chora sua aflição:
Sempre, ó poesia! Te adorei em privado
Como a um deus familiar.
Nunca me atrevi a expor-te no mercado,
Nem profanei teu altar.
Teu néctar mesmo, a embriaguez do canto
Foi meu rico laurel,
E em fraterno abraço, o sorriso, o pranto
Que arrebatei como mel.
E uma, e cento, e vil vezes te bendigo
Por mais de um doce sim,
E mais de nobre coração amigo
Conquistados por único, tu sabes,
A que tenho dedicação,
Eu que não sonho possuir mais chaves
Que as do coração.
A MEMÓRIA
Tradução de Antonio Miranda
Ó perfeito presente do passado,
Vida de tanto amado ausente e morto,
Que povoando aquele fúnebre deserto
Burlas do tempo o ferro despiedado!
Em meu hoje, mais prosaico e desolado
Que o morto ontem, me ofereces mais de um porto
Onde a buscar volto em meu sonhar desperto
Um asilo poético e sagrado:
Um templo em cuja entrada unjo com pranto
O coração, e em outro mundo, o eco
De inesquecíveis vozes, ouro e canto,
Será tal fruição jogo, êxtase
E não fiel prenda, misterioso rito,
Aurora boreal do infinito?
Enero 4 de 1904
Página publicada em junho de 2008
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