GRACIELA WENCELBLAT
Nasceu em Buenos Aires e é autora de vários livros de poesia, a partir de El Camino (1980), logo publicou Por dismular que estoy flotando (1989), La que dibuja los bordes de los cuerpos (1994), Pasaje el Signo (1998), Travesía del desierto (2002) e Itinerario (2003), sendo que os últimos foram publicados pela prestigiosa editorial Vinciguerra. É coordenardora Grupal e Presidente da Fundacón Mayorazo para las Artes y las Ciencias.
Se fué
dejándo a esta mujer
observando el desierto.
Él que reunía pájaros
para la serenata
y llenaba de sonrisas mi cuerpo.
Y yo
mujer independiente
brava
voy achicándome.
Dolorosamente.
enero 2008,
despedida...
TEXTO EN ESPAÑOL y/e TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
WENCELBLAT, Graciela. La que dibuja los bordes de los cuerpos. Buenos Aires: Grupo Editorial Latinoamericano, 1994. 65 p. (Colección Escritura de Hoy) ISBN 950-694-360-5
Algunas noches sucumben,
no son el final del día
ni el espacio del amor.
Algo las obliga a no ser
y caen.
Queda una luz,
el desorden, las heridas.
Dolor de ver entre las ausencias,
Las tinieblas y las sombras.
|
Algunas noites sucumbem
não são o fim do dia
nem o espaço do amor.
Algo as obriga a não ser
e caem.
Fica uma luz,
a desordem, as feridas.
Dor de ver entre as ausências,
as trevas e as sombras. |
Cada vez que abro una puerta,
algo me descoloca.
Algo, dentro de mí,
se vuelve opaco.
La puerta recorta un hueco,
un espacio vacío.
Testimonio involuntario
de las grietas,
del encuentro total de los abismos.
Búsqueda inútil.
Cada vez que abro una puerta,
aunque sea de día,
estoy en el centro de la noche.
|
Cada vez que abro uma porta,
alguma coisa me descoloca.
Algo, dentro de mim,
se torna opaco.
A porta recorta um buraco,
um espaço vazio.
Testemunho involuntário
das fendas,
do encontro total dos abismos.
Busca inútil.
Cada vez que abro uma porta,
mesmo que seja de dia,
estou no meio da noite. |
LA BÚSQUEDA
A veces pienso que no estoy donde debiera.
Y que no hay espejo que me muestre lo que quiero.
Se pierden los otros con los nuestros,
nosotros con ellos.
Cuando en cambio me detengo
dentro de mí misma,
en el terciopelo de mis muslos
crece un jardín,
un ensueño de bosques.
¡Tengo tanto miedo de no morir mi muerte!
A BUSCA
Às vezes penso que não estou onde deveria.
E que não há espelho que me mostre o que quero.
Perdem-se os outros com os nossos,
nós com eles.
No entanto quando me detenho
dentro de mim mesma,
no veludo de minhas coxas
cresce um jardim,
um sonho de bosques.
Tenho tanto medo de não morrer minha morte!
A veces pienso
que de mí
sale la noche.
Que tengo ese poder
de oscuridad
de párpados sin luz,
que soy la noche
interminable.
Me lo confirma
este otoño
lleno de cicatrices. |
As vezes penso
que de mim
surge a noite.
Que tenho esse poder
de escuridão
de pálpebras sem luz,
que sou a noite
interminável.
Que confirma
este outono
cheio de cicatrizes. |
Al abrir la puerta de su casa
el sonido del silencio la golpea,
en el balcón las plantas
tienen cara de tristeza.
La mujer da cuerda a los relojes
para que no desintegren el tiempo.
Ahoga los latidos
sujeta los recuerdos
que la quieren encerrar.
Porque le duele
porque se niega a ser
restos de un naufragio.
|
Ao abrir a porta de sua casa
o som do silêncio o golpeia,
na varanda as plantas
têm cara de tristeza.
A mulher dá corda nos relógios
para que não desintegrem o tempo.
Afoga as batidas
Segura as lembranças
que querem encerrá-la.
Porque lhe dói
porque se nega a ser
os restos de um naufrágio. |
Me casé un 15 de noviembre
en otra vida.
Tuve que morir
para llegar a èsta.
Con respecto al amor
no cambié mucho:
soy un huracán.
Cariñosa,
tengo la misma sombra.
Pájara loba
más que antes.
Creo un poco menos
y de papeles nada:
Sólo los utilizo para envolver regalos.
|
Casei num 15 de novembro
de outra vida.
Tive que morrer
para chegar a esta.
Com respeito ao amor
nao mudei muito
sou um furacao.
Carinhosa,
tenho a mesma sombra.
Pássaro-loba
mais que antes.
Creio um pouco menos
e, de papéis, nada:
só os utilizo para embrulhar presentes. |
|
Colgar la soledad en el ropero
que la mirada no se opaque.
Coser los muros, apenas se
sostienen,
Todavía hay que apoyarse
sobre algo:
cuando invade tanta penumbra.
|
Dependurar a solidão no guarda-roupa
que a mirada não se opaque.
Costurar os muros, apenas se sustentam,
Ainda há que apoiar-se em algo
quando invade tanta penumbra. |
Extraído de Itinerario. (Buenos Aires Vinciguerra, 2003) |
WENCELBLAT WAINBUCH, Graciela. Travesía del desierto. Buenos Aires: Editorial Vinceguerra, 2002. 82 p. Obra de tapa: Leonardo Gotleyb. ISBN 950-843-479-1
Tatuaje
Como el tigre
se hunde en sus manchas
la mujer
se hunde en las palabras.
Palabras que no alteran
ni perturban al tiempo
que sigue andando.
Nombrar las heridas
no las hace desaparecer,
están tatuadas en la sangre.
Nexos
Por acariciarte
se borraron las líneas
de mis manos.
Por llorar
mi esqueleto se acurrucó
en un libro perdido.
Por las palabras no dichas
que dichas delatan,
quedé muda.
¿Qué fue de los nexos de la vida?
¿Quién los habita más allá del aire?
Alas rotas
Las palabras escapan
resuelven mudarse.
No les importa el frío
no temen a la lluvia.
Partieron cuando sangraba
la herida.
Ella quedó verso tras verso
con las alas rotas.
La locura oculta detrás de la puerta.
Desencuentro
Partió por los caminos
del regreso,
se fue para volver.
Perdió los acentos
los zapatos rojos
los bucles
la rosa que engalana.
Como un animal ciego
se comió a sí misma.
Ahora se busca
sin poderse encontrar.
Enigma
De los pliegues
de mi bata
salen recuerdos:
imágenes de tranvías
pájaros con alas rotas.
La seda
cubre a una mujer
a quien le sobran los enigmas.
WENCELBLAT, Graciela. Cotidiana. Buenos Aires: El Mono Armado, 2006. 99 p. 14,5x21 cm. 987-22119-9-X
Acepto el desafio
de entrar en tieneblas
a la boca del poema.
Dejo mi nombre
en gargantas de tinta
y relojes mudos.
Tal vez encuentre
una mirada de barco
una campana de alarma
el nudo de las letras.
Extrañas ressonancias sacuden mi esqueleto.
Aceito o desafio
de entrar em trevas
pela boca do poema.
Deixo meu nome
em gargantas de tinta
e relógios mudos.
Talvez encontre
um olhar ade barco
um sino de alarme
o nó das letras.
Estranhas ressonâncias sacodem meu esqueleto.
WENCELBLAT, Graciela. Itinerario. Buenos Aires: Summa Poetica – Vinciguerra, 2003. 30 p. 11x18,5 cm.
MAGIA
Una palabra
la que alguien
diga
con el temblor
de la rosa
resucitará en mí
toda la magia.
MAGIA
Uma palavra
a que alguém
diga
com o tremor
da rosa
ressuscitará em mim
toda a magia.
MUSITANDO
Algo inesperado
aparece.
Pone lo detenido
en movimento.
La rosa que parecia
marchitarse
se abre y se inclina
sobre el tempo,
musitando lírios.
MUSSITANDO
Algo inesperado
aparece.
Coloca o detido
em movimento.
A rosa que parecia
murchar
abre-se e se projeta
sobre o tempo,
mussitando lírios.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
Tatuagem
Como o tigre
afunda-se em suas manchas
a mulher
se afunda nas palavras.
Palavras que não alteram
nem perturbam no tempo
em que segue andando.
Nomear as feridas
não as faz desaparecer,
estão tatuadas no sangue.
Nexos
Por acariciar-te
Apagaram-se as linhas
de minhas mãos.
Por chorar
meu esqueleto encolheu-se
em um livro perdido.
Pelas palavras não ditas
que ditas delatam,
fiquei muda.
Que sucedeu com os nexos da vida?
Quem os habita além do ar?
Asas rotas
As palavras escapam
resolvem mudar-se.
Sem importar-lhes o frio
sem temer a chuva.
Partiram quando sangrava
a ferida.
Ela ficou verso após verso
com as asas rotas.
A loucura oculta atrás da porta.
Desencontro
Partiu pelos caminhos
sem regresso,
foi-se para voltar.
Perdeu os acentos
os sapatos vermelhos
cabelos encaracolados
la rosa que engalana.
Como um animal cego
devorou a si mesma.
Agora busca-a
sem conseguir encontrar.
Enigma
Das pregas
de minha bata
saem lembranças:
imagens de bondes
pássaros com asas rotas.
A sede
cobre uma mulher
a quem sobram os enigmas
TEXTOS EM ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
WENCELBLAT, Graciela. Cotidiana. Buenos Aires: El Mono Armado, 2006. 99 p. 14,5x21 cm. 987-22119-9-X
Ex. biblioteca de Antonio Miranda
Aturde la brisa de la tarde
cuando imploran silencio
las inquietas manos
que no alcanzan.
Deforman los árboles su verdor
desde la noche
irrumpem cantos de sirenas.
Imagino escapar
pero sabios cerrajeros
duplicaron los candados.
La alegría se rinde
agoniza la casa de la palabra.’’
****
Clamo calma
estoy organizando
la tarde,
Hoy,
debo cuidarme de los naufragios.
Algunas noches perras agotaron
la seda de mis hombros.
Aperto detalles imperfectos
incertidumbres.
Clamo calma
para sentir
el canto verde
el lento fluido que promete.
El gallo cantó más temprano que nunca.
****
Y canté
en el borde
en el borde
en el peligro de la montaña
yo
que no sé cantar
desnudé la voz
y canté
arranqué el hierro de la garganta
para liberar pájaros iluminados
y canté
arranqué el hierro de la garganta
para liberar pájaros iluminados
y canté.
El eco del recién nacido atravesando el aire.
****
Este juego de estallidos
me despeina amor, me desborda.
Este ir y venir, esta humedad
no tiene camino definido.
A veces va por la cornisa
otras a jugar en la hierba.
Busco sensaciones nuevas
algún estremecimiento.
Ese gesto tuyo que haga crecer
toda música dentro de mí.
Esa osadía de tus manos
buscando lirios en mi cuerpo.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA
Aturde la risa de la tarde
cuando imploran silencio
las inquietas manos
que no alcanzan.
Deforman los árboles su verdor
desde la noche
irrumpem cantos de sirenas.
Imagino escapar
pero sabios cerrajeros
duplicaron los candados.
La alegría se rinde
agoniza la casa de la palabra.’’
****
Clamo calma
estoy organizando
la tarde,
Hoy,
debo cuidarme de los naufragios.
Algunas noches perras agotaron
la seda de mis hombros.
Apierto detalles imperfectos
incertidumbres.
Clamo calma
para sentir
el canto verde
el lento fluido que promete.
El gallo cantó más temprano que nunca.
****
Y canté
en el borde
en el borde
en el peligro de la montaña
yo
que no sé cantar
desnudé la voz
y canté
arranqué el hierro de la garganta
para liberar pájaros iluminados
y canté
arranqué el hierro de la garganta
para liberar pájaros iluminados
y canté.
El eco del recién nacido atravesando el aire.
****
Este juego de estallidos
me despeina amor, me desborda.
Este ir y venir, esta humedad
no tiene camino definido.
A veces va por la cornisa
otras a jugar en la hierba.
Busco sensaciones nuevas
algún estremecimiento.
Ese gesto tuyo que haga crecer
toda música dentro de mí.
Esa osadía de tus manos
buscando lirios en mi cuerpo.
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