JORDI DOCE
Professor graduado em Filologia inglesa pela Universidad de Oviedo e doutor por Sheffield. Foi leitor na Universidade de Oxford.
Obra poética: La anatomia del miedo (León: Ayuntamiento, 1994), Diálogo en la sombra (Gijón: Deva, 1997), Lección de permanencia (Valencia: Pre-Textos, 2000), Otras lunas (Barcelona, DVD, 2002), Gran angular (Barcelona: DVD, 2005).
TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS
CANCIÓN DE TORMENTA
Escucha el ulular del viento contra el muro;
la hiedra, las acácias baten la piedra sin descanso
y dividen el tiempo como tiernas cuchillas.
Yo te he visto en los intervalos: la luz
a rachas alumbraba tu rostro en la tormenta.
Eras tú y no eras: pues en la oscuridad
yo te llamaba y tu me respondias,
y también era tuya esa negrura,
tuya como el eco absurdo del viento.
CANÇÃO DA TORMENTA
Escuta o ulular do vento contra o muro;
a hera, as acácias batem na pedra sem descanso
e dividem o tempo como tenros cutelos.
Eu te avistei nos intervalos: a luz
em réstias iluminava teu rosto na tormenta.
Eras tu e não eras: pois na escuridão
eu te chamava e tu me respondias,
e também era tua essa escuridão,
tua como o eco absurdo do vento.
EN EL CERRO
Se enturbia la mirada, y el aire de la tarde
humea como brasa contra un fondo
de velas sopladas y espuma rota.
El mar es la respiración, la espera.
Tomadas por el grueso sol de agosto,
las rocas se deslizan hasta el água.
Un charco se consume entre destellos.
La sal brilla en los flancos chorreantes.
Verano, en tu temblor enceguecido
aprendo la Constancia del azul.
Bajo el vuelo tenaz de las gaviotas,
soy uno con el tiempo del água remansada.
NO MORRO
A mirada se ofusca, e o ar da tarde
esfumaça como brasa contra um fundo
de velas sopradas e espuma rota.
O mar é a respiração, a espera.
Tomadas pelo espesso sol de agosto,
as rochas deslizam até a água.
Um charco se consome entre fulgores.
O sal brilha nos flancos jorrantes.
Verão, no teu tremor enturvado
aprendo a Constância do azul.
Sob o vôo tenaz das gaivotas,
Sou alguém com tempo de água remansada.
MÓVIL
Para Maria Agudo
Algo debe ceder para que todo fluya
—el hombre que se aparta por instinto
de su mudo reflejo,
el ojo que no ve cuanto repudia,
la piel donde trabajan las arrugas.
Surcos, rodeos, resistencias.
Allá fuera la vida insiste una vez más
y el viento mueve redes y cabelos,
el flanco estéril de las dunas;
aguas que rompen en la orilla, labrándola,
mares que ascienden o descienden
según el plano de los cielos,
la sangre que va y viene bajo su sol doméstico.
Todo cede para ser algo,
todo cambia y se mueve y se rehace
para ser con más fuerza.
Así miras manãna la misma escena
y eres el mismo cada vez, propio y distinto,
viendo cómo la rueda de las formas
gira hasta hacerse inalterable.
Te despiertas oyendo chillidos de gaviotas
y su voz anelante, casi humana,
te recuerda que estás solo y no hay tregua.
Es así, es así.
Cada día que pasa
negocias con el gen que te contiene,
te apoyas en distinto pie,
sacrificas verdades y mentiras
en el altar de la supervivencia.
Cada día que passa
construyes la ficción que te guarece
en la ficción de la supervivência.
Tu rostro en el espejo es un embuste.
Incapaz de seguirte, sólo entrega el reflejo,
una máscara opaca que envejece sin prisa
según la ley de la costumbre.
Aquí dentro la vida insiste una vez más
y la sangre se mueve, no sabe estarse quieta,
no sabe estar. Circula,
y es unos pies que bailan en la arena,
el brillo de la arena bajo el sol.
Algo debe ceder en ti para que seas.
MÓVIL
Para Maria Agudo
Algo deve ceder para que tudo flua
—o homem que se afasta por instinto
de seu mudo reflexo,
o olho que não vê quanto repudia,
a pele onde trabalham as rugas.
Sulcos, rodeios, resistências.
Lá fera a vida insiste uma vez mais
e o vento move redes e cabelos,
o flanco estéril das dunas;
águas que rompem na margem, lavrando-a,
mares que ascendem oo descendem
conforme o plano dos céus,
o sangue que vai e vem sob o sol doméstico.
Tudo cede para ser algo,
tudo muda e se move e se refaz
para ser com mais força.
Assim vês pela manhã a mesma cena
e és o mesmo cada vez, próprio y distinto,
vendo como a roda das formas
gira até tornar-se inalterável.
Despertas ouvindo chiados gaivotas
e sua voz ansiosa, quase humana,
te recorda que estás só e não há trégua.
É assim, é assim.
Cada dia que passa
negocias com o gen que te contém,
apoias em um pé diferente,
sacrificas verdades e mentiras
no altar da supervivência.
Cada dia que passa
constróis a ficção que te guarnece
na ficção da sobrevivência.
Teu rosto no espelho é um engano.
Incapaz de seguir-te, apenas mostra o reflexo,
a máscara opaca que envelhece sem pressa
conforme a lei do costume.
Aquí dentro a vida insiste uma vez mais
e o sangue se move, não sabe estar quieto,
não sabe estar. Circula,
e são pés que dançam na areia,
o brilho da areia ao sol.
Algo deve ceder em ti para que sejas.
Aqui dentro a vida insiste uma vez mais
e o sangue se move, no sabe estar quieto,
não sabe estar. Circula,
e são pés que dançam na areia,
o brilho da areia ao sol.
Algo deve ceder em ti para que sejas.
MONÓSTICOS, XI
Sabía ver el mundo como si no estuviera en él.
Olvido, indiferencia, estas eran sus señas.
También piedad, a veces, una extraña ternura.
El piloto parpadeaba a ratos, con desgana.
No era cosa que debiera inquietarle.
Según el plan en curso, sobraban las urgencias.
Sin embargo, sentía un eco de los antiguos vínculos.
Algo se removía a tientas allá dentro.
Corrigió una palabra de su informe y se puso a esperar.
Siguió esperando mientras la Tierra giraba.
Si las piezas debían encajar, él no veia cómo.
MONÓSTICOS, XI
Sabia ver o mundo como si não estivesse nele.
Olvido, indiferença, estas eram suas senhas.
Também piedade, às vezes, uma estranha ternura.
O piloto piscava às vezes, com desgana.
Não era coisa que deveria inquietá-lo.
Conforme o plano em curso, sobravam as urgências.
No entanto, sentia um eco dos antigos vínculos.
Algo se removia às cegas lá dentro.
Corrigiu uma palavra de seu relatório e se pôs a esperar.
Seguiu esperando enquanto a Terra girava.
Se as peças deveriam encaixar, ele não via como.
Página ampliada e republicada em abril de 2020
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