JORGE GARCÍA USTA
Nació en Ciénaga de Oro, Córdoba, en 1960. Realizó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Santo Tomás y de Derecho en la Universidad de Cartagena, donde dirige la Revista |Historia y Cultura. Ganó el Premio Nacional de Poesía Joven León de Greiff en 1984. Ha publicado los libros de poemas: |Noticias desde otra orilla (1984), |Libro de crónicas (1989), |El reino errante (1991) y |La tribu interior (1995).
TEXTO EN ESPAÑOL / TEXTO EM PORTUGUÊS
CRÓNICA DE GAUGUIN
Porque él conoció las ansias de ese mar
que hace de un hombre, por siempre,
un ángel endeudado,
o alienta el dios solidario
que silba por las noches
los rencores de las islas.
A cuatro patas del deseo,
fundó el amarillo del enigma,
labio a labio, robando la brasa primordial
que puede fundar varias iglesias en un párpado
y regala a cada día un animal milagroso.
Amarillo de amor,
entonces, el pobre pájaro,
el flanco de la muchacha que inventa vanidades
a partir de su trenza,
y amarillo augural
el grito del día
con su jeta cínica o cantante,
y amarillo de deleite
la perversión del girasol
y amarillo de tinaja
la paz del pubis de la tahitiana
que pensó en él
como un animal cansado
aaaaaque perfumar y servir.
Así fluía cada día suyo
trabajando por ser ofrenda,
trombón o rapsodia.
El cielo
era aquella vulgar contraseña de la arena.
Qué soñaba antes, indagan los pregoneros,
pintando azufres pueriles,
pero vinieron las islas y sus plegarias,
y un pájaro, como héroe mestizo,
funcionando en el mar.
Entonces, mal viejo,
si ya tenías mar y mujer a la mano
para qué París otra vez,
la deliciosa perfección de sus mugres.
Catedrales de ocio
en el otoño
producen espejismos de tul.
La mujer de la lluvia trae la brasa y el sonido
y hace resplandecer el tiempo,
y unos amores montunos
gimen y se eternizan, con patadas rotundas,
en los talleres de pintura.
Se sabe ahora que lejos de sus cartas
por las islas, quedó una forma de vida
lentamente distribuida en nalga briosa
y esa fértil lepra del mar
que salva del hombre
sus espléndidas escorias.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de ANDERSON BRAGA HORTA
CRÔNICA DE GAUGUIN
Porque ele conheceu as ânsias desse mar
que faz de um homem, para sempre,
um anjo endividado,
ou alenta o deus solidário
que assovia pelas noites
os rancores das ilhas.
A quatro patas do desejo,
fundou o amarelo do enigma,
lábio a lábio, roubando a brasa primordial
que pode fundar várias igrejas numa pálpebra
e presenteia a cada dia um animal milagroso.
Amarelo de amor,
então, o pobre pássaro,
o flanco da moça que inventa vaidades a partir de sua trança,
e amarelo augural
o grito do dia
com sua cara cínica ou cantante,
e amarelo de deleite
a perversão do girassol
e amarelo de tina
a paz do púbis da taitiana
que pensou nele
como um animal cansado
que perfumar e servir.
Assim fluía cada dia seu
trabalhando por ser oferenda,
trombone ou rapsódia.
O céu
era aquela vulgar contra-senha da areia.
O quê sonhava antes, indagam os pregoeiros,
pintando enxofres pueris,
mas vieram as ilhas e suas preces,
e um pássaro, como herói mestiço,
funcionando no mar.
Então, mal velho,
se já tinhas mar e mulher à mão
para quê Paris outra vez,
a deliciosa perfeição de suas sujeiras.
Catedrais de ócio
no outono
produzem miragens de tule.
A mulher da chuva traz a brasa e o som
e faz resplandecer o tempo,
e uns amores montanos
gemem e se eternizam, com patadas rotundas,
nos ateliês de pintura.
Sabe-se agora que longe de suas cartas
pelas ilhas, ficou uma forma de vida
lentamente distribuída em nádega briosa
e essa fértil lepra do mar
que salva do homem
suas esplêndidas escórias.
Textos extraídos da ANTOLOGIA POÉTICA BRASIL- COLÔMBIA para conocernos mejor / organizadores Aguinaldo Gonçalves (Brasil), Juan Manuel Roca (Colômbia). São Paulo: Editoral da Universidade Estadual Paulista; Santa Fé de Bogotá, Colômbia: Asociación de Editoriales Unversitarias de Colombia, 1996. ISBN 85-7139-132-7 UNESP
REVISTA CASA SILVA No. 20- 2006. Director Pedro Alejo Gomez Vila. Bogotá: Casa de Poesia Silva, 2006. 400 p.
Ex. bibl. Antonio Miranda
DEL SILENCIO
Cuando ella puso la mano de él
en su sexo intacto
y él usó su mano como quien roza
un fuego nunca prometido
Cuando ella lamió su ombligo
con aquella sed súbita y antigua
y él vio brillar sus nalgas
como una zanja de pedernal en la
noche de la selva
ambos supieron que sus abuelos tenían
razón.
La mayor pobreza está en las
palabras.
DO SILÊNCIO
Quando ela pôs a mão dele
em seu sexo intacto
e ele usou sua mão com quem roça
um fogo nunca prometido
Quando ele lambeu seu umbigo
com aquela sede súbita e antiga
e ele viu brilhar suas nádegas
como uma vala de pederneira na
noite da selva
ambos souberam que seus avós
tinham razão.
A maior pobreza está
nas palavras.
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Página ampliada e republicada em maio de 2022
Página publicada em julho de 2008
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