ITZEL A. SOSA
Itzel Sosa (Cuernavaca, México, 1977) nació, en lo que es el invierno para algunos, un 23 de diciembre del año del dragón en Cuernavaca. Ensayos, artículos y poemas suyos han sido publicados en diversos periódicos y revistas estatales, nacionales e internacionales. Ha participado en encuentros de poesía en México y el extranjero. Realiza investigaciones sociales en temáticas referidas a los derechos humanos, el género y la sexualidad. Ha realizado una Maestría en estudios de población y desarrollo regional en el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM-UNAM). Es licenciada en Administración y actualmente realiza una Maestría en teoría y metodología de las Ciencias Sociales en el Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales (CLACSO), Buenos Aires, Argentina. Ha publicado en El sumo que escurre de los verbos, antología de poetas jóvenes morelenses, 2004, Perú, y prepara su segundo poemario titulado Bajo el círculo del pez. Le gusta reírse de sí misma. Radicada en Canada.
Poemas extraídos de la REVISTA DE POESÍA BARATARIA, Buenos Aires, Año 9, Número Triple 18 – 19 – 20 Octubre de 2007.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
EN EL PONIENTE
En el poniente
Después, sobre el ocaso,
Dios se mete en el canto de los pájaro
M. Castilla
En el poniente
la sonrisa de mi madre
los cien mil tonos que cada día
se van
retornan
y me miran
miel
salina
partícula de nadie
Tanta aparición
se da lugar ahí
revoluciona el tiempo
en tonos púrpuras y rojos
¿qué habrá de hacerse con el rojo?
¿qué habrá de hacerse com el alfabeto ritual de cada tarde?
En el poniente
confluyen todos los tambores
que habitan
crepuscularmente
en el pecho y en los lábios de Tonantzin
con su tum tum irrepetible
con su vaivén de fuego abierto
de crótalo que cana llamaradas
en el fluir de los instantes que se abren
En el poniente
la palpitación
en la que infinitos milagros se suceden
como el azul y el verde
en las hogueras
en el rayo que nos porta
a cuestas peregrinos
en los ojos
del mítico jaguar que siempre espera
su batalla final en nuestra sangre
El poniente
es un horizonte de alebrijes y quimeras
que abanica
este viaje de espigas y de Cañas
las memórias del maíz
lo que nómada y gérmen
presagian con su canto
los quetzales
En el poniente enrojecido
escenario cardinal de intercesiones
los juegos de la piel
y los conjuros
vuelven puntuales
a religarnos
en silencio
cada tarde
En el poniente siempre aguardan
horizontes
lo que migra
todo lo que se va y retorna
diciéndonos
adiós
naciendo
a pinceladas.
ENTRE ANIMALES
A Frida Kahlo
E n t r e a n i m a l e s
yo soy la que se bebe el agua
y la transforma en tiempo.
La que se quiebra en la luz
de ciertas tardes
que se parten en mil
geométricas
caleidoscópicas.
La que en el viento incendia
algún ramo de nubes
algún paisaje
sus guitarras.
Y sé que soy también al mismo tiempo
esta tierra que anda a la intemperie enrojecida
vestida de maíz.
Soy la que cuestiona los espejos
el túnel negro
los abismos
la que profiere azules maldiciones
verdes rezos
violáceas despedidas.
Soy la que no para de sangrar
mientras levanta el rostro hacia la noche
y le reclama la cicatriz del día
la infancia de este mundo
el desamparo sumergido aquí en los huesos
Soy este círculo de sal
de paredes extendidas
del que húmeda y sitiada emerjo
semejante
compañera
Soy
este animal bípedo y marino
montaña vertebrada
caracola de mil años que duerme
en un pulso de mujer
Entre animales
soy
un grito siempre acuático en la boca
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
AO ENTARDECER
En el poniente
Después, sobre el ocaso,
Dios se mete en el canto de los pájaro
M. Castilla
Ao entardecer
o sorriso de meu pai
os cem mil tons que cada dia
se vão
retornam
e se olham
mel
salina
partícula de ninguém
Tanta aparição
acontece ali
revoluciona o tempo
em tons purpúreos e rubros
que vamos fazer com o vermelho?
que faremos com o alfabeto ritual de cada tarde?
Ao entardecer
confluem todos os tambores
que habitam
crepuscularmente
no peito e nos lábios de Tonantzin
com seu tum tum irrepetível
em seu vai-e-vem de fogo aberto
de crótalo que canta chamaradas
no fluir dos instantes que se abrem
Ao amanhecer
a palpitação
em que infinitos milagres se sucedem
como o azul e o verde
nas fogueiras
no raio que nos leva
nas costas peregrinos
nos olhos
do mítico jaguar que sempre aguarda
sua batalha final em nosso sangaue.
O entardecer
é um horizonte de alebrijes* e quimeras
que abana
esta viagem de espigas e de canas
as memórias do milho
o que nômade e gérmen
pressagiam com seu canto
os quetzales**
Ao entardecer enrubescido
cenário cardinal de interseções
os jogos da pele
e os conjuros
regressam pontuais
a religar-nos
em silêncio toda tarde
Ao entardecer sempre aguardam
horizontes
o que migra
tudo que se vai e regressa
dizendo-nos
adeus
nascendo
a pinceladas.
* Os alebrijes são peças do artesanato mexicano que consiste em figuras de animais imaginários vivamente coloridos e trabalhados em madeira.
** aves mexicanas.
ENTRE ANIMAIS
a Frida Kahlo
Entre animais
eu sou a que bebe água
e a transforma em tempo
A que se rompe na luz
de certas tardes
que se rompem em mil
geométricas
caleidoscópicas
A que no vento incendeia
algum ramo de nuvens
alguma paisagem
suas guitarras
A que sou também ao mesmo tempo
esta terra que anda na intempérie enrubescida
vestida de milho
Sou a que questiona os espelhos
no túnel negro
os abismos
a que profere azuis maldições
verdes rezas
violáceas despedidas
Sou a que não pára de sangrar
enquanto levanta o rosto para a noite
e que reclama
a cicatriz do dia
a infância deste mundo
o desamparo submerso aqui nos ossos
Sou este círculo de sal
de paredes estendidas
de que úmida e saciada emerjo
semelhante
companheira
Sou
este animal bípede e marinho
montanha vertebrada
caracol de mil anos que dorme
em um pulso de mulher
Entre animais
sou
um grito sempre aquático na boca.
Página publicada em janeiro de 2009.
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