JUANO VILLAFAÑE
Poeta, ensayista y periodista, nació en Quito, Ecuador, en 1952. Reside en Buenos Aires, Argentina, desde 1955.
Formó parte del taller literario “Mario Jorge De Lellis” en la década del setenta. Entre los años 1976 y 1982 viajó por Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela realizando actividades literarias en universidades y centros culturales. Fue cofundador de las revistas de literatura Tientos y Diferencias (Quito, 1979) y Mascaró (Buenos Aires, 1983). Dirigió desde 1987 hasta 2002 “Liberarte Bodega Cultural”. Fue asesor literario de Ediciones Desde la Gente -editorial del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos-. En 1989 participó del Encuentro Latinoamericano de Jóvenes Intelectuales organizado por la Casa de las Américas (La Habana, Cuba). En el año 1992 integró las delegaciones latinoamericanas en las Jornadas por los Quinientos Años de la Conquista de América organizadas por la Universidad de ARCIS de Santiago de Chile. Desde el año 2001 hasta la fecha tiene a su cargo la Dirección Artística de Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”.
Obra poética: Poemas Anteriores, 1982; Visión Retrospectiva de la Botella, 1987; Una Leona Entra en el Mar, 200 y 2005.
“Desde los primeros poemas, breves, coloquiales, pero de un coloquialismo lírico, el poeta apunta algunas de las direcciones fundamentales de sus búsquedas: el amor —lo mismo en su variante sentimental que erótica, igual a la hembra que al país, a la familia que a la memoria como forma de salvación, de perpetuidad del individuo— y la preocupación social, política, expresada en todo momento a partir de la vivencia interior, emotiva, en que se fusionan hombre, historia y poesía como una unidad indisoluble.” JESÚS DAVID CURBELO
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
ÚLTIMO APRENDIZAJE
Con mi madre aprendí que antes de morir hay que encontrar a la madre.
Con mi padre,
Que uno se muere sin padre y sin madre.
En el ramo vive el jardín y en su fondo se fija el otro ramo.
Con la pérdida se acrecientan los ramos y los fondos del ramo.
Pero ya nadie levanta el jardín con las manos, sólo se desea la entrega
y se ofrece el fondo.
Nadie levanta un jardín, por eso estamos llenos de fondos y de ramos.
Es imposible levantar un jardín, como exceso nos rodean
sus habitantes, su perfume y su fondo.
Uno va solo a la cita con su ramo de espera y uno espera levantarla.
Ella espera el ramo, su primer perfume.
A mi madre la subí con su ropa de teatro.
Es imposible levantar un jardín.
SEGUNDA ESTADÍA
Era como un país en el infierno
Con familiares que te retiraban a una estadía de campo.
En los jardines y en las miradas de luz sobre los ojos.
En los felinos de caza y la casa de felinos.
Una actuación, una marca de mundo y su registro
en espadas cruzadas por el honor perdido, en la puerta entreabierta
en la huida, el vidrio roto por donde penetraba el frío, lo elemental,
el nocturno y el aviso: ingresa la visita, los reflejos, la familia.
Será así sobre la vuelta, en la segunda, en la que no ha sido buena y
se repite siempre,
por otra vez, en su destino que está sobre la vuelta,
con los felinos paseando por el parque.
Es un destino con un país de infierno
Donde se huye sobre un espejo roto, y rota el alma, el frío extendido.
Nadie te despide ahora
ni viajan antes para llegar mañana.
Es la segunda, donde todo se ha roto, donde ya nada es bueno, ni
hay partes para luego.
Pero qué pena, si el parque es tan inmenso, la casa hermosa
y la familia ha muerto.
Y QUE LA MUJER NO SEA LA PATRIA
Me amabas
¿o golpeabas seca en los bordes de la República?
Dura, perdida
Como quien dice
“hay dolor debajo del tiempo
De un infinito tiempo en el dolor del tiempo”
Dura, perdida
¿Qué dijeron de ti?
Que te has dejado caer
que te has dado como vacía
y vacías a los últimos
a las víctimas que has perdido
a los perdidos:
al tapado, la brisa fresca, la calle y la revuelta.
¿Y no habrás perdido la calle?
O lo que se dice de los paseos infinitos con la tarde en la altura
de las altas y construidas casas de los obreros ferroviarios.
¿Me amas?
O ya has armado el otro que fuma
tanto como lo hice en el aire limpio
aún por dicha perdida y golpe de humo.
Vacío de un límite de luz.
Vaho, tabaco, brisa de mar.
Todo en una ciudad blanca con un parque y una puerta.
Extraídos de la Revista de Poesía PROMETEO, nos. 81-82, 2008.
Memorias del XVIII FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE MEDELLÍN
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
ÚLTIMA APRENDIZAGEM
Aprendi com meu pai que antes de morrer se deve encontrar a própria mãe.
Com minha mãe,
que a gente morre sem pai e sem mãe.
No buquê vive o jardim e no botão se firma outra jardim
Com a perda se desenvolvem os buquês e botões no ramo.
Mas já ninguém planta um jardim com as mãos, apenas deseja a entrega e oferece o botão.
Ninguém planta um jardim, por isso estamos cheios de botões e de buquês.
É impossível plantar um jardim, como excesso nos rodeiam
seus habitantes, seu aroma e seu botão.
Vai-se sozinho ao encontro com seu buquê de espera e espera conquistá-la.
Ela espera o buquê, seu primeiro aroma.
Minha mãe, eu a subi com suas vestes de teatro
É impossível plantar um jardim.
SEGUNDA ESTADIA
Era como um país no inferno
Com familiares que iam para um retiro no campo.
Nos jardins e nas miradas de luz nos olhos.
Nos felinos de caça e a casa dos felinos.
Uma atuação, marcado mundo e seu registro
em espadas cruzadas pela honra perdida, na porta entreaberta
na fuga, o vidro roto por onde entrava o frio, o elemental,
o noturno e o aviso: entra a visa, os reflexos, a família.
Será assim na volta pela segunda vez, que não foi boa e se repete sempre,
outra vez, em seu destino que está na volta,
com os felinos passeando pelo parque.
É um destino com um país de inferno
onde se escapa por um espelho roto, e gira a alma, o fio expandido.
Ninguém se despede de ti agora
nem viaja antes para chegar amanhã.
É a segunda vez, onde tudo se rompeu, onde já nada é bom, nem há partes para logo.
Mas que pena, se o parque é imenso, a casa bonita e a família já morreu.
Quando voltei a te encontrar, os animais ainda passeavam.
E QUE A MULHER NÃO SEJA A PÁTRIA
Me amavas
ou golpeavas seca nos extremos da República?
Dura, perdida
Como quem diz
“existe dor no tempo
de um infinito tempo na dor do tempo”
Dura, perdida
Que disseram de ti?
Que deixas cair
Que consideraste vazia
e esvazias os verdadeiros
as vítimas que perdeste
aos perdidos:
descampado, a brisa fresca, a rua e a revolta.
E não perdeste a rua?
Ou o que se diz dos pássaros infindo com tarde na altura das casas
altas construídas dos ferroviários?
Me amas?
Ou já armaste o outro que fuma
tanto que eu o fiz no ar livre
ainda pela sorte perdida e golpe de fumo.
Vazio em um limite de luz.
Bafo, tabaco, brisa do mar.
Tudo na cidade branca com um parque e um porta.
Página publicada em julho de 2008
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