CARINA BEATRIZ RUGGIERO
El dorado, Misiones, Argentina, 1973.
Periodista, escritora, poeta, música, artista plástica y fotógrafa aficionada. Generadora de diverso espacios dedicados a la difusión cultural. Há publicado los libros “Historias de Sal. Pimienta y Amor”, 2004, y Ficciones del Alti-Yo” (2010), reeditado pro Ed. El Barco Ebrio, Madrid, 2011.
TEXTOS EM ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
VARGAS, José Guillermo. Cancionero pluvial del Iguazú. (Once Ondinas Misioneras). Lima, Perú: Maribelina, editora de la Casa del Poeta Peruano, 2012. 70 p. (No. de Serie 156). Ex. bibl. Antonio Miranda.
A COSTILLAS DE EVA
Arde su piel
debajo del vestido
¿Esto es ser mujer?
se pregunta Eva
una y otra vez
despellejando margaritas.
Pasa un ave:
Una tropa de animales perfumados
con su sexo colgando
y lanzas hundidas sobre el lomo.
Tango salvaje
Agua azul bajo la alcantarilla
Las flores mueren en sus manos
¿Esto es ser mujer?
Eva se desnuda en el paraíso
de sus ganas.
Venus busca a-Marte
Lo encuentra
Le saca una costilla.
Y se la come.
HE SIDO TATUADA
Debajo de la carne
anida mi estigma
Nacida para esposar al viento
corro detrás
de mi propia sombra
... y nunca me alcanzo
Atada a mis venas
persisto.
Latido brumoso.
Grano de las tempestades.
Cosquilla insoportable
en las axilas
de todas las estatuas
que me envuelven
Miniatura frente al mundo
Diosa
de mi soledad.
Todo un enigma
el trajinar de la savia
Nadie la oye
Nadie la ve
Misterio
crepitando
en el alma
del árbol
Espejismo
que lo nutre
Vida
... al revés de la costra
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
COSTELAS DE EVA
Arde sua pele
debaixo do vestido
Isto é ser mulher?
pergunta Eva
uma e outra vez
despetalando margaridas
Passa uma ave:
uma tropa de animais perfumados
com o sexo pendurado
e lanças fincadas sobre a lombada.
Tango selvagem
Água azul sob o desaguadouro,
As flores morrem em suas mãos
Isto é ser mulher?
Eva se desnuda no paraíso
de seus desejos.
Vênus busca a-Marte
Encontra-o
Arranca-lhe uma costeal.
E come-a.
ME TATUARAM
Debaixo da carne
aninha-se meu estigma
Nascida para esposar o vento
corro atrás
de minha própria sombra
... e nunca me alcanço
Todo um enigma
o lidar da seiva
Ninguém a ouve
Ninguém a vê
Atada às minhas veias
persisto.
Pulsar brumoso.
Grão de tempestades.
Cócega insuportável
nas axilas
de todas as estátuas
que me envolvem
Miniatura frente ao mundo
Deusa
de minha soledade.
Todo um enigma
o treinar da seiva
Ninguém a ouve
Ninguém vê
Mistério
crepitando
na alma
da árvore
Espelhismo
que nutre
Vida
... ao revés da crosta
Página publicada em julho de 2020
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