ALFORJA REVISTA DE POESIA. XXVII. Invierno 2003. Dirección  José Vicente Anaya y José Angel Leyva.  Editor  Luis Ignacio Sáinz.  México, DF:  Universidad Autónoma  Metropolitana.  ISBN 977 14º5 5140 34.

PERVERSOS
(Fragmento)

¿Cómo enfrentar
cara a cara
—verso a verso— Ferlinghetti
su compañero Evtushenko?

¿Cómo acompanhar la cola ardente
y la fúria negra de André Cesaire?

¿La boca maldita de Gregório de Mattos?

¿Donde — preguntase  donde Ginsburg
fumaría opio en la cárcel de Ho Chi Min?

¿Ezra Pound bajaría de su castillo
hombro a hombro con García Lorca
en defensa de España?

II

Supongamos
—y hasta posiblemente suceda —
supon+gamos que nuestra civilización
se desintegre en un hongo atómico
intoxicada por el ántrax
después de sobrevivir a la napalm.

Supongamos
que nuestra civilización se libere
de toda organización, se desintegre
en una espiral inflacionaria
en una diarrea de overnight
en un download por el agujero del FMI

quede libre de sus amarras
suelta de sus agarras

y nosotros, sobrevivientes del caos
chupados por la web
aplastados por la http

caigamos en un nuevo orden mundial

III

Y como son las palabras
que generan
y degeneran las ideas.

Y como son las ideas
que mueven los propósitos
hagamos un viaje
a lo imposible o al absoluto
al absurdo
y lo recóndito del ser y del no ser
aquí y ahora
sin ninguna demora
o vacilación
a una nueva dimensión
— ¿retroalimentación, globalización?
donde nada este estabelecido
donde nada sea definitivo.

A la tierra donde todo se genera
o, por lo mismo, degenera
donde nada comienza
donde nada culmina o termina:
al culo del mundo, aquí.

Donde el verso dilacera
ulceroso en las entrañas
exalando aromas putrefactos
o primaverales, da lo mismo
o quien sabe retroverso
un abceso, un retroceso
— perverso.

Tropicalia, maravilla
Maracangalla, marginalia.

IV

Ojo por ojo, bala con bala
diente por diente.

Versos clandestinos, traficantes
en vez de amantes, ráfagas
decantadas en noches de desabrigos
desencantados de cualquier inocencia
pidiendo limosna entre los autos
en la señal cerrada
con un ojo perforado como el Poeta
descalzado en la arena incandescente.

Criaturas estupradas, mujeres
transformada en jabón en polvo
en cosméticos, en pan de horno
señores en la cola del banco
tarjeta magnética en mano

descontando beca escuela
vale todo, hambre cero
en happy hour, en el anuncio de Tevé.
Ventanas blindadas, abrazos
furtivos, suenõs hurtados, DNA
a crédito o el mes acabando 
antes del sueldo.

Si igual estamos fritos
Fe ciega, hacha afilada.

V

Hasta Drummond del Sentimiento
del mundo
después de versificar en la hora del
expediente
cayó en la canalla y la pornografía
liberándose de todo y de cualquier, o sea
absolutamente y para siempre
de su provincianismo beato de Minas.

Rimbaud traficaba esclavas
Affonso Schimidt, diamantes.

Porque el poeta es humano
o es nefelibata
y escribe el verso satánico
o prefiere lamer las botas
del mecenas de turno

Coturno, diurno, soturno
son rimas a su disposición.

Antonio Miranda, Marañao, Brasil, 1940, dramaturgo, escultor y novelista, es también doctor em ciências de la información. Entre sus libros figuran: Manucho y el labirinto, Perversos, Tu país está feliz (poema con el cual se inició el grupo venezolano de teatro Rajatabla), A senhora diretora e outros contos, Horizonte cerrado.

Lea otros poemas de Antonio Miranda en español en este Portal:

http://www.antoniomiranda.com.br/poesia_ilustrada/poesia_ilustrada.html#sp

Página publicada em abril de 2021