JULIANA GONZÁLEZ MOLINA
Nació en Bogotá, en 1978. Comunicadora Social de ia Universidad Externado de Colômbia. Estúdios de cine en la E. I. C. T. V. San Antonio de los Baños, Cuba. Ha publicado: La Guarida del tiempo y Alguien golpea, de este último se han extraído los presentes poemas.
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
TIERRA COMÚN: Poesía de Venezuela y Colombia. Caracas: Fundación Editorial el perro y la rana; Cooperativa Editorial La Mancha, 2010. 192 p. 13x20 cm. Edición al cuidado de Dileny Jiménez. Imagen de la portada Oscar Sotillo Menezes.
SER
Ser dócil como el agua
flexible como el silencio
y noble, noble como el recuerdo,
así me sueño.
EL CENTRO ES UNO
Una sola raíz Mega al núcleo de tu corazón.
Un solo pájaro es la voz del alma.
Un solo cantar es eterno.
Si observas todas las raíces
el sendero se desdibuja
y aparece el laberinto, la trampa.
Si dejas volar todos los pájaros
sus alas en cruces se convierten.
Si el canto nace antes de tiempo
muere.
CICLOS
Alguna vez fui madreselva,
mis brazos se aferraban a otras savias,
pensar siquiera en la distancia
dejaba sin agua mi follaje.
Alguna vez fui palma de cera,
mi alto talle miraba al mundo
con desafío y fortaleza.
Alguna vez fui nenúfar,
las aguas tranquilas eran mi alimento,
mis flores nacían sin dolor, ni angustia,
todo era calma.
Alguna vez fui Yuca de Josué,
aislada en mi aridez
casi probé la muerte.
Y ahora
soy de nuevo semilla.
Todo vuelve a comenzar.
nada está concluído.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução: Antonio Miranda
SER
Ser dócil como a água
flexível como o silêncio
e nobre, nobre com a lembrança,
assim me sonho.
O CENTRO É UNO
Uma única raiz chega ao núcleo de teu coração.
Um único pássaro é a voz da alma.
Um único cantar é eterno.
Se observas todas as raízes
o sendeiro se desfaz
e aparece o labirinto, a armadilha.
Se deixas voarem todos os pássaros
suas asas em cruzes se convertem.
Se o canto nasce antes do tempo
morre.
CICLOS
Certa vez fui madressilva,
meus braços de aferrava a outras seivas,
nem pensava na distância
deixava sem água minha folhagem.
Alguma vez fui palma de cera,
meu caule elevado olhava o mundo
com desafio e fortaleza.
Alguma vez fui nenúfar,
as águas tranquilas eram meu alimento,
minhas flores nasciam sem dor, nem angústia,
tudo tranquilo.
Alguma vez fui Aipim de Josué,
ilhada em minha aridez
quase experimentei a morte.
E agora
sou outra vez semente.
Tudo se reinicia,
nada está concluído.
Página publicada em fevereiro de 2016
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