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IGNACIO ESCOBAR URDANETA DE BRIGARD
(1943-1974)
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TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
TENORIO, Harold Alvarado. Ajuste de cuentas. La poesia colombiana del siglo XX. Con un prólogo de Antonio Caballero. Palma de Mallorca, España: Agatha, 2014. 662 p. 16,5x21,5 cm. ISBN 978-980-6523-85-2 “ Harold Alvarado Tenorio “ Ex. bibl. Antonio Miranda
Cuaderno de hacer cuentas
I
Las cosas son iguales a las cosas
Aquello que no puede ser dicho, hay que callarlo.
El ojo ve, y olvida.
Pero la voz lo grita:
las cosas son iguales a las cosas.
El ojo las ha visto.
A voz en cuello
la voz las ha callado.
(¿Y me volveré a ver y me diré: quién soy?)
Lo que el ojo conoce de las cosas
es por haberlas visto
iguales a ellas mismas.
(¿Y me diré otra vez: quién soy, que ya me he visto
y sigo siendo yo?)
El ojo ve, y olvida.
El ojo no es conciencia de las cosas,
ni es voz:
es ojo apenas.
Mudo, sordo,
ojo inmóvil delante de las cosas.
No sabe su sabor ni su sonido
ni conoce su peso ni su fuerza
ni juzga su deseo
ni su sentido.
El ojo ignora
todo lo que es posible ignorar de las cosas.
No ve lo que hay en ellas
sino lo que ya sabe:
y lo que sabe lo ha olvidado.
Es ojo sin memoria
ojo inmóvil
ojo
delante de las cosas.
El ojo es ciego
en la noche del párpado.
El ojo que quisiera ver las cosas,
saber que las ha visto,
creer que son iguales a las cosas ya vistas,
no las ha visto nunca.
Sólo conoce
sombras
en el párpado
huellas
en el párpado
cauces
en el párpado.
Y así imagina el ojo mudo y sordo,
el ojo quieto y ciego
y que todo lo ignora,
tiempos, vientos, olores, voces, fugas, silencios.
(¿Quién soy, que no me veo y no me he visto?)
II
Ahora, ahora, afuera:
luz de ciegos.
Ojo a cántaros, ojo
voraz y numeroso de los muertos.
(En la memoria el golpe seco, hueco,
de la luna en la piedra.
En la memoria, lejos,
un embudo de estruendo.
Racimo, granizada,
enjambre de ojos quietos.
En la memoria el túnel
repetido en el eco:
atrás, ayer, adentro.
Rastro de pasos, ecos).
Ahora, ahora. Afuera:
voz crecida en la voz
voz igual a otras voces
círculos en el círculo
luz en la luz, memoria en la memoria.
El alto cielo, embudo inescalable
(Y el gemido
de las tablas al sol, en el recuerdo).
En torno, el ojo
múltiple, pupulante:
extático
en la contemplación del arte por el arte.
(Las figuras, de golpe,
se desprenden del hueco de la curva,
se deslizan siguiendo el arco de los pétalos
cerrados como párpados.
Esperan
el rápido crujido de la tierra
el silbido del aire en los oídos, como seda rasgada,
el agrio olor del miedo
metálico y espeso como el cuero.
En la pupila pródiga
paisaje con figuras:
rígidas, fragmentadas
figuras de silencio
arrojadas de golpe y ahora rotas,
volteadas como guantes,
ingrávidas de pronto y ahora densas,
inertes,
rasguñadas sin fuerza
por los dedos del viento).
Un ojo cruel te mira
(alanceado de lenguas
engañado de sombras):
un ojo extático
en la contemplación del arte por el arte.
(...)
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
Caderno de fazer contas
I
As coisas são iguais às coisas
Aquilo que não pode ser dito, há que calar.
O olho vê, e esquece.
Mas a voz grita:
as coisas são iguais às coisas.
O olho as viu.
A voz na garganta
a voz calou-as.
[E voltarei a ver-me e perguntarei: quem sou?]
O que o olho conhece das coisas
é por havê-las visto
iguais a elas mesmas.
[E dir-me-ei outra vez: quem sou, que já me vi
e sigo sendo eu?]
O olho vê, e esquece.
O olho não é consciência das coisas,
nem é voz:
é olho apenas.
Mudo, surdo,
olho imóvel diante das coisas.
Não sabe de seu sabor nem seu som
nem conhece seu peso nem sua força
nem julga seu desejo
nem seu sentido.
O olho ignora
tudo o que é possível ignorar das coisas.
Não vê o que há nelas
apenas o que já sabe:
e o que sabe já esqueceu.
O olho sem memória
olho imóvel
olho
diante das coisas.
O olho é cego
na noite da pálpebra.
O olho que quisera ver as coisas,
saber que as viu,
crer que são iguais às coisas já vistas,
não as viu jamais.
Apenas conhece
sombras
na pálpebra
vestígios
na pálpebra
leitos
na pálpebra.
E assim imagina o olho mudo e surdo,
o olho quieto e cego
e tudo o ignora,
tempos, ventos, odores, vozes, fugas, silêncios.
[Quem sou,
que não me vejo e não me vi?]
II
Agora, agora, lá fora:
luz de cegos.
Olho a cântaros, olho
voraz e numeroso dos mortos.
[Na memória o golpe seco, oco,
de lua na pedra.
Na memória, longe,
um funil de estrondo.
Cacho, saraivada,
enxame de olhos quietos.
Na memória o túnel
repetido no eco:
atrás, antes, adentro.
Rastro de passos, eco].
Agora, agora. Lá fora:
voz crescida na voz
voz igual a outras vozes
círculos no círculo
luz na luz, memória na memória.
No alto céu, funil inescalável
[E o gemido
das tábuas ao sol, na lembrança].
Arredor, o olho
múltiplo, pululante:
extático
na contemplação da arte pela arte.
[As figuras, de golpe,
se desprendem do oco da curva,
deslizam seguindo o arco das pétalas
cerrados como pálpebras.
Esperam
o rápido estalo da terra
o assobio do ar nos ouvidos, como seda rasgada,
o azedo odor do medo
metálico e espesso como o couro.
Na pupila pródiga
paisagem com figuras:
rígidas, fragmentadas
figuras de silêncio
expulsa pelo golpe e agora rotas,
reviradas como luvas,
sem gravidade de repente e agora densas,
inertes,
arranhadas sem força
pelos dedos do vento].
Um olho cruel te mira
[lançado de línguas
enganado de sombras].
um olho extático
na contemplação da arte pela arte.
Página publicada em junho de 2016
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