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Sobre Antonio Miranda
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

JUAN GARRIDO SALGADO

 

 

Nació en Chile, 1957. Vive en Australia con una Visa humanitaria desde 1990.

 

Ha publicado tres libros de poesía en Australia y Chile. Su poesía ha sido publicada en Colombia, USA, España, Francia e India. Sus traducciones al castellano de poetas y poetisas australianas se han publicado en diferentes revistas de Latinoamérica y Europa. Su traducción del libro bilingüe (Ingles/ castellano) de la poetisa australiana MTC CRONIN Respondiendo a las Preguntas de Neruda, edición SAFO –Chile 2005.

 

La editorial Australiana Five Island Press publicó su libro Collected Poems (2005).

Picaro Press editó el libro Navegante Inmóvil que amó en la oscuridad del océano.

 

Los poemas publicados aquí pertenecen al libro inédito, El Jardín del Poeta del Sur, financiado por ART SA (South Australia) y The Australian Council for Arts. (2003).

 

 

  Poemas publicados originalmente en la revista LA PATA DE LIEBRE, Chile.

Director: Aristóteles España - www.lapatadeliebre.cl/

 

 

TEXTOS EN ESPAÑOL  /  TEXTOS EM PORTUGUÊS

 

 

EL JARDIN DEL POETA DEL SUR

 

 

Quien soy hoy 11.02.02

 

Un montón de maíz sin raíces ni suelo

Un pájaro jugando a ser semilla en el huerto de la muerte

Una bicicleta estacionada en plena noche sin un alma en pie.

Una carta dando la vuelta al mundo desde un mestizo del virreinato de 1492

al dolor de la abuela por la ausencia  de lo que fui.

Una visita a Woomera, centro de detención, en Adelaida

a un refugiado afgano, quien planta un árbol en su ojos

ya que afuera el desierto le devora su sombra.

 

 

Eolo

(Rey y Dios del viento)

 

Viene entre las hojas del maíz

que se ausenta del huerto, son pájaros hambrientos

Semillas del alimento del sueño

 

Yo fui quien organizó la fiesta mexicana

El tequila nos inundó los surcos y nos quemó

los ríos frescos de la garganta.

 

Es la hora de limpiar el alma,

El huerto que nos destinó la vida.

Dios Eolo vendrá galopando en las costillas de la luna

En cualquier atardecer de abril.

 

 

Lo que hago en un día como hoy

 

En las mañanas trabajo

Como mariposa en el jardín

Beso a las maravillas

Converso con las alas de las acelgas

Bebo el agua que no se beben los gorriones

Plantamos los frutos que son semillas

Plantamos en nombres de otros que ya no están:

Víctor Jara le crecen zapallos italianos

Steve Biko tiene pimentones rojos

Aunty Maggie le crece el choclo del maíz.

 

Después en la tarde los canastos se llenan de manzanas,

Como respuesta del huerto al trabajo.

 

Al mediodía nos sentamos en la mesa de la hermandad

Y celebramos el sudor y el esfuerzo de todos.

Damos gracias por la amistad y el trabajo.

 

Al atardecer me espera un café,

Tal vez una conversación o un poema…

Las noches el descanso, una lectura con un vaso del placer.

 

Adiós buenas noches a todos. Hoy he vivido.

 

 

Tres imágenes de una coliflor muerta

 

*

Allá en el medio de la huerta casi al centro

Está una coliflor siendo comida por los pájaros y orugas

Son cuatro soldados del hambre que devoran el fruto blanco;

Uno de estos soldados ataca desde la pulpa blanca,

otra se aferra  a una de las hojas

como único sobreviviente de la guerra.

Las otras dos restantes duermen con la satisfacción

de haber comido un manjar blanco.

 

**

Si la hermosa coliflor era mi único sol blanco en la tierra

Lleno de agujeros, cráteres del hambre

Con sus raíces  del habitante de la tierra nuestra.

 

***

Este sol blanco tiene  hojas que son sus continentes

alrededor de su hermosura

El agua  y abono son vecinos de sus sueños de humanidad

 

 

Cuatro partes de un poema para comenzar el día

 

Sueños

 

¿Dónde viajan los sueños

Cuando la humanidad

Se entretiene de ruidos?.

 

Amistad

 

Silueta de frutos cargados

entre los abrazos.

 

Hijos

 

Alegría,

comida del temor

muro del silencio

cruzando hacia el amor.

Ecuación de la pasión

dividiendo la vida

en

dos

partes

desiguales

del somos

 

Casa

 

Bello silencio

sepultado

de adioses

en la memoria.

 

 

La Casa de Eva y el Paraíso Familiar

 

Subo perdido

las curvas de los fragmentos

cerros de signos clandestinos

vuelo de mariposas a la eternidad del azul,

que aun laten en el corazón.

Rostros que viajan entre mis ojos.

Subo perdido

todo lo que fui

habitante clandestino de tus noches,

hojas sueltas que toman el vino en un verso del ayer.

Releo los apuntes políticos del cuaderno ausente,

el día era bajar

todas las escaleras de las tareas y la reunión.

Voces que daban pasos cerros abajo,

gaviotas humanas que picoteaban los panfletos.

Perros callejeros

que escarbaban la sangre de las protestas

como huesos duros de roer.

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS

Tradução de Antonio Miranda

              

 

Quem sou eu hoje 11.02.02

 

Um monte de milho sem raizes nem solo

Um pássaro brincando ser semente no horto da morte

Uma bicicleta estacionada em plena noite sem a alma em pé.

Uma carta dando a volta ao mundo desde um mestiço do vice-reinado de 1482

até a  dor da avó pela ausência do que fui.

Uma visita a Woomera, centro de detenção, em Adelaide

a um refugiado afgão, que planta uma árvore em seus olhos

pois lá fora o deserto devora sua sombra.

 

 

Eolo

(Rei e Deus do vento)

 

Vem entre as folhas de milho

que se ausenta da horta, são pássaros famintos

sementes do alimento do sonho

 

Fui eu quem organizou a festa mexicana

A tequila nos inundou os sulcos e nos queimou

os rios frescos da garganta.

 

É a hora de limpar a alma,

O horto que nos destinou a vida.

Deis Eolo virá galopando nas costas da lua

Em qualquer entardecer de abrir.

 

 

Que faço em um dia como hoje

 

Pelas manhãs trabalho

Como borboleta no jardim

Beijo as maravilhas

Converso com as asas das acelgas

Bebo da água que não bebem os pardais

Plantamos os frutos que são sementes

Plantamos em nomes de outros que já se foram:

Em Victor Jará crescendo  abóboras italianas

Steve Biko com pimentões rubros

Em Aunty Maggie crescendo a espiga de milho.

 

Depois na tarde as canastras repletas de maçãs,

Como resposta do pomar ao trabalho.

 

Ao meio-dia nos sentamos à mesa da irmandade

E celebramos o suor e o esforço de todos.

Damos graças pela amizade e o trabalho.

 

Ao entardecer me espera um café,

Talvez uma conversa ou um poema...

As noites de descanso, uma leitura com uma taça de prazer.

 

Adeus boa noite a todos.  Hoje eu vivi.

 

 

Três imagens de uma couve-flor morta

 

*

Lá no meio de uma horta quase ao centro

Está uma couve-flor sendo comida pelos pássaros e lagartas

São quatro soldados da fome que devoram o fruto branco;

Um dos soldados ataca a partir da polpa branca,

Outra se aferra a uma das folhas

Como única sobrevivente da guerra.

As outras restantes dormem com a satisfação

De ter haver comido um manjar branco.

 

**

Se a formosa couve-flor era meu único sol branco na terra

Cheiro de buracos, crateras de fome

Com suas raízes de habitante de nossa terra.

 

***

 

Neste sol Branco tem folhas que são seus continentes

Arredor de sua formosura

A água e adubo são vizinhos de seus sonhos de humanidade

 

Este sol blanco tiene  hojas que son sus continentes

 

 

Quatro partes de um poema para começar o dia

 

Sonhos

 

Onde viajam os sonhos

Quando a humanidade

Se entretém em ruídos?

 

Amizade

 

Silueta de frutos carregados

Entre os abraços.

 

Filos

 

Alegria,

comida de temor

muro de silêncio

cruzando para o amor.

Equação da paixão

dividindo a vida

em

duas

partes

desiguais

do somos

 

Casa

 

 

Belo silêncio

sepultado

de adeus

na memória.

 

 

A casa de Eva e o Paraíso Familiar

 

Subo perdido

as curvas dos fragmentos

morros de signos clandestinos

vôo de borboletas à eternidade do azul,

que ainda pulsam no coração.

Rostos que viajam entre meus olhos.

Subo perdido

tudo que fui

habitante clandestino de tuas noites,

folhas soltas que tomam o vinho em um verso de ontem.

Releio anotações políticas do caderno ausente,

o dia era descer

todas as escadas das tarefas e a reunião.

Vozes que davam passos morros abaixo,

gaivotas humanas que bicavam os panfletos.

Cães de rua

que revolviam o sangue das protestas

como ossos duros de roer.

 

 



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