GUSTAVO MARCELO GALLIANO
Nacido en la localidad de Gödeken (Santa Fe) y radicado en la ciudad de Rosario (Santa Fe, Argentina). Escritor, Poeta, Docente e Investigador Universitario.
Ha incursionado en el campo de las letras hace solo unos años obteniendo inmediatamente numerosos premios y reconocimientos. Ha sido seleccionado para participar en numerosas Antologías Literarias Internacionales y sus escritos se han publicado en prestigiosas revistas literarias nacionales e internacionales, tales como la Revista NUEVA EPOCA - Cultura de VeracruZ (México), El País Literario (ESPAÑA), Revista Sinalefa (New York - USA), Revista Diez Dedos (Tuluá, COLOMBIA), La Zorra y el Cuervo (Washington - USA), Amalgama (Cádiz, ESPAÑA), Cañasanta (Toronto, CANADÁ), La Buhardilla (Rosario, ARGENTINA), Espacio Latino (Montevideo, URUGUAY), LiterNet.Bg (BULGARIA), Cayo Mecenas (USA), Ariadna R-C (España), Texturas (Valencia, ESPAÑA). Almiar / Margen Cero (Málaga, ESPAÑA), Herederos del Caos (USA), El Hablador (Perú), Narrativas (Madrid, ESPAÑA), Crear para Leer (Udine, Italia) , etc., recibiendo muy buenas críticas, que elogian su particular estilo de escritura, que realza el romanticismo, las emociones y los valores, plagándolos de metáforas.
Ha obtenido importantes premios literarios internacionales, tanto en género Poesía, como en Narrativa y Cuento Breve.
Biografía elaborada por Alexia Marcinyuk, Corresponsal Literaria Internacional de Noticias Culturales.
Más informaciones sobre el autor: http://www.redescritoresespa.com/G/GallianoGustavo.htm
Contacto: ggalliano2004@yahoo.com.ar
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
SEDUCCION, LABIOS Y MAR
Localicé el ocaso del día en mí,
creyendo ver tu sonrisa en la bruma,
evolución del silencio en frescura,
cual tesis desleal de mis sentidos.
Perduras, el olvido aún no erosiona,
te sumerges y emerges en las aguas,
cristalinas aguas de voluptuoso oleaje,
donde Poseidón no reina, sólo mi mente.
¿Fue la seducción mi soledad?
no, creerías que profané la necedad,
fueron tus labios con reminiscencia a Mar,
néctar divino que incendió a mi alma.
Lapso, detente impertinencia burda,
monólogo destructivo de mi ser,
agitarás el recuerdo hasta agotar la luz,
al resucitar tus labios estos versos.
Contemplé el respirar de la noche en mí,
creyendo ver tus ojos en la penumbra,
cristalizó el resplandor de la tiniebla,
ofrenda mortal, en la Bahía del Adiós.
ALGUIEN OBSERVANDO
Te he observado espiar tras las cortinas,
con la mirada perdida en algún horizonte,
devorando a otras gentes tan indiferentes
que machacan veredas sólo por costumbre.
He notado la inquietud de tus pupilas,
con manos crispadas por tanta impotencia,
y un suspiro profundo empaño los cristales,
sin poder destruirlos como hubieras deseado.
Te he visto observar desde tu fortaleza,
con frente sudorosa y aspecto cansino,
bebiendo la brisa que obsequia la noche,
sin penas ni glorias, solo por destino.
He descifrado de pronto tus dudas y temores,
náufrago del llanto que abraza la impaciencia,
soñando una isla sin tesoros ni puertos,
y miles de gaviotas de incesante vuelo.
Te he visto observar hacia mi ventana,
papel y lápiz en mano, escribiéndome algo,
y dudé entonces si en verdad existías
o un gigantesco espejo pendía del cielo.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
SEDUÇÃO, LÁBIOS E MAR
Localizei o ocaso do dia em mim,
acreditando ver teu sorriso na névoa,
evolução do silêncio em frescura,
como tese desleal de meus sentidos.
Permaneces, o olvido ainda não erode,
imerges e emerges das águas,
cristalinas águas de marulhos voluptuosos,
onde Poseidón não reina, apenas minha mente.
Foi a sedução minha soledade?
não, pensarias que profanei a necedade,
foram teus lábios com reminiscência de Mar,
néctar divino que incendiou minha alma.
Lapso, detém impertinência tola,
monólogo destrutivo de meu ser,
agitarás a lembrança até cessar a luz,
ao ressuscitar teus lábios estes versos.
Contemplei o respirar da noite em mim,
acreditando ver teus olhos na penumbra,
cristalizou o resplendor das trevas,
oferenda mortal, na Baía do Adeus.
ALGUÉM OBSERVANDO
Te observei espiando detrás das cortinas,
com a mirada perdida em algum horizonte,
devorando outras gentes tão indiferentes
que esmagam veredas apenas por costume.
E notei a inquietação das pupilas,
com mãos crispadas por tanta impotencia,
e um suspiro profundo embaço os cristais,
sem poder destruí-los com teria desejado.
Eu te vi observar desde tua fortaleza,
com a fronte suada e aspecto cansado,
bebendo a brisa que obsequia a noite,
sem pena nem glória, apenas por destino.
Decifrei de repente tuas dúvidas e temores,
náufrago do pranto que abraça a impaciência,
sonhando uma ilha sem tesouros nem portos,
e milhares de gaivotas de incesante vôo.
Eu te vi olhar na direção de minha janela,
papel e lápiz na mão, escrevendo-me algo,
e duvidei então se em verdade existes
ou serias um colossal espelho no céu.
Página publicada em abril de 2008
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