Home
Sobre Antonio Miranda
Currículo Lattes
Grupo Renovación
Cuatro Tablas
Terra Brasilis
Em Destaque
Textos en Español
Xulio Formoso
Livro de Visitas
Colaboradores
Links Temáticos
Indique esta página
Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

POESÍA ESPAÑOLA
Coordinación de AURORA CUEVAS CERVERÓ

 

ANTONIO FERNÁNDEZ MOLINA

 

(Alcázar de San Juan, Provincia de Ciudad Real, 1929 - Zaragoza, 2005) fue poeta, narrador, ensayista, traductor, dramaturgo, crítico de arte y artista.

Abandonó su trabajo de maestro para dedicarse por completo a la literatura y al arte. Vinculado al Postismo, Antonio Fernández Molina fue secretario de redacción de la revista Papeles de son Armadans, dirigida por Camilo José Cela en Mallorca. Realizó una singular obra tanto en narrativa (Un caracol en la cocina, El león recién salido de la peluquería o En Cejunta y Gamud), como en poesía (recopilada en tres tomos de Poesías completas), sin olvidar el teatro y el ensayo (donde destacó con obras sobre la Generación del 98, sobre Salvador Dalí o sobre la obra literaria de Pablo Picasso). También llevó a cabo una extensa obra como artista plástico, en la que destacaba su particular sentido del color. Trabó muy buena amistad con Miguel Labordeta, lo que le decidió a instalarse en Zaragoza, donde desarrolló buena parte de su obra. En Zaragoza conoció a Carlos Sierra Perez, al cual ayudó en buena parte a su revista Laberinto. Tras el fallecimiento de Antonio Fernandez Molina, Carlos Sierra propuso la creación del Centro Cívico A.F. Molina en la localidad zaragozana de Alagón. Hoy día el Centro es un lugar activo donde se crean constantes exposiciones y presentaciones literarias.

El león recién salido de la peluquería es su novela más conocida, publicada en 1971 por Seix-Barral. Narración aparentemente realista, pero que luego entra en una senda de surrealismo indiscutible, presenta el noviazgo, tan repentino en su arranque como extraño en su desarrollo, de Malva y Juan, dos jóvenes que se conocen por casualidad en el autocar que les conduce a un pueblecillo de una Castilla onírica. En ocasiones, presenta rasgos de humor muy notables.   Fuente: wikipedia

 

MOLINA, Antonio Fernández. Orfeo errante ( antología poética ).  Prólogo, selección y edición de Raúl Herrero. Epílogo-entrevista de Magdalena Lasala.  Zaragoza, España: Libros del Innombrable, 2008.  350 p.  13,5X20 cm.  ISBN 978-84-95399-96-0  

 

TEXTOS EN ESPAÑOL   -  TEXTOS EM PORTUGUÊS

 

          EL CUELLO CERCENADO

1

 

El cuello cercenado

nuevamente

ofrecido a la mano de la tarde.

Un árbol tiembla.

Los edificios arrastran sus cimientos

y el estiércol y el viento se acompañan.

¡Aves de la nostalgia!

Los espejos limitados por uñas

y los años perdidos junto al fuego

se derraman sobre el papel.

 

 

2.

 

Sobre la baldosa

la sangre de la paloma se extiende.

Un centinela ha roto la puerta.

Es el día a propósito para mirarnos

a través del corazón

y arrancarnos los dedos infantiles

por las avenidas inútiles de su jardín.

 

(...)

 

FÁBULA TRISTE

 

Había un hombre que tenia hambre,

había un carro que tenía ruedas,

había un mundo que tenía tontos,

había espigas que tenían granos,

había casa que salero había.

Pero no cultivaban las cigüeñas

ni buscaban columnas en los peces;
únicamente dos más dos hacían cuatro

aunque algunos ministros sonreían.

Buscaban aviones en las nubes,

los niños encontraban sus amigos,

los bueyes, pensativos, no pastaban,

los obreros vivían en tabernas,

los gitanos vivían en los puentes,

las devotas decían letanías

y los ríos sus piedras arrastraban.


ANTE UN ESPEJO

 

Está el abuelo bien situado

frente a un espejo

y con la niebla delante de sus ojos

y de su pensamiento,

y no se reconoce. Medita

si no verá la faz de algún paisano

sin recordar de quién.

Nada comenta porque sabe cómo

bien a menudo, la palabra,

dormida en la garganta

hace muy buen papel.

Mientras el viejo calla,

dispuestos a pintar su fiel retrato,

preparamos el lienzo,

colores y pinceles.

Sobre un fondo amarillo luminoso,

tiene un surco presente entre las cejas,

destacados detalles en el rostro,

y sombras en los sitios oportunos.

Testimonian de los años de brega,

señales acusadas de labores

de la recolección, de la vendimia…

Y al fin, es el retrato la verídica

máscara fiel de la epopeya

que el anciano ha vivido

en el amplio escenario

de la meseta y de los montes,

entre el cielo y la tierra.

 

YA SE DESVANECIERON

Ya se desvanecieron
Estoy sentado en casa y sin moverme,
olvidado de mí. Ha oscurecido.
De pronto me parece
sentir manifestarse
inquietantes presencias.
¿Retornan compañeros de mi infancia,
temores sin motivo
material? Me encaro
con su hipotética presencia
y les digo; «Los fantasmas
se alejan al mirarlos de frente».
Intento ver, de alguno,
su rostro y su figura.
Mas si estuvieron,
ya se han desvanecido.

 

 TRÁNSITO

Por el camino de la escuela,
sumergida en el atardecer
avanza una joven,
de aspecto adolescente.
Envía el sol débiles rayos
y comenta en voz baja: «Disfrutamos
de un invierno apacible, amigos míos».
Muy tranquila
la tarde,
se despereza como un gato
y alarga el rabo hacia el anochecer.
¡Me gustaría acompañarla
como ella se merece!
Doy pisadas en falso y sin remédio
a refugiarme voy a la taberna.
Con la noche avanzada
regresaré a mi hogar
a través de las sombras
de mi nublado pensamiento.

 

 LECTURA

 

Hasta el anochecer,
leo en las páginas del Pueblo
como en un libro.
De pronto el alumbrado público florece
y continúo la lectura.
Al pasar y pasar las páginas,
surgen sorpresas y sorpresas.
Cuando llego a la esquina
final del Pueblo
el sueño cabecea entre la sombra,
como una embarcación.

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda

 

          O PESCOÇO CERCEADO

          1

          O pescoço cerceado
          novamente
          oferecido à mão da tarde.
          Uma árvore treme.
          Os edifícios arrastam seus cimentos
          e o estrume e o vento acompanham.
          Aves da nostalgia!
          Os espelhos limitados por unhas
          e os anos perdidos junto ao fogo
          esparramam-se sobre o papel.

 

2.

 

Sobre a lajota
o sangue de um pombo se dispersa.
Uma sentinela rompeu a porta.
É o dia de propósito para mirar-nos
através do coração
e arrancar-nos os dedos infantis
pelas avenidas inúteis de seu jardim.

 

(...)

 

FÁBULA TRISTE

 

Havia um homem com fome,
havia um carro com rodas,
havia um mundo com gente tonta,
havia espigas com grãos,
havia uma casa em que saleiro havia.
Mas as cegonhas não cultivavam
nem buscavam colunas nos peixes;
unicamente dois mais dois fazendo quatro
embora alguns ministros sorrissem.
Buscavam aviões pelas nuvens,
os meninos buscavam seus amigos,
os bois, pensativos, não pastavam,
os operários viviam em botequins,
os ciganos viviam sob pontes,
as devotas cantavam litanias
e os rios suas pedras arrastavam.


DIANTE DE UM ESPELHO

Está o avô bem localizado
diante de um espelho
e com névoa diante dos olhos
e de seu pensamento,
mas não se reconhece. Medita
se não verá a face de algum conterrâneo
sem lembrar-se de quem.
Nada comenta porque sabe como
bem comumente, a palavra,
dormida na garganta
faz um bom papel.
Enquanto o velho se cala,
dispostos a pintar seu retrato fiel,
preparamos a tela,
cores e pincéis.
Sobre um fundo amarelo luminoso,
havia um sulco presente entre as sobrancelhas,|
destacados detalhes no rosto,
e sombras nos locais adequados.
Testemunhas de anos de luta,
sinais acusados de labores
da colheita, da vindima...
Finalmente, é o retrato a verídica
máscara fiel da epopeia
que o ancião viveu
no vasto cenário
do planalto e dos montes,
entre o céu e a terra.

 

JÁ DESAPARECERAM

Já desapareceram
Estou sentado em casa sem mover-me,
esquecido de mim. Escureceu.
De repente me acontece
sentir manifestar-se
inquietantes presenças.
Retornam companheiros da infância
temores sem motivo
material? Encaro
suas hipotéticas presenças
e lhes digo: “Os fantasmas
afastam-se ao mirá-lo de frente”.
Tento ver, de alguém,
seu rosto e sua figura.
Mas se estiveram,
já desapareceram.

TRÂNSITO

Pelo caminho da escola,
submersa no entardecer
avança uma jovem,
de aspecto adolescente.
Lança o sol débeis raios
e comenta em voz baixa: “Desfrutamos
um inverno aprazível, amigos meus”.
Bem tranquila
a tarde,
espreguiça-se como um gato
e alonga o rabo para o amanhecer.
Gostaria de acompanhá-la
como ela merece!
Dou pisadas em falso e sem remédio
a refugiar-me vou ao boteco.
Pela noite avançada
regressarei ao meu lar
pelas sombras
de meu nublado pensamento.

 

LEITURA

Até o amanhecer
leio as páginas do Povoado
como num livro.
De repente o iluminado público floresce
e continuo a leitura.
Ao passar e repassar as páginas,
surgem surpresas e surpresas.
Quando chego na esquina
final do Povoado
o sonho cabeceia pela sombra,
como uma embarcação.

 

Página publicada em agosto de 2015


 

 

 
 
 
Home Poetas de A a Z Indique este site Sobre A. Miranda Contato
counter create hit
Envie mensagem a webmaster@antoniomiranda.com.br sobre este site da Web.
Copyright © 2004 Antonio Miranda
 
Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Home Contato Página de música Click aqui para pesquisar