ARTURO MARTÍNEZ GALINDO
(1900-1940)
Nació en Tegucigalpa en 1900 y murió asesinado en Sabá, Colon en 1940. fue fundador, junto con Froylan Turcios, de la revista Ariel. Perteneció a la generación de escritores surgidos en la década de los veinte. Obra: Sombras, Tegucigalpa. 1940. en opinión de Manuel Salinas, Arturo Martínez Galindo representa junto con Arturo Mejia Nieto, “la corriente cosmopolita, los iniciadores, aunque de una manera primaria, del cuento moderno Hondureño. Ambos viajaron al exterior donde se pusieron en contacto con la narrativa vanguardista europea. Arturo Martínez Galindo publica en 1940 su libro de cuentos Sombras; donde encontramos los primeros elementos del cuento sociológico Hondureño”. Seudominamos: Armagal, Armando Imperio, Julio Sol.
TODO FUÉ TAN SENCILLO
La despedida fué sin lágrimas.
Fué
como una cosa natural.
La vi salir como otras veces
quando debía regresar
y nos besamos también como otras veces
sin ninguna emoción.
— iAdiós!
— iAdiós!
Pero era para siempre...
Y ni siquiera me quede en la puerta
para verla partir,
y ell no me mostro los ojos otra vez.
iFué todo tan sencillo y tan sin emoción!
Se llevaba pedazos de mi vida
en su boca, en sus manos, en su seno,
en su piel,
y en todos los rincones de su alma...
Y me dejó jirones de si misma
en mis espinas...
y em los cajones de mis noches
quedaron como pañuelos olvidados
sus besos de batista,
sus mordiscos complicados de encaje,
y el grito aquél
— su más tremendo grito —
atornillado a mis angustias...
Y em mis corbatas
el alfiler de sus mejores lágrimas,
y cosida a mi piel quedo su desnudez.
Sin embargo,
la despedida fué sin lágrimas,
y el beso fué sin emoción.
— iAdiós!
— iAdiós!
Pero era para siempre...
TEXTO EM PORTUGUÊS
FOI TUDO TÃO SINGELO
A despedida foi sem lágrimas.
Foi
como uma coisa natural.
Vi-a sair como outras vezes
[quando devia voltar
e nos beijamos também como outras vezes]*
sem nenhuma emoção.
— Adeus!
— Adeus!
Mas era para sempre...
E nem sequer permaneci na porta
para vê-la partir,
nem ela me mostrou os olhos outra vez.
Tudo foi tão singelo e tão sem emoção!
Levava em si porções da minha vida
em sua boca, e em suas mãos e no seu seio,
e na pele,
e em todos os recantos de minha alma...
E me deixou pedaços de si mesma
na minha espinha...
e nas gavetas de minhas noites
ficaram como lenços olvidados
seus beijos de batista
suas complicadas mordidas de encaixe,
e o grito — aquele,
— seu mais tremendo grito, —
atarraxado às minhas angústias...
e nas minhas gavetas
o alfinete de suas melhores lágrimas
e cosida à minha pele ficou sua nudez.
Sem embargo,
a despedida foi sem lágrimas,
e o beijo foi sem emoção.
— Adeus!
— Adeus!
Mas era para sempre...
*Sem tradução, no original de Aurélio Buarque de Holanda Ferreira.
Extraído da oba GRANDES VOZES LÍRICAS. Seleção e tradução de Aurélio Buarque de Holanda Ferreira. Edição bilíngüe. Rio de Janeiro: Editora Nova Fronteira, 1990. ISBN 85.209.0204-9 Adquirível em: www.novafronteira.com.br/
Página publicada em dezembro de 2008
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