ANA GUILLOT
nació en Buenos Aires en 1953. Es profesora en Letras (egresada de la Universidad Católica Argentina) y ha ejercido la docencia secundaria y universitaria (en dicha Universidad y en el Colegio Santo Tomás de Aquino, dependiente la misma, como profesora y coordinadora de área).
Junto a Graciela Caprarulo (y con la colaboración de Belén Ancizar y Florencia Abadi) coordina, desde hace más de quince años el Taller de la Siesta, que cuenta en la actualidad con un promedio de sesenta alumnos y que está integrado por grupos de escritura y lectura, y grupos sólo de lectura y análisis de textos. También ha conducido el programa radial Dos Palabras, que estuvo en el aire alrededor de seis años, y fue emitido por FM San Isidro Labrador, FM Palermo y, finalmente, por AM Radio de la Ciudad.
Como docente ha publicado “El taller de escritura en el ámbito escolar” (1987, Ed. Stella), y “¿Querés que te cuente el cuento?” (1989, Ed. Lumen-Magisterio del Río de la Plata) y fue una de las primeras en implementar el sistema de talleres literarios en las escuelas, tarea que la llevó (además de los libros mencionados) a dictar cursos para docentes en Capital, Gran Buenos Aires y el interior del país, así como a participar con diversas ponencias en el Encuentro de Rectores que se realiza anualmente.
Ha dictado y dicta seminarios acerca de diferentes temas literarios, mitos y crecimiento personal, en su país y en el exterior. Ha colaborado con numerosos autores de diferentes disciplinas en el armado y corrección de sus libros.
Como poeta ha publicado: “Curva de mujer” (1994, Libros de Tierra Firme), “Abrir las puertas (para ir a jugar)” (1997, Libros de Tierra Firme) y “Mientras duerme el inocente” (1999, Libros de Alejandría). Su cuarto poemario, “Los posibles espacios” fue presentado en Buenos Aires en 2004 (Nuevohacer, Grupo editor latinoamericano).
Integra diversas antologías y colabora con publicaciones del país y del exterior. Es miembro del consejo de redacción de la revista literaria Barataria (de Buenos Aires) y colabora con la publicación El cuervo (de Puerto Rico) y La pecera (de Mar del Plata).Ha sido invitada a participar de la Semana de la poesía (Festival internacional de poesía), en Barcelona, 2004 (y 2006); del Festival internacional de Rosario, 2005; del festival de poesía de Zamora (Méjico) (2006)y del encuentro auspiciado por la Casa del poeta peruano (Perú) (2006). Su obra ha sido publicada, parcialmente, en España, Venezuela, Chile, Méjico, y Puerto Rico. Ha sido jurado del concurso internacional de minificciones “Ficticia”, en Méjico (2004). Ha sido traducida al catalán, al árabe y al inglés. Coordina el ciclo de poesía Las hermanas de Casandra en la Casa de la Poesía, y Tohu-bohu en la librería Del Mármol.
Acaba de terminar su primera novela “La luna en el abanico”, y un nuevo libro de poemas (“La orilla familiar”).
Ana Guillot, participação especial durante a Pré-Bienal Internacional de Brasília,
auditório da Biblioteca Nacional de Brasília, 14 e 15 de outubro de 2010. Foro: Ivan Malta
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
20
Digo finalmente que yo también
he visto
mi cuerpo adocenado
digo que he estado viéndome
en los pasos exiguos de los otros
y que he menguado el alma
(como ellos)
para evitar
Y tan abajo
tan inocente la risa
sin embargo
De: Mientras duerme el inocente
envoltura extasiada
la piel
alentando la insistente feroz
depredación
adentro
órganos como racimos
filamentos vibrátiles
en dónde / luego
la tensión trinitaria
nos habita
************
¿el viaje es esto entonces
un peligro in situ
una estampida
el estertor en la garganta
y el aliento que
se detiene
algo
por descubrir
(esa cadencia
cierta luminosidad)
esta cárcel de huesos?-digo
********
micciones y excrementos
interiores
anidando indeseados
flujos y sangre
esperma
y este dolor
(adónde)
desechos que intentamos
excluir
(y adónde)
en el cerebro
la mala digestión
de la memoria
De: Los posibles espacios
mujer 2
la baba de ese beso
la saliva en la espalda
en la vagina
la yerma lascitud
de haberse equivocado
de hombre
los corpiños al borde
de la cama
las enaguas que retienen la seda
no hay canto primoroso
no hay gemido grito rasguño gutural
espasmo
no hay nada
hay la pared y su humedad
como un augurio
el olor hueco de sus crines
sobre el desaguadero
ella tensa las manos
en el hierro
se sujeta de la cabecera
él empuja la queja más dolida
ella hace silencio
los corpiños al borde de la cama
una ladera montañosa
la roca de por medio
haberse equivocado de hombre
el hueco de las crines
no hay roce caricia extremaunción
no hay nada de nada
se encoge frugal ella
él avanza las crines y el quejido
taladra la madera del abdomen
los músculos más tiesos
se agigantan
las noches
pesadillas del aire la baba en los pezones
nada de nada
en el vejamen sólido
en el entretejido de las mantas
ella reza para que pase pronto
él oscila las crines
la masa de su cuerpo
no hay más techo no hay sigilo
no hay ternura
no hay nada de nada
ni acaso rebelión
habría
él se come la zarza en ese grito
ella detiene el rezo
él bosteza
ella gira en la cama
el pueblo es un espectro
una calavera amenazante
De: La orilla familiar (inéditos)
=========================
De Buenos Aires me chega um exemplar do livro Los Posibles Espacios da poeta Ana Guillot. Como estávamos em plena efervescência da I Bienal Internacional de Poesia, não foi possível dedicar-me à leitura de sua excelente criação e me redimo agora, traduzindo alguns versos e atualizando a página dela, com o prazer de sempre. Antonio Miranda
Sobre Los Posibles Espacios escreveu Luis O. Tedesco: “Introspección puramente corporal, cuerpo mirándose desde esa abstracción indescifrable que compone el murmullo de la mente, acechando los “filamentos vibrátiles” de su deseo, no desde la lejanía del alma que se aviene al temporar de la vida, sino desde su acontecer de multitud orgânica, de voz animal contenida en la “piel... que desborda / en la entrelatela del pulmón...” La poesia de Ana Guillot transforma la dualidad cuerpo/alma, de retórica uniforme y transcendentalista, en perplejidad activa de visibilidades superpuestas sobre una matéria nunca desasida de su poder de alumbramiento y expansión enigmática.
el límite
(fragmentos)
envoltura extasiada
la piel
alentando la insistente feroz
depredación
adentro
órganos como racimos
filamentos vibrátiles
en dónde / luego
la tensión trinitaria
nos habita
***
el crepúsculo impalpable
de la noche
vulnera los espacios
descansa en el error
enmascara luctuoso
su matriz animal
oscilaciones
(fragmentos)
absorbo las demoliciones
la sal entre los pliegues
la primordial lunación
de las secuencias
el relâmpago de estambres
en los huesos
***
se define la luz
por la concupiscencia
con la noche
conviven en la barca
como embriones
y el espacio
común
se desdibuja
herido en un abismo
de incertezas
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda
20
Digo finalmente que eu também
já vi
meu corpo banalizado
digo que estive vendo-me
nos passos exíguos dos demais
e que mingüei a alma
(como eles)
para evitar
E tão abaixo
tão inocente o riso
no entanto
De: Mientras duerme el inocente
envoltura extasiada
a pele
alentando a insistente feroz
depredação
e dentro
órgãos como racemos
filamentos vibráteis
aonde / logo
a tensão trinitária
nos habita
************
é então outra a viagem?
um perigo in situ
um estampido
um estertor na garganta
e um alento que
se detém
algo
por descobrir
(esta cadência
certa luminosidade)
este cárcere de ossos? - digo
********
micções e excrementos
interiores
aninhando indesejados
fluxos e sangue
esperma
e esta dor
(aonde)
Deperdícios que tentamos
suprimir
(e onde)
no cérebro
a má digestão
da memória
De: Los posibles espacios
mulher 2
a baba deste beijo
a saliva na espalda
na vagina
a erma lassidão
de haver-se equivocado
de homem
os corpetes à beira
da cama
as anáguas que retêm a seda
não há canto primoroso
não há gemido grito ralado gutural
espasmo
não há nada
há a parede e sua umidade
como um augúrio
o odor oco de suas crinas
sobre o desaguadouro
ela tensa as mãos
no metal
se ampara na cabeceira
ele empurra a queixa mais doída
ela faz silêncio
os corpetes à beira da cama
uma ladeira montanhosa
a pedra no caminho
ter se equivocado de homem
o oco das crinas
não há roce carícia extrema-unção
não há nada de nada
ela se encolhe frugal
ele avança as crinas e o queixume
perfura a madeira do abdômen
os músculos tesos
se agigantam
as noites
pesadelos do ar a baba nas mamilas
nada de nada
no vexame sólido
no emaranhado das mantas
ela reza para que logo acabe
ele oscila as crinas
a massa de seu corpo
não tem mais teto não há sigilo
não há ternura
não há nada de nada
nem mesmo rebelião
haveria
ele devora as amoras neste grito
ela detém a reza
ele boceja
ela grita na cama
a gente é um espectro
uma caveira ameaçante
De: La orilla familiar (inéditos)
De "LOS POSIBLES ESPACIOS" (2003)
o limite
(fragmentos)
envoltura extasiada
a pele
alentando a insistente feroz
depredação
no interior
órgãos como cachos
filamentos vibráteis
aonde / logo
a tensão trinitária
nos habita
***
o crepúsculo impalpável
da noite
vulnera os espaços
descansa no erro
disfarça lutuoso
sua matriz animal
oscilações
(fragmentos)
absorvo as demolições
o sal entre as rugas
a primordial lunação
das seqüências
o relâmpago de estames
nos ossos
***
define-se a luz
por sua concupiscência
com a noite
convivem na barca
como embriões
e o espaço
comum
de desfigura
ferido em um abismo
de incertezas
REVISTA DA ACADEMIA DE LETRAS DO BRASIL. No. 12 – jul./dez. 2024. Editor: Flavio R. Kothe. Brasília, DF : Editora Calêndula, 2024. 154 p. ISBN 2674-9495 No. 10 246
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Memoria de la memoria de la memoria
a su lado una mujer acaba de sumergirse, translúcida.
algo quiere viajar
algo, mi madre
inundada de tarde de incerteza
viaja está viajando
en este espacio blanco, metálico
viaje como si dijera
— vamos, vamos las dos —
— dame las mano, vamos —
y no, madre
este viaje es solísimo, imperioso
pero estaremos juntas
y la mano aprieta la otra mano
la desdobla acaricia
la aliviana
algo quiere viajar
un torrente de aire
una ecuación desconocida
algo, mi madre es ese trance
el cuerpo aún rotundo
mi madre en esa tarde
los dedos memoriosos, alertas
— siempre juntas — ahora repitiendo
detrás, la hija de la hija
no deja de tejer
la alianza entre la luz y la memoria
como si dijéramos
abolir los sentidos y aún permanecer
2
-¿qué es eso? — pregunta
_ y que contestar?, ¿qué decir?
— ¿que es eso? — vuelve a preguntar
— camillas — respondo
— ¿y por qué? —
abruma la metáfora
ese río entre las dos
la cama y su borde
una silla al costado
y nada más
— ¿que es eso? — otra vez
camillas, pero no lo digo
van y vienen
como la incontinencia, como esta tristeza
ella cierra los ojos
yo miro, no puedo dejar de mirar
es como un nacimiento, pienso
es pujante y desaforada
la manera
de irse y permanecer al mismo tiempo
¿que es eso?, me pregunto yo ahora
¿desde dónde viene? ¿cuándo?
mi madre, con los ojos cerrados
respirará hasta que la espesura la conmueva
3
diccionario como ventana
en donde el monstruo
asoma
y define, va definiendo
el caudal de la palabra, su filamento
su sonido y la construcción de su sonido
la voz
ardillas como ángeles
que trepan
la verborragia de la tarde
el calor
ángeles como música
enhebrada en el almohadón
donde ella
sostuvo sus vehemencias
su agridulce manera
su miedo hasta el final
— diccionario — dice madre
pero no alcanza una definición
no hay rastro del cordón
del umbilical cielo entre las dos
del desajuste
no hay rastro de su mano
en el borde de la sábana
muriendo
no hay rastro de mí, madre
abrazada a mi hija también madre
¿cómo circunscribir la herencia
de las hembras
a una definición?
— dicionário — dice madre
y hay un vientre a contraluz
siempre pariendo
un amamantamiento paulatino
ventana en donde recupero
mi propia respiración
es la noche que escondo
cuando la luna me acorrala
antes de dormir
y soy un monstruo marino, interminable
(entre mis olas)
4
— ángeles — dice
y entonces la caída es inminente, pienso
de la mano de ella
en esa habitación
ella sostenida del borde
del naufragio
— ruta — dice
— veo una ruta —
y entonces la caída es
una llovizna
de la mano, en esa habitación
algo reproduce el ritmo
late la ventana
late el piso de baldosas
entre mi madre y yo
ardillas, pienso
y recuerdo algo que leí
recuerdo la niñez
el desarraigo
hay ángeles, pienso
hay un retorno y ella está por cruzar
de la mano las dos
en esa habitación
quirúrgicamente prolija
la ruta es una diagrama, pienso
de un lado o del otro
estamos reverberando
las ardillas corretean
se detienen, me miran
vuelven a corretear
mi madre cierra los ojos
pero su respiración es aún
una señal imperativa
yo espero
sigo esperando ahora
cierta luminosidad
de la mano las dos
en esa habitación
en medio del diluvio
de la carne
5
para palpar el desequilibrio
la mano apenas vital
apenas tenebrosa
la mano sosteniendo el hilo
entre las dos
se roza el tejido y es silencio
para palpar la tarde casi
de verano
y el cielo que va y viene
en el temblor pequeño
las venas de las dos
contundentes
como ríos a parir
la forma nueva
hay un desequilibrio parece
pero la mano tiembla
y sé
que está apenas dormida
que el río de la sangre fluye
fértil ese desequilibrio entonces
ese hilo afantasmado en la tarde
6
mirar la línea
estar ahí con los ojos alerta, destemplados
con la mirada fija
en la cúspide que ondula
y vuelve
cada vez más suave más lento más silencioso
más certero
este animal de luz
que acalla va acallando
el aire de mi madre
la sábana que apenas sube y baja y baja y casi vuelve
a bajar
mirar esa quietud
minúscula y precisa
alternativamente también
los ojos en la ventana
en ese azul afuera
estar ahí
abrazando a mi hija
la solidez precaria
del momento
—¿ya está? — pregunta, preguntamos
y madre con su cuerpo
tan quieto
y el sol en la ventana apenas también
— es el primer rayo en toda la tarde
entre todas la nubes — dice mi hija
y abraza la intemperie
con sus manos
mirar la línea quietísima
el borde de la sábana inmóvil
y sin embargo
tal vez
hay otro movimiento
algo bellamente afantasmado
sencillo
una reverberación
(madre tal vez cruzando la confluencia
entre el azul y el azul)
7
hoja blanca o hija única
ella mira la casa, su ritmo crepuscular
el verbo se escapa por el árbol
que huele a flor o es flor
hoja blanca en donde
juegan las otras ruedas de la infancia
ella hoja/hija/hojea
el universo ambiguo del pandora
y huele
a la hoja y su verde
que permite un respiro
un hiato
entre el verde y la hoja
un tibio amanecer
para el invierno
los huesos y el designio
hija/hoja única no hay
reverbero en la casa
pero es limpia la tarde
y ella
deshabita el reino y el palacio
quiere
morder
el tallo el tuétano del viento
el torbellino
pájara o multitud
quiere
soltar la nervadura
desviarse
rumbear al tibio sol
a la siestita
le gusta
la hoja blanca
nombrar la trascendencia
pececita o pájara o plumita de ala
de colibrí
tiene la única hija
la muerte en los extremos
abuela o cuento con un final feliz
hoja blanca, única la hija
en una cama amplia
sin niños otros que permitan
el riesgo de la comparación
o el juego
única de unidad blanca ferviente
doméstica hojita que se escapa del árbol
única en el reino de los padres
oler
la temperatura vaginal de las hojas
verdes y carnosas y tibias
tallos para morder
y acumular el líquido
blanco de la especie
hoja o liquen
ella
única y disuelta
en su horizonte abierto antojadizo
lee en la tormenta
el sonido del estro
de la cadera extrema
de su nueva soltura
8
el pico labra el pétalo
se detiene en esa soledad sedosa
y perfumada
babea el pájaro
su deseo frutal
en la abierta superficie de ese pétalo
babea suave no lastima
cuando hiende la corola y llueve
se humedece de pájaro la rosa
traga la humedad
liviana de ese tallo
vertebral y carnoso
desliza el canto el ave
hasta su más raíz
la verde alegoría
impregna el corredor
hueco y verdísimo
*
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http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/argentina/anrgentina.html
Página publicada en enero de 2025
Caderno de Antonio Miranda com dedicatórias e textos poéticos de amigos coletados durante encontros literários de 2009 a 2012
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