Fuente: www.revagliatti.com.ar/fotos_olivari.html
ENRIQUE PUCCIA
Enrique Puccia nació en Buenos Aires, en 1941. Es poeta y periodista. Entre 1978 y 1982 residió en España
Libros publicados: "Simulacro con todos" (1972); "Otras instantáneas" (1974); "Tópicos" (Primera edición: 1982 - Segunda edición: 1985); "Itinerarios y regresos" (1985); "Animales de a bordo" (1989; "El caballo en el agua" (1993); "La foto está movida" (2001)
“La poesia de Puccia, a través de una línea nunca meramente literaria, alcanzó en sus últimos libros una síntesis em la que um travieso tejido verbal convive con los afluentes de una severa meditación. Puede decirse que há escrito una poesía de interrogantes. Lo expresó mejor Máximo Simpson: “uno de los rasgos distintivos de esse libro (se refiere a “La sed”) es, tal vez, el hecho de que sus afirmaciones, que rozan a veces la paradoja, se integren en un âmbito de ambigüedad y suenen como interrogantes.” El mismo Puccia también lo insinúa: “creo en la poesía en la que pueden coexistir, en permanente equilibrio, la fantasía y el pensamiento estricto, los gestos interiores y exteriores, la realidad y el mito””. Héctor Miguel Ángeli
Textos extraído de la REVISTA DE POESÍA BARATARIA, Año 9, Número triple 18 – 19 – 20 / Octubre de 2007.
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
ESPEJOS
El tiempo es un proyecto
que no fue, como se sabe.
Tal vez por ello tenga
como único destino la muerte.
La muerte, en consecuencia,
que no es sino el limite del tiempo,
es a la vez um hombre,
un proyecto.
(De “Itinerarios y regresos”)
ALGO SE QUEMA
Nada indica que el fuego
altere la sustância. ¿Modifica
la forma y el modo de apreciarla?
¿Es correcto decir que su efecto
agiganta? ¿Su espiral va imprimiendo
sensaciones opuestas: por ejemplo,
la llama, que seduce y atrapa, y el calor,
si es intenso, que devora y espanta?
¿Se podría agregar que el fuego no es la luz,
aunque sirva lo mismo y la presa se ase?
¿Qué hacer con las ideas frente al fuego
que avanza? ¿Si la hoguera no cesa y se
quema la casa? Escribir, para qué.
(De “La sed”)
COLISIONES
Vuela la imaginación, embiste
contra la evidencia(¿o calla?)
todo cielo pautado
no conduce al objeto
es inútil reducir el tiempo
(todo cuanto antecede
al fuego y la tristeza)
acaricia la luz
y se estremece. Pone
en movimiento el día. Advierte
que no todo es la luz.
(De “Animales de a bordo”)
RAZONES
No hay nada
que la razón no entienda:
la llama que al arder
estimula el deseo
el deseo que acaso
se confunda em la carne
la carne que es la forma
más vil de la existencia.
No hay nada
que la razón no entienda:
la música que alivia
y persuade al instinto
el instinto que es ciego
y busca su carroña
la carroña que es obra
de una boca en acecho.
No hay nada
que la razón no entienda:
el día que al caer
acentúa la espera
la espera que es su afán
acentuú el silencio
el silencio que es todo
lo que un hombre atesora.
(De “La sed”)
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
ESPELHOS
O tempo é um projeto
que não foi, como se sabe.
Talvez por isso tenha
como único destino a morte.
A morte, em conseqüência,
— nada mais é que o limite do tempo — ,
é ao mesmo tempo um homem,
um projeto.
(De “Itinerarios y regresos”)
ALGO SE QUEIMA
Nada indica que o fogo
altere a substância. Modifica
a forma e o modo de apreciá-la.
É correto dizer que seu efeito
agiganta? Sua espiral vai imprimindo
sensações opostas: por exemplo,
a chama, que seduz e atraca, é o calor,
se é intenso, que devora e espante?
Poderíamos agregar que o fogo não é a luz,
embora sirva como tal e a presa asse?
Que fazer com a idéias frente ao fogo
que avança? Se a fogueira não cessa e
queima a casa? Escrever, para quê?
(De “La sed”)
COLISÕES
Voa a imaginação, investe
contra a evidência (ou cala?)
todo céu pautado
não leva ao objeto
é inútil reduzir o tempo
(tudo quanto antecede
o fogo e a tristeza)
acaricia a luz
e estremece. Põe
em movimento o dia. Adverte
que nem tudo é luz.
(De “Animales de a bordo”)
RAZÕES
Nada há
que a razão não entenda:
a chama que ao arder
estimula o desejo
o desejo que acaso
se confunda na carne
a carne que é a forma
mais vil da existência.
Nada há
que a razão não entenda:
a música que alivia
e persuade o instinto
o instinto que é cego
e busca sua carniça
a carniça que é obra
de uma boca à espreita
Nada há
que a razão não entenda:
o dia que ao cair
acentua a espera
a espera que em seu afã
acentua o silêncio
o silêncio que é tudo
o que um homem entesoura.
(De “La sed”)
Página publicada em janeiro de 2009. |