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BENITO MIESES
Poeta nacido en Maracaibo, estado Zulia en 1958. También es pintor, traductor, diseñador gráfico y economista. Participó en los talleres de poesía del Celarg (1989-90) y en los de Alfredo Silva Estrada en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.
Ha sido colaborador de las revistas: Común Presencia; Prisma; Luna Para Nocheros en Colombia; Imagen; Espada Rota; Solar; Sujeto Almado; Revista Nacional de Cultura; La Oruga Luminosa, entre otras. Es miembro fundador de la Red Nacional de Escritores de Venezuela.
Ha participado en los eventos literarios: Bienal Elias David Curiel (Coro); Bienal Orlando Araujo (Barinas); Bienal Ramón Palomares (Trujillo); y Bienal Mariano Picón Salas (Mérida).
Ha publicado las siguientes obras: Trece (1982); Antología de nadie (1993); Nombrarse con las cosas (1995-98); Alfredo, las noches y las calles (2001); Por los caminos de Charles Bukowski, traducción (2003); y Oscuro rumor (2004). Entre sus trabajos inéditos: Visiones del campanario; Solar sobre las dunas y Fragmentos de diario.
TEXTOS EN ESPAÑOL – TEXTOS EM PORTUGUÊS
ANTOLOGÍA 5to. FESTIVAL MUNDIAL 2008. Homenaje a Gustavo Pereira. África / América / Ásia / Europa / Oceanía. Caracas, Venezuela: Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, 2009. 372 p. 15,5x20 cm. "5º. Festival Mundial de Poesía". ISBN 978-980-214-221-7 Ej. bibl. Antonio Miranda
CARTA ABIERTA PARA LO MÁS TUYO DE UN VERBO DESTRUIDO, PERO NUNCA DERROTADO.
"Váyase con su país, con su amigos"
me decía desde las últimas arenas
de un desierto que entorpece las neuronas
pero uno está más cerca del país de los amigos
no de la novia
que le pide medir el tiempo entre
el atol de la abuela
y una tranquilidad que
a fuerza de reclamos se convierte en cacareo
y resulta que uno tiene una novia
tan bella, tan simple, tan ahistórica
que le gustan las novelas rosa
donde nadie hace el amor
Y manipula con su candidez e inocencia
para alargar el aburrimiento de las tardes.
Pero ella no tiene la culpa, tan bella
tan dulce, tan pequeña burguesa
tan colegio de monjas
y yo monstruo antropotírrico
caribe deseoso corporal
que me reto me exijo
porque soy calle de muchos vientos
habitante de oscuros callejones
donde el vicio muestra otras enseñanzas otros códigos
y la calle resuena siempre
como un río indomable en las arterias en el corazón
pero uno tiene una novia bella hermosa
como un diamante en bruto
que no acepta los cortes del joyero
y teme a la noche a lo inseguro
como siento esta fugacidad
frente a su anhelo de permanencia
tan hogar cristiano
y recuerdo su evasiva
pero ella no es responsable
de tanto saco de huesos
tan bien formada tan pacata
pero se abre mi corazón en el costado
y pide mi cuerpo unión serena
y clamo, clamo, clamo por verla
a pesar de los tabúes
y uno desea a su novia
que no acepta a los amigos
que vienen a soliviantar mi corazón
ahora entre ellos (pero solo, sí)
canto para ver el día
entre vasos de alcohol y humos densos
este respirar el blanco que me anima
y abrazo feliz a los amigos
con esa compañía que te marca
que va al fondo del corazón
que te indaga te pregunta te fustiga
tan mirada de raíz
tan bello envión
pero recuerdo a mi novia
y el corazón tiembla, palpita
el cuerpo se estremece y ansia desbocado
pero es difícil hacerse cuerpo o pensamiento
con un miedo feroz en los ropajes
pero te adoro, seguro que te adoro
y todo este tiempo se hace largo
sin tus rabietas sin tus celos
y un hueco producido por tu ausencia
es capaz de anhelar otras ausencias
y debo decir adiós a los cantos de amor
refugiarme, no en ti, sino en la tormentosa
cadencia de un bolero
leer a Bukowski, Cardenal, Cavafis, la Biblia en fin hacer resurrecciones en la biblioteca para olvidarte para borrar tu imagen y sentir con profunda tristeza que no te tengo
pero que ese país que tú niegas existe
y está luchando más allá de los papeles
y de los sueños individuales
que se mueven entre los carros, entre los
gritos, se pasea por el barrio, la avenida
emerge como una ola de rojo florecida
y ya vuelve el gallo y anuncia
un despertar de gestas desde hace tempo
adormecidas y viene vibrando el canto en
mi garganta y hace de mi país un
cuerpo amado, tan amado como el tuyo
y decirte que no hay mentira
que no hay cosa en mí que tú no sepas
y escudo mi fragilidad
en estos cantos que te nombran
pero ahora no sé que hacer conmigo
después de tanto veneno, tanto alcohol
tanto dolor en la nariz, en el aliento
el corazón. Me cuesta entender
que un leve sobresalto
mande al diablo nuestros sueños
y duele la ausencia de lo que ya se hacía ausente
esos besos, esas caricias, esos ojos
y nos toca fuerte la falta de un amor
o una costumbre
"Váyase con su país, con sus amigos" me decía poniendo el acento
en los años recorridos
Y mira hacia atrás como la mujer de Lot
y no encuentra el instante en que su corazón
partió tan lejos
y ahora insisto en leer a Sabines, Mario Rivero, Jaramillo Escobar para arrojar luces sobre el amor ardiente pero la resolana impone un ritmo difícil de aspirar porque es tan poco este vivir a soñar a cielo abierto
y verla a ella tan bella tan leve tan sin preguntas y no poder borrarla
sin que caigan una a una todas mis migajas
mientras voy a la mala por las calles
rompiendo mis narices con la nieve
y a veces hace falta un golpe de la piedra
pero ella es una niña
que su ignorancia protege del mal
de este amor malo bellaco
triste de tristura del Chino y de Vallejo
y en los enviones del deseo
que se levantan sobre el tedio de la tarde
pero esta tarde es más triste que todas las tardes
más allá de las pobres tristezas familiares
pero uno ama a una novia que ya no tiene
y el corazón se va ensanchando de tristeza
con ahogos y temblores y esas ganas de plegarse
en las esquinas
pero esperamos demasiado
y la distancia es la distancia
y la flor no perfuma ya los días
voy entonces sin nada
sin resguardos sin cobijos
sin esperanzas que me alce
a seguir batallando entre las calles
de un país que se levanta
y hace colectivos los amores
y esperar que em uma esquina me
encuentre de nuevo el rostro amado
más cerca ya del país de los amigos
con sus luchas y las mías en misma dimensión y misma fuente
y volver a recibir la noche
como un manto protector de los amores.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: ANTONIO MIRANDA
CARTA ABERTA PARA O MAIS TEU DE UM VERBO
DESTRUÍDO, NUNCA DERROTADO
“Vá embora com o seu país, com seus amigos”
me dizia desde as últimas areias
de um deserto que entorpece os neurônios
mas a gente está mais próximo do país dos amigos
não da noiva
que lhe pede para medir o tempo entre
o atol da avó
e uma tranquilidade que
à força de reclamações se transforma em cacarejo
e resulta que temos uma noiva
tão bela, tão simples, tão ahistórica
que aprecia as novelas cor-de-rosa
onde ninguém faz amor
E manipula com sua candidez e inocência
para alargar a chatice das tardes.
Mas ela não tem culpa, tão bela
tão doce, tão pequeno-burguesa
tão colégio de freiras
e eu monstro antropotírrico
caribe desejoso corporal
que me reto me exijo
porque sou rua de muitos ventos
habitante de escuras ruelas
onde o vício mostra outros ensinamentos outros códigos
e a rua ressoa sempre
como um rio indomável nas artérias
no coração
mas temos uma nova bela formosa
como um diamante em bruto
que não aceita os cortes do joalheiro
e teme à noite o inseguro
como sinto esta fugacidade
diante de seu desejo de permanência
tão lar cristão
e me lembro sua evasiva
mas ela não é responsável
por tanto saco de ossos
tão bem formada tão pacata
mas o meu coração se abre no costado
e pede meu corpo uma união serena
e clamo, clamo por vê-la
apesar dos tabus
e a gente quer a sua noiva
que não aceita os nossos amigos
que vêem a sublevar meu coração
agora entre eles (mas só, sim)
canto para ver o dia
entre vasos de álcool e vapores densos
este respirar o branco que me anima
e abraço feliz os amigos
com essa companhia que te marca
que vai ao fundo do coração
que te indaga te pergunta te fustiga
tão mirada de raiz
tão belo limpo e idiota
mas lembro minha noiva
e o coração treme, palpita
o corpo estremece e ansia demasiado
mas é difícil fazer corpo o pensamento
com medo feroz nas roupagens
mas te adoro, certeza de que te adoro
e todo este tempo se torna longo
sem tuas zangas sem teu ciúme
e um vazio produzido por tua ausência
é capaz de querer outra ausências
e devo dizer adeus aos cantos de amor
refugiar-me, não em ti, mas na tormentosa
cadência de um bolero
ler Bukovski, Cardenal, Kavafis, a Bíblia
enfim fazer ressurreições na biblioteca
para olvidar-te para apagar a tua imagem
e sentir uma tristeza profunda
que não te possuo
mas que esse país que tu negas existe
e está lutando além dos papéis
e dos sonhos individuais
que se movem entre os carros, entre os
gritos, que passeia pelo bairro, a avenida
emerge como uma onda de vermelho florescida
e já regressa o galo e anuncia
um despertar de gestas já faz tempo
adormecidas e vem vibrando o canto em
minha garganta e faz de meu país um
corpo amado, tão amado quanto o seu
e dizer-te que não existe mentira
que não há coisa em mim que tu não saibas
e escudo minha fragilidade
nestes cantos que te citam
mas agora não sei o que fazer comigo
depois de tanto veneno, tanto álcool
tanta dor no nariz, no alento
o coração. Custo a entender
que leve sobressalto
mande pros diabos nossos sonhos
e dói a ausência do que já se fazia ausente
esses beijos, essas carícias, esses olhos
e nos toca forte a falta de um amor
ou de um costume
“Desapareça com seu país, com seus amigos”
me dizia pondo o acento
nos anos percorridos
E olha para atrás como a mulher de Lot
e não encontra o momento em que seu coração
partiu para longe
e agora emite luzes sobre o amor ardente
mas a soalheira impõe sum ritmo
difícil de aspirar porque é tão pouco
este viver a sonhar a céu aberto
e vê-la tão bela tão leve
tão sem perguntas
e não poder apaga-la
sem que caiam uma a uma todas as migalhas
enquanto vou ao pior pelas ruas
rompendo meu nariz com a neve
e às vezes faz falta um golpe de pedra
mas ela é uma garota
que sua ignorância protege do mal
deste amor mau velhaco
triste de tristeza do Chino e de Vallejo
e no limpo e idiota do desejo
que se levantam sobre o tédio da tarde
mas esta tarde mais triste do que todas as tardes
além das pobre tristezas familiares
mas amamos a namorada que já não temos
e o coração vai ampliando de tristeza
com afogamentos e tremores e essa vontade de render-se
nas esquinas
mas esperamos demais
e a distância é a distância
e a flor já não perfuma os dias
vou então sem nada
sem resguardo que levante
e faz coletivo de amores
e esperar que em uma esquina eu
encontre outra vez o rosto amado
mais próximo outra vez do país dos amigos
com suas lutas e as minha na mesma dimensão e mesma fonte
e voltar a receber a noite
como um manto protetor de amores.
Página publicada em abril de 2020
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