FEDERICO CÓNDOR
Poeta, editor y diagramador. No quiso el derecho, pero añora el Externado de Colombia. Terminó literatura en la Universidad Javeriana de Bogotá. Organizó, junto con otros poetas, el Primer encuentro de niños poetas colombianos (bajo el auspicio de la Procuraduría General de la Nación); promovió, junto con María Claudia Arrubla, el Segundo encuentro de estudiantes de letras y ciencias sociales, patrocinado por La Facultad de Literatura de la Universidad Javeriana. Ha publicado los libros de poemas Hechos para una vida anormal, Alquimistas Ambulantes y Mago sólo hay uno. Sobre antropología cultural ha publicado, junto con Francisco González, el libro: Epitafios: algo de historia hasta esta tarde pasando por Armero. Compiló La Antología Domingo-atrasado, en la que recoge las voces de algunos poetas jóvenes. Escribió los libros de español: Competencias escriturales para los grados que van desde prejardín hasta once, para la editorial Norma. Coordinó para la Casa de poesía Silva las visitas de los niños de los colegios distritales, dentro del programa Escuela-Ciudad-Escuela. Comparte la docencia universitaria con la dirección de la editorial Domingo Atrasado y el taller de poesía gratuito los domingos a las 3 pm en el parque de Usaquén.
Los presentes poemas son una selección de su libro inédito De la miel al fuego (Travesías de un cazador) publicados en la ANTOLOGÍA POÉTICA BRASIL – COLÔMBIA (PARA CONOCERNOS MEJOR). Organizadores Aguinaldo José Gonçalves (Brasil), Juan Manuel Roca (Colômbia). São Paulo: Editora da Universidade Estadual Paulista; Bogotá: Asociación de Editoriales Universitarias de Colombo, 1996. (Prismas)
EULALIA
Soy Eulalia pero me llamaban Rosa la bruja,
Hacía magia,
Ayudaba a conquistar con una vela rosa
Y a recuperar el amor con el hechizo de la madera
O con el embrujo de la luna,
Aumentaba la pasión con los secretos marinos de los caracoles
Que batía en la mamita de mis embrujos,
Evitaba la nostalgia
Con perlas de éter y polvo de estrella
Y usaba el ajo macho contra los malos espíritus y contra la
Infidelidad;
Utilizaba la loción de fruta verde para el dinero,
La amarilla para el oro
Y la transparente para el sexo;
Hacía limpias contra la mala suerte
Con rosas hervidas y carbón de leña roja
Mezclándolo todo con agua pura de lirios.
En mi consultorio de luna levantaba los ánimos,
Alejaba la dudas y las malas patrañas,
Adivinaba el futuro, el presente y el pasado
Y hacía feliz a la gene con mis buenos presagios.
Con mi gato malo que se llamaba Sam
Paseábamos todas las noches en la moto colorada de mi risa
Tirando tarros contra las paredes
Para asustar a los desvelados y hacerle propaganda al negocio.
Desde que me dijeron que las brujas no existen,
vendo biblias.
LEPROSO
Todos tenemos algo de leproso,
Se nos desgaja la piel de los recuerdos,
Perdemos la cabeza o la flor de las disculpas,
El dolor de la ausencia nos deshoja,
Se nos cae la cara de vergüenza.
Olvidamos, sé que todos olvidamos,
Que nuestra historia se queda trunca,
Que dejamos los sueños y las nostalgias
Pegados a la gasa de los días.
Todos nos vamos desintegrando,
Dejamos en las sábanas o en la ropa ajena
Una caricia, una lágrima,
Un poema, una canción
Las palabras de amor, las mentiras,
Y cuando las bocas se unen
Dejamos la miel del abrazo
Esparcida en el pan de otra lengua.
Todos tenemos algo de leproso,
Pero a nosotros no nos dan monedas
Ni nos destinan a un lugar común para hacernos compañía;
No damos lástima,
Estallamos de alegría
O nos desgarramos de dolor,
Nuestras llagas no son iguales,
Nos las cura el algodón de la luna.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de José Santiago Naud
EULÁLIA
Eu sou a Eulália mas mês me chamavam Rosa a bruxa,
Praticava magia,
Ajudava o namoro com um vela rosa
E refazer amor com o feitiço das ervas
Ou bruxarias de lua,
Incendiava paixões com o segredo marinho das conchas
Que misturava na panela de meus bruxedos,
Evitava o banzo
Com pérolas etéreas ou pó de estrelas
E usava alho porro contra maus espíritos e a
Infidelidade;
Utilizava suco de fruta verde para dinheiro,
O amarelo para ouro
E o transparente pra sexo;
Fazia limpeza contra azar
Com a fervura de rosas e carvão de pau vermelho
Misturando tudo em água pura de lírios.
No meu quintal de lua erguia as forças,
tirava dúvidas e o pior enredo,
Adivinhava o futuro, o presente e o passado
E fazia feliz a toda gente com meus bons presságios.
Com meu gato preto que se chamava Sam
passeávamos de noite na moto colorada do meu riso
Atirando coisas contra as casas
Só para assustar os desvelados e fazer a propaganda do negócio.
Desde que me disseram que as bruxas não existem
Vendo bíblias.
LEPROSO
Todos nós temos algo de leproso.
Solta-se em nós a pele das lembranças,
Perdemos a cabeça ou as flores da desculpa,
A dor da ausência em nós desfolha,
Cai-nos a cara de vergonha.
Esquecemos, sei que todos esquecemos,
E se trunca a nossa história,
E deixamos os sonhos e as saudades
Colados na gaze dos dias.
Todos aos poucos nos vamos desfazendo,
Deixamos nos lençóis, no roupa alheia
Uma carícia ou uma lágrima,
Um poema, uma canção
As palavras de amor, muitas mentiras,
E quando as bocas juntam-se
Fica o mel do abraço
derramado no pão de uma outra língua.
Todos nós temos algo de leproso,
Mas para nós não oferecem moedas
Nem sequer nos conduzem a um lugar comum fazendo companhia;
Não damos pena,
Rebentamos de alegria
Ou nos despedaçamos de dor,
Nossas chagas são diferentes,
Só pode curá-las o algodão da lua.
Página publicada em julho de 2008
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