Home
Sobre Antonio Miranda
Currículo Lattes
Grupo Renovación
Cuatro Tablas
Terra Brasilis
Em Destaque
Textos en Español
Xulio Formoso
Livro de Visitas
Colaboradores
Links Temáticos
Indique esta página
Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


SUSANA CABUCHI

 

SUSANA CABUCHI

 

 

Nació en Jesús María (Córdoba) en 1948. Ha publicado: “El Corazón de las Manzanas” (E. y G. López Editores, Córdoba, 1978), “Patio Solo” (Alción Editora, Córdoba, 1986), “Álbum Familiar” (Alción Editora, Córdoba, 2000), “El Dulce País y otros poemas” (Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, Buenos Aires, 2004).

 

Publicadas en el exterior sus obras han sido traducidas al italiano ( Lic. Pablo Anadon, “Poetesse Argentine”, Plural Poesía, Acquaviva Picena, 1994), al árabe (Escritor Juan Yaser,  “At-Qataffa”, antología personal, Damasco, Siria, 1991),  al francés (Lic. Pablo Urquiza “Entresilences”, Editions L’ Inventaire, Paris, 2004) y  al portugués (“Poetas de Cordoba para o  Merco-sul”, antología individual, Agencia Córdoba Cultura, Córdoba, Argentina, 2004).

 

Textos de su autoría han sido incluidos en numerosas antologías, ensayos y estudios críticos de poesía hispanoamericana y de literatura escrita por mujeres. Obtuvo por su escritura distinciones nacionales e internacionales.

Desde 1963 hasta 1967 realizó su formación junto al reconocido escritor Alfredo Martínez Howard.En 1965 ingresó a “El Taller del Escritor” conformado por sobresalientes nombres de la poesía argentina, que tuvo una marcada influencia en la actividad literaria de esa década.En 1983 fundó el Instituto Municipal de Educación Integral (I.M.E.I.) de Jesús María (Córdoba) en el que se desempeñó como Directora del Departamento de Letras, Teatro e Historia  hasta 1993.

 

En 1994, contratada por el gobierno municipal de Asunción (Paraguay) realizó un relevamiento de actividades literarias en diversas localidades de ese país y a través de “La Red”, cursos y talleres en diversos barrios y centros culturales de la ciudad capital.Dictó cursos, seminarios y talleres de escritura y de lectura para docentes, niños, jóvenes y adultos en diversas provincias de la Argentina y en países limítrofes. Organizó Ferias del Libro, Semanas de Cultura, Concursos Literarios, coordinó debates y actividades de difusión de la Literatura Argentina. Actuó como Miembro de Jurado en numerosos concursos literarios de Poesía y Narrativa, entre ellos del “Premio Consagración Letras de Oro”, Córdoba, 2003.  Ha participado como panelista y conferencista en Congresos, Encuentros, y Jornadas en su país y en el extranjero.
Actualmente colabora en diarios y revistas especializadas, coordina Talleres de Escrituras y brinda asesoramiento en instituciones públicas y privadas sobre temas de su especialidad.

SUSANA CABUCHI

Susana Cabuchi, representante oficial de Argentina en la I Bienal Internacional de Poesía de Basília, del 3 - 7 septiembre de 2008, en la sesión magna del evento. Apoio: Embajada de la República Argentina en Brasília.

 

VIERNES

 

I

 

A fines del verano

crece marzo.

Los empleados municipales

construyen a Momo

de paja seca

enlazada con mimbres

y lo tensan en cruz.

Sobre una rueda

girará para su muerte

en la estación de trenes.

¿Qué hará Momo por nosotros,

qué obtendremos al castigarlo?

No otorgará salud.

No prometerá el agua.

No cubrirá nuestros campos

de trigo.

Pero lo han decidido

hace mucho.

Y asistimos.

 

 

II

 

No ignoramos

las equívocas sensualidades

nacidas de las aguas venecianas,

ni la desmesura de Brasil,

su estridencia selvática,

ni los temores del Origen,

ni las orgías que ocultaban las máscaras.

 

Sabemos

que el rey, o el dios, o el hombre,

esperará hasta el martes

para morir

y observa, mudo,

la tenacidad del desfile.

 

Su punzante palabra,

su desafiante humor,

le han deparado

doble pena:

la expulsión del Olimpo

y el fuego sobre nuestro planeta.

 

¿Quién podría reír en estas vísperas?

 

III

 

Por las calles

que rodean la plaza,

compartimos

– y ninguno lo dice –

la fiesta

más triste de la tierra.

 

 

VISITA AL PURGATORIO

 

El cartel anuncia

“El Paraíso”.

Aquí están

la directora del colegio,

la fundadora del Teatro Vocacional,

el carnicero,

el prestamista, el notario.

– Si madre,

traigo galletas,

sacaremos una mesa,

jugaremos a la confitería,

tomaremos el té.

Las pequeñas carrozas

– trípodes, andadores,

sillas de ruedas –

giran.

Aferrados al pasamanos

los caminantes

repiten la peregrinación,

como antes en la plaza,

ahora a orillas de la ciudad,

a orillas de la vida,

con las máscaras de la vejez,

y con pesados trajes, marchitos.

– Si madre,

soy la tía Emma

y también soy Susana.

Entre sombras

la comparsa emite

entrecortados llantos, gemidos secos.

– No madre, sus padres

no la olvidan,

están muy ocupados.

Cuando puedan

vendrán

con un ramo de rosas.

 

 

ENCUENTRO

 

Pensábamos que era tarde.

Que los fuertes resplandores del deseo

habían sucedido en las calles del río,

entre la hierba,

o algún automóvil detenido

frente a los trenes que pasaban,

interminables y ajenos,

o en las eternas noches

dedicadas a medir

la respiración

y la duración de los besos.

Ya pasó. Nada hemos perdido.

Para este encuentro

sumamos

países y tristezas,

los rostros de los que hemos amado,

los libros que leímos,

la belleza del mundo.

Serenos, como antiguos amantes,

sorprendidos, como Eva o Adán,

inhábiles, peritos,

actores de un instante definitivo,

afirmados en el temblor y en el instinto,

entregados

a una victoria más:

la gravitación del fuego,

la claridad de su mandato.

 

 

PASOS

 

He bebido las aguas

del Shu – Am

como si no estuvieran

contaminadas.

A orillas

del río silencioso

crecen flores amargas

sobre las que he descansado,

                                leyendo.

Y no he pecado

sino

lo necesario.

 

 

ÁLBUM FAMILIAR

 

Los padres

fueron una vez

a Mendoza.

Me dejaron

una foto con nieve

a orillas del camino

con un gran auto negro

y con amigos.

 

Me dejaron

una foto con nieve

y este frío.

 

 

12 DE JUNIO

 

Esa mano que muere

no está sola.

El anillo dorado

la devuelve

a una danza de bodas

y a sus giros.

A una siesta

de parrales ardientes.

A los vinos

guardados

para las grandes fechas.

Está

el metal redondo

sosteniendo

que todo fue verdad.

El anillo de bodas

de mi padre,

en la mano, en la vida

de mi padre.

En el día de la muerte

de mi padre.

 

 

LA CARTA

 

Ha llegado la carta.

 

Está sobre la mesa,

al lado de las flores.

La miro

                largamente.

Conozco la letra.

 

Pero la leeré

a la medianoche,

cuando los trenes

que pasan hacia el norte

hagan temblar

los vidrios de la casa.

 

 

VISITA

 

Un viajero

ha llegado a la casa.

Salimos todos

a abrazarlo

porque trae noticias del hermano.

Habla de campos secos,

del hambre en las ciudades,

muestra fotografías.

Después del almuerzo

le servimos

la fruta más dulce del ciruelo.

Y la ha comido,

                         pero sin alegría.

 

 

EN ESTE PATIO

 

En este patio

han jugado los niños.

Eran un coro alegre

que rompía la siesta.

La madre

alguna noche

contaba cuentos bajo la luna,

mientras su delantal

se ahuecaba entre las piernas

por el verdoso peso de las arvejas.

El verano

maduraba en las uvas su jugo dulce.

A veces

las vecinas venían

contando alguna muerte,

y parecía mentira

la muerte,

bajo aquellos parrales.

Cómo entender la pena

ahora,

con estos mismos gatos

cruzando los tejados

ya sin nada de infancia

en este patio.

SUSANA CABUCHI

De

DETRÁS DE LAS MÁSCARAS

Córdoba, Argentina: Ediciones del Copista, 2008

 

 

PAYASOS

 

TRANSITAN

gesticulando aparatosamente,

exagerado el carmín de sus bocas,

las gruesas figuras

con prendas desiguales

a rayas, a lunares, a jirones,

como saludando

a la Patrona de los Bufos.

Bajo la gran sonrisa de pintura

—artificio

que solo ellos develan—

la tristeza de todos los payasos.

Saltan,

reverencian las máscaras,

sueltan globos

que recibe la Noche:
tu madre, Momo.

 

 

ClEGO

 

IMPOSIBLE explicarlo,

me dice.

Sabores y texturas

habitan la fiesta.

Nadie advierte

el perfume de las calles resecas,

el olor áspero de la tierra.

Hay un temblor de pájaros

entre las palmeras,

un rumor de alas

golpeando sobre las anchas hojas.

Zumban los insectos

en cada esquina,

alrededor de los focos de luz.

El paso de mis vecinos

—los vigorosos, los débiles—

produce un diferente

movimiento del aire,

un ritmo único.

Es carnaval —insiste—

y me saludan todos.

Saben que mis quemados ojos

se entienden mejor

con la fatiga del dios.

 

 

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS

Tradução de Antonio Miranda

 

 

SEXTA-FEIRA

 

I

 

No fim do verão

cresce março.

Os empregados municipais

montam um Momo

de palha seca

trançada com vime

e o esticam em cruz.

Sobre uma roda

girará para sua morte

na estação dos trens.

Que fará Momo por nós,

que obteremos se o castigarmos?

Não nos outorgará saúde.

Não vai prometer água.

Nem cobrirá nossos corpos

de trigo.

Mas decidiram

já faz tempo.

E assistimos.

 

 

II

 

Não ignoramos

as equívocas sensualidades

nascidas das águas venezianas,

na desmedida do Brasil,

                            sua estridência selvática,

                            nem temores da Origem,

                            nem as orgias que as máscaras ocultavam.

 

Sabemos que o rei, ou o deus, ou o homem,

esperará até segunda-feira

para morrer

e observa, mudo,

a teimosia do desfile.

 

Sua palabra punçante,

seu desafiante humor,

decretaram-lhe

dupla pena:

a expulsão do Olimpo

e o fogo sobre nosso planeta.

 

Quem poderia rir nestas vésperas?

 

 

III

 

Pelas ruas

que circundam a praça,

compartilhamos

mas ninguém assume —
a festa

mais triste da terra. 

 

VISITA AO PURGATÓRIO

 

O cartaz anuncia:

“O Paraíso”.

Aquí estão

a diretora da escola,

a fundadora do Teatro Vocacional,

o açogueiro,

o agiota, o escrivão.

—       Sim, mãe,

trouxe bolachas,

brincaremos na confeitaria,

tomaremos um chá.

As pequeñas carroças

—       trípodes, andadores,

cadeiras de rodas —

giram.

Agarrados ao corrimão

repetem a peregrinação,

como antes na praça,

agora às margens da cidade,

nas margens da vida,

com as máscaras da velhice,

e com pesadas vestimentas, amarrotadas.

—       Sim, mãe,

sou a tia Ema

e também sou Susana.

Entre sombras

os foliões emitem

entrecortados prantos, secos gemidos.

—       Não, mãe, seus país

não a esquecem,

estão muito ocupados.

Quando puderem

virão

com um ramos de rosas. 

 

ENCONTRO

 

Pensábamos que já era tarde.

Que os fortes resplendores do desejo

haviam acontecido na ruas do rio,

sobre a relva,

ou algum automóvil detido

diante dos trens que passavam,

intermináveis e alheios,

ou em noites eternas

dedicadas a medir

a respiração

e a duração dos beijos.

Já passou. Não perdemos nada.

Para este encontro

somamos

países e tristezas,

os rostos dos que tanto amamos,

os livros que lemos,

a beleza do mundo.

Seremos, como antigos amantes,

surpresos, como Eva e Adão,

inábeis, peritos,

atores de um instante definitivo,

firmados no tremor e no instinto,

entregues

a uma vitória a mais:

a levitação do fogo,

a claridade de seu mandato.

 

 

PASSOS

 

Bebi das águas

do Shu – Am

como se não estivessem

contaminadas.

Ás margens

do rio silencioso

crescem flores amargas

sobre as que eu descancei,

                            lendo.

E pequei

apenas

o necessário.

 

 

ÁLBUM FAMILIAR

 

Meus país

foram certa vez

a Mendoza.

Me deixaram

uma foto com neve

na margen do caminho

com um carro grande negro

e com amigos.

 

Me deixaram

uma foto com neve

e este frio.

 

 

12 DE JUNIO

 

Esta mão que morre

não está só.

O anel dourado

a devolve

a uma dança de boda

e aos seus giros.

A uma sesta

de parreiras ardentes.

Aos vinhos

guardados

para as grandes ocasiões.

Está o metal redondo

garantindo

que tudo era verdade.

O anel da boda

de meu pai,

na mão, na vida

de meu pai.

No dia da morte

de meu paii.

 

 

LA CARTA

 

A carta chegou.

 

Está em cima da mesa,

ao lado das flores.

Eu a vejo

                   detidamente.

Conheço a letra.

 

Mas só a lerei

à meia-noite,

quando os trens

que passam para o norte

façam tremer

os vidros da casa.

 

 

VISITA

 

Um viajante

chegou em casa.

Saimos todos

para abraçá-lo

porque tras noticias de nosso irmão.

Fala de campos secos,

da fome das ciudades,

mostra fotografías.

Depois do almoço

servimos

a fruta mais doce da ameixeira.

E a comeu,

                   mas sem alegria.

 

 

NESTE PÁTIO

 

Neste pátio

brincavam os meninos.

Formavam um coro alegre

que rompia a sesta.

A mãe

em alguma noite

contaba histórias sob a lua,

enquanto seu avental

afundava entre as pernas

com o verdoso peso das ervilhas.

O verão

amadecia nas uvas sua doce essência.

Às vezes

as vizinhas vinham

contantando alguma norte,

e parecía mentira

a morte,

entre aquelas parreiras.

Como entender a pena

agora,

com estes mesmos gatos

cruzando sobre os telhados

já sem nada de infância

no pátio.

 

SUSANA CABUCHI

 

De

DETRÁS DE LAS MÁSCARAS

Córdoba, Argentina: Ediciones del Copista, 2008

 

 

PALHAÇOS

 

TRANSITAM

gesticulando estrepitosamente,
exagerado o carmim de suas bocas,
as gordas figuras
com adornos desiguais
em raias, em sinais, em debruns,
como saudando
à Padroeira dos Bufos.
Debaixo do enorme sorriso de pintura
— artifício
que só eles revelam —
a tristeza de todos os palhaços.
Pulam,
reverenciam as máscaras,
soltam bolas
que a Noite recebe:
tua mãe, Momo.

 

 

CEGO

 

IMPOSSÍVEL explicar,
me diz.
Sabores e texturas
habitam a festa.
Ninguém percebe
o perfume das ruas ressecadas,
o odor áspero da terra.
Há um tremor de pássaros
entre as palmeiras,
um rumor de asas
golpeando as folhas largas.
Zumbidos de insetos
em cada esquina,
em torno dos focos de luz.
O passo de meus vizinhos
— os vigorosos, os débeis —
produz um diferente
movimento de ar,
um ritmo único.
O carnaval — insiste —
e todos me saúdam.

Sabem que meus queimados olhos
se entendem melhor
com a fadiga do deus.

 

 

 

 

Página publicada em abril de 2008; ampliada em fevereiro de 2009.



Topo da Página Voltar para a página Argentina Click aqui

 

 

 
 
 
Home Poetas de A a Z Indique este site Sobre A. Miranda Contato
counter create hit
Envie mensagem a webmaster@antoniomiranda.com.br sobre este site da Web.
Copyright © 2004 Antonio Miranda
 
Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Home Contato Página de música Click aqui para pesquisar